Se gradúa de la universidad a los 16 años
Por Mariam Ludim Rosa Vélez
mariamludim@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 9 de junio de 2006

El estudiante Luis Balbino Arroyo Colón recibió tres premios durante la colación de grados.
Con sangre verde.

Así dijo sentirse Luis Balbino Arroyo Colón luego de su jornada de cinco años por el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). El joven de 16 años se graduó hoy, 9 de junio de bachillerato en Física con un promedio de 4.00 puntos. Su excelente desempeño académico le hizo merecedor del premio Luis Stefani Rafucci, el máximo galardón académico que se otorga durante los actos de colación de grados del Colegio. Asimismo, recibió el premio de la facultad de Artes y Ciencias conferido a los estudiantes de mayor índice académico. Además, se lo otorgó el premio Enrico Fermi como mejor estudiante del departamento de Física.

Arroyo Colón quien ingresó al Recinto a los 11 años de edad en el 2001, -tras graduarse con 4.00 puntos de la escuela superior-, se convirtió en el estudiante más joven que completa la escuela superior y el más joven en la historia de la educación universitaria que logra ingreso a una universidad del país.

El talentoso menor describió como muy positiva su vida universitaria en los pasados cinco años. “La experiencia de estudiar aquí es algo bien bueno y tuve la oportunidad de experimentar cosas que en la escuela no eran así”, comentó al destacar que su objetivo a largo plazo es “volver al Colegio y dar clases aquí”.

Agregó que se siente “bien adaptado al Colegio y como dicen los profesores con sangre verde”. De hecho, ya Arroyo Colón fue admitido en el programa graduado del departamento de Física del RUM donde comenzará la maestría en agosto.

El bachillerato en Física consta de 141 créditos mientras la maestría se puede completar con un promedio de 30 a 35 créditos.

Por otra parte, el joven agradeció la gestión del Decanato de Estudiantes del RUM quienes, según aseguró, facilitaron su adaptación al Campus a través de los estudiantes mentores. “Tuve mucha ayuda del Recinto especialmente porque pusieron a un estudiante que me acompañara”, puntualizó en entrevista con Foro Colegial.


Una rápida adaptación

Sin embargo, admitió que su primer día de clases fue difícil ya que lo acompañaron las cámaras televisivas y fotográficas de los medios de comunicación. “Eso de ser diferente no me llamaba la atención porque quería adaptarme”, subrayó. Igualmente, al solo contar con 11 años, le pareció extraño que en su primera clase se usara el proyector en vez de la pizarra.

“El periodo de adaptación fue bastante rápido”, reiteró al recordar que al iniciar en la Universidad muchos “pensaban que no podría adaptarme y que tendría problemas de compatibilidad”.

Añadió que “muchas personas quizás solo veían que yo era pequeño pero no veían las otras características que son más difíciles de observar desde afuera. Pensaban que como yo era chiquito no iba a estar listo, que no iba poder adaptarme… académicamente nunca hubo ningún problema”.

El sobresaliente colegial también se integró a actividades extracurriculares a través de la Sociedad de Estudiantes de Física a la que pertenece desde hace tres años.


Anécdotas colegiales

Arroyo Colón confesó que una de las clases que más “le molestó” fue la de Cálculo III debido a que la “visualización” de las fórmulas es muy diferente a la manera en que se plantean en física.

Recordó que en el primer examen de Pre-cálculo I sacó 82 por ciento. Según expresó, eso le preocupó mucho pero admitió que “no estudió bien” ciertas funciones que estaban incluidas en el material. “Ya para el tercer examen me asusté más, ya que quería tener A en la clase y saqué 88, y pensé ahora saco B. Entonces, miro para un lado y para otro y las notas eran horribles”, afirmó entre risas. Agregó que ante el panorama tan terrible en el colectivo de la clase el profesor otorgó una bonificación a todos los estudiantes.

Por otro lado, relató que el primer examen que tuvo en el Recinto fue de Ciencias Sociales. Dijo que su mamá le solicitó al estudiante mentor que lo acompañaba, Carlos Font que le ayudara a estudiar. “Mami me había puesto ha estudiar tanto que cuando el comenzaba una oración, yo la completaba. Cogió y cerró el libro y me preguntó en qué página estaba, yo le dije en la 35 y la pegué”, comentó jocosamente.


Planes futuros

Tras concluida su maestría, Arroyo Colón planifica proseguir con su doctorado y luego aspira regresar al Recinto a enseñar en el departamento de Física. “El volver (como parte de la Facultad) es casi siempre el objetivo de muchos estudiantes, especialmente en física”, recalcó.

Precisamente, comentó que “todos los profesores de concentración fueron excelentes”. Asimismo, opinó que en el departamento de física “hay mucha interacción… es muy agradable el ambiente”.

Arroyo Colón es residente del barrio Voladoras de Moca. En mayo de 2001 se graduó de la escuela Marcelino Rodríguez Román del mencionado municipio. En ese entonces formó parte del selecto grupo de 100 estudiantes a nivel isla que obtuvo las puntuaciones más altas en el examen de College Board. En agosto de 2001 comenzó sus estudios en el RUM, ese año logró el IGS o índice de ingreso más alto del departamento de Física, con 358 puntos.


El rector del RUM, doctor Jorge Iván Vélez Arocho le entrega a Luis Balbino Arroyo Colón el premio Luis Steffani Rafucci.


Luis Balbino Arroyo Colón durante su primer día de clases en el 2001 lo saludó el profesor Pablo Rodríguez quien fungía como rector interino en ese entonces.

Fotos: Carlos Díaz / Prensa RUM