Mujeres en la agricultura
Por Margarita Santori López
msantori@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 2 de febrero de 2007

El cartel conmemorativo de la actividad fue confeccionado por Ivette Fuentes.
NARANJITO - Son agricultoras. Pero también son madres, hijas, esposas, hermanas… y otros roles que desempeña la mujer en la sociedad. Se trata de 25 féminas que además de sus labores cotidianas, trabajan la tierra. Ellas fueron las escogidas para participar en el proyecto titulado “Apoderándola para adelantar el desarrollo económico”, una iniciativa educativa del Servicio de Extensión Agrícola (SEA) del Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

El proyecto, dirigido por la doctora Gladys González y el profesor Luis R. Mejía Maymí del CCA, se dio a conocer recientemente en las instalaciones del SEA en Naranjito donde se presentó al grupo de agricultoras procedente de los pueblos de Aibonito, Barranquitas, Comerío y Naranjito. Ellas tomarán cursos de capacitación dirigidos a desarrollar una agroempresa exitosa en diversos talleres que se extienden hasta junio de 2007. Los temas tratarán sobre finanzas agrícolas, manejo de riesgo, educación al consumidor, mercadeo agrícola, aspectos legales del negocio agrícola, desarrollo de destrezas de comunicación, manejo de conflicto, relaciones familiares, manejo de estrés y del tiempo, entre otros.

“El Recinto de Mayagüez incorporó hace unos años en su misión de enseñar, investigar y diseminar, colaborar directamente con el desarrollo económico de Puerto Rico. Esta iniciativa es un paso real y serio para desarrollar el sector agrícola, tan importante en nuestro País”, afirmó el rector del RUM, doctor Jorge Iván Velez Arocho al tiempo que exaltó la labor del SEA y su trabajo en las comunidades. EL SEA cuenta con oficinas en 65 municipios de la Isla.


Trabajadoras de la tierra

Por su parte, la doctora González hizo un breve relato del desempeño de la mujer en la agricultura puertorriqueña y explicó cómo surgió el proyecto.

“Aunque es una idea que se ha ido gestando hace un tiempo, fue hace dos años cuando un grupo de compañeros y compañeras del departamento de Economía Agrícola y Sociología Rural del CCA, convencido de que el tema de género merece y necesita atención, trabajamos con una estudiante en un proyecto de investigación que nos dio la oportunidad de incursionar en ese campo para comenzar a aprender”, narró la decana asociada de Ciencias Agrícolas. El estudio fue de Ivelisse Vargas Carrasquillo quien culminó su grado de maestría con la tesis titulada La mujer en la agricultura puertorriqueña.

“Eso nos permitió documentar lo que conocíamos, pero de manera anecdótica”, puntualizó González. De esta forma se dieron cuenta que desconocían el número preciso de mujeres trabajadoras de la agricultura, su nivel de escolaridad, las industrias o sectores agrícolas que las emplean, cuántas agricultoras o agroempresarias hay en la Isla y cuántas de ellas son dueñas de fincas, entre otros asuntos.

“Encontramos que el siete por ciento de la membresía de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico son mujeres. Que el 23 por ciento de los profesionales en la agricultura debidamente licenciados y colegiados para ejercer en el País, son agrónomas y que en el 2002 el censo del departamento de Agricultura preguntó por primera el género de la persona que contestaba el cuestionario”, apuntó la agrónoma. El censo agrícola se realiza desde 1910.

“Nos percatamos que al igual que en la mayoría de los países, la mujer es una agente importante en el desarrollo económico y sobre todo, en la agricultura. Que son las encargadas de la administración del negocio agrícola o finca, pero no se identifican o no nos identificamos a nosotras mismas como la agricultora o agroempresaria. Cuando nos preguntan en el censo, decimos que el agricultor es el marido o algún varón de la familia”, relató González.

Señaló que la participación de la mujer en las actividades agrícolas no se ha estimado con precisión, ni en Puerto Rico, ni en otros países, por lo que no han sido consideradas debidamente al formularse política pública y establecer programas agrícolas.

Según la catedrática, esta iniciativa es una gran oportunidad para capacitar a las mujeres agricultoras y convertirlas en agroempresarias exitosas.

“Si su negocio es rentable, la vida de su familia va mejorar y usted como mujer, va a sentirse mejor. Cuando su empresa es próspera y rentable, aporta al desarrollo de su comunidad y de su País. Esperamos que éste sea el inicio de muchas generaciones de agroempresarias”, concluyó.

Por su parte, Mejía Maymí confía que el proyecto se extienda a todos los municipios y adelantó un posible acuerdo con la oficina de la Procuradora de las Mujeres en el cual el SEA sirva de enlace a través de sus oficinas en la Isla. “Podemos ser muy útiles llevando la información y los conocimientos”, aseguró el decano auxiliar del Programa Educativo del SEA.

En la actividad participaron el decano de CCA, doctor John Fernández VanCleve; Sarinda Mirabal, en representación de la Procuradora de las Mujeres; el agrónomo Salvador Ramírez, director de la Corporación para el Desarrollo Rural, en representación del Secretario de Agricultura; la agente agrícola de Barranquitas, Milagros Alicea y Cynthia Malavé, economista del hogar de Naranjito.

Según se informó, las participantes fueron identificadas por extensionistas de los cuatro municipios. El equipo de trabajo que ofrecerá las charlas educativas está integrado por Carmen O. Gómez, Sandra Varela, Alwin J. Jiménez, Noel Torres, Jorge A. González, José Martínez. Además, tres estudiantes de Ciencias Agrícolas.


Futuras agroempresarias

Gladys Eileen Hernández Torres tiene un negocio de plantas ornamentales y hace cinco años atiende los asuntos administrativos de la empresa de su padre, quien es avicultor. Ella es una de las 25 participantes.

“Esto es un paso para ir más allá de lo que hago, de crecer un poco más, como mujer y como empresaria”, indicó la joven del barrio Palmas de Comerío.

Asimismo, Gloria Falcón aspira fortalecer el negocio de palmas ornamentales y de mantenimiento y diseño de jardines que tiene con su esposo.

“No es fácil ser mamá, hija y esposa. Espero que este curso me ayude a organizarme y establecer las prioridades, las metas y caminar hacia eso. Además, que nos dé las herramientas para trabajar mejor la tierra”, afirmó la agricultora de Comerío.


Algunas de las agricultoras que participan en el proyecto.


El equipo de educadores que ofrecerá el adiestramiento, junto con el rector Jorge Iván Vélez Arocho (centro) y el decano de Ciencias Agrícolas, John Fernández Van Cleve, a su izquierda.

Fotos suministradas