Estudian los recursos humanos en Puerto Rico
Por Idem Osorio
iosorio@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 18 de mayo de 2007

La planificación de recursos humanos contribuye a organizar el talento que un País necesita para generar conocimiento y transformar su economía, un proceso que en Puerto Rico no ha ocurrido. Así se desprende del estudio que realizó el doctor Ángel L. Rivera Aponte, y que presentó el pasado 1 de mayo en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) durante la conferencia semestral del departamento de Economía y su revista Ceteris Paribus.

Rivera Aponte, quien fue secretario de Hacienda y actualmente es catedrático auxiliar de la Escuela Graduada de Administración Pública del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), tuvo a su cargo la ponencia Planificación de recursos humanos en Puerto Rico: por género, escolaridad, ocupación e industria.

“La mayor parte de los economistas y planificadores en Puerto Rico afirma que el recurso humano constituye el recurso más importante de nuestro País, sin embargo valdría la pena preguntarse si la forma en que se ha manejado su planificación y la política pública relacionada con el mismo está a tono con la importancia que se le adjudica”, anticipó el doctor Leandro Colón, del departamento de economía, durante la apertura.

Precisamente, con la interrogante de que haya ocurrido tal planificación y si existen suficientes bases de datos sobre el tema en el País, Rivera Aponte comenzó su investigación. Su propósito era, según explicó, “analizar los cambios de estructura ocupacional e industrial de empleo en Puerto Rico y ofrecer un modelo que sirva de base para integrar planificación económica con la planificación de recursos humanos”.

Encontró que no habían estudios empíricos actualizados sobre los recursos humanos en Puerto Rico y que la poca información que existía era del 1960. “Lo que buscábamos era determinar cuál fue el cambio en la actividad industrial y los cambios del mercado laboral nacional”, reveló el conferenciante al tiempo que expecificó que su interés particular era analizar ese mercado laboral por género y salario.

Rivera Aponte explicó que en la metodología que utilizó se analizaron los datos generados del censo poblacional puertorriqueño de 1960 hasta el 2000, en específico los grupos ocupacionales principales por nivel de participación, escolaridad y brecha salarial. En el transcurso de su ponencia, presentó varias gráficas que muestran la tasa anual de empleo en Puerto Rico y el aumento en la participación femenina en el mercado laboral durante ese periodo, entre otros datos.

“Nos preguntamos ¿existe verdaderamente una brecha laboral? En el estudio que realizamos de 40 años encontramos que la brecha se ha reducido en la Isla, sin embargo existen diferencias significativas: los hombres ganan más que las mujeres”, aseguró a la vez que aclaró que existen ocupaciones en las que la mujer puertorriqueña gana más que su contraparte.

A nivel de sectores industriales, el catedrático informó que el por ciento total de empleos para las cuatro décadas analizadas refleja un descenso en la agricultura y a su vez un aumento en las áreas de comercio, finanzas, seguros, servicios y empleos en el gobierno. Agregó que el sector de manufactura es el “corazón de la economía local”, si se considera cada millón de dólares en producción versus empleos generados.

El conferenciante presentó un desglose de los distintos tipos de empleos en cada sector laboral. “Cuando analizamos, por ejemplo, dónde están los profesionales de este País vemos que se encuentran en el servicio público. La mayor cantidad de doctores con Ph.D., abogados, médicos está en el gobierno”, reveló.

Agregó que como parte de la investigación se crearon modelos de proyección hasta el 2010 que pronostican que se va a generar un aumento de 1.6 por ciento en los empleos en Puerto Rico, esto es, “siempre y cuando se tengan en consideración las estrategias de política pública y los aspectos integrados a lo social y económico”.

El catedrático subrayó que precisamente la poca integración de los sectores industriales con políticas de capital humano y de desarrollo económico han causado cambios en la estructura industrial del empleo. Destacó entre éstos, la poca atracción de empleos del sector industrial; la sustitución de empleos de género femenino versus masculinos; la disminución entre empleo y producción agrícola; y el aumento de empleos en el sector de servicios.

“En Puerto Rico no ha existido una planificación adecuada de los recursos humanos integrada a la economía”, advirtió Rivera Aponte al esbozar así la conclusión principal de su investigación.

Ante esa realidad, reiteró que las universidades tienen el reto de generar estrategias, moverse hacia las realidades del mercado laboral en el País y “comprender cúales son las competencias que tienen los patronos y cuál va a ser el desempeño de ese individuo que se incorpora al mundo laboral”.

Además, recomendó utilizar los bancos de datos del País para convertirlos en información relevante para la toma de decisiones. Asimismo, apuntó que el departamento de Trabajo debe establecer estrategias para que sus datos estén organizados por ocupación, género y salario.

“El gobierno de Puerto Rico debe comenzar a mirar estudios con bases científicas y con resultados que puedan agilizar estrategia de desarrollo económico, político y social. Actualmente, se habla en Puerto Rico de cómo generar empleo. Éstas son las cosas que tienen que conocer la Cámara (de Representantes) y el Senado de este País”, puntualizó.


El doctor Ángel L. Rivera Aponte fue el orador de la conferencia semestral del departamento de Economía y su revista Ceteris Paribus.


La ponencia abarcó un estudio sobre la planificación de recursos humanos en Puerto Rico.

Fotos Carlos Díaz/Prensa RUM