Seguridad en las playas
Por Margarita Santori López
msantori@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 29 de junio de 2007

En Puerto Rico se ahogan cerca de 50 personas al año. La mitad de estos casos ocurre en las playas y el resto en ríos, lagos y piscinas. Esta cifra, comparada con la de Daytona Beach en Florida que recibe seis millones de bañistas anuales y reporta un ahogamiento, es alarmante, según aseguró Ruperto Chaparro, director del Programa Sea Grant de la Universidad de Puerto Rico con sede en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).

Cuando el director del departamento de Playa de Daytona le cuestionó a Chaparro cuántas personas se ahogaban al año en las playas de Puerto Rico y él le contestó 25, éste le preguntó si todavía la gente iba a la playa y si aún los turistas las visitaban. “Ahí me di cuenta que realmente es una cifra alarmante”, afirmó el director de Sea Grant en el programa radial Foro Colegial. Según Chaparro, de los 25 ahogamientos, ocho suelen ser turistas.

La seguridad en las playas depende de varios factores, entre ellos, la disponiblidad de guardavidas o salvavidas. De hecho, según el experto en recreación marina, parte del éxito de Daytona es el excelente servicio de los guardavidas quienes realizan de tres a cuatro mil rescates al año.

“En Puerto Rico sólo tenemos salvavidas en los balnearios públicos que se establecieron en zonas de aguas llanitas y calmadas, pero ahora la gente visita todo tipo de playas y practica otros deportes. Esto produce un aumento en las muertes por ahogamiento”, sostuvo el especialista en recreación marina y turismo.

Recalcó que a pesar de que Puerto Rico es un archipiélago rodeado de agua, la mayoría de las personas no sabe nadar ni tiene las destrezas para sobrevivir en caso de emergencia.

“Cuando visitas un país europeo o los Estados Unidos, te das cuenta que enseñan natación en las escuelas. En Puerto Rico casi ningún municipio tiene piscina y esto produce unas deficiencias porque las personas no pueden tomar clases para desarrollar esas destrezas en el agua”, afirmó el director al tiempo que aseguró que esto influye en el aumento de ahogamientos y en que se pierda una gran variedad de oportunidades recreativas. “Si no saben nadar, no pueden ir a bucear, ir snorkeling, surfing y otras actividades acuáticas”, subrayó.

Señaló que el Programa Sea Grant ha coordinado una reunión con el presidente de la United States Lifesaving Association (USLA), organización que certifica a los salvavidas en los Estados Unidos, para presentar recomendaciones a la Junta de Playas de Puerto Rico. El Secretario del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales preside esta Junta en la que hay representación de la mayoría de las agencias que tiene ingerencia en el manejo de las playas en la Isla, tales como la Policía, ARPE, la Compañía de Turismo, la Junta de Planificación y la Junta de Calidad Ambiental, entre otras.

“La idea es que cuando venga el personal de USLA visitemos algunas playas, entrevistemos algunos salvavidas y veamos las instalaciones y los servicios que se ofrecen para llevar el mensaje a los directores de la Junta de Playas”, aseveró Chaparro, quien es miembro de esa organización.

Asimismo, comentó que el Departamento de Recreación y Deportes trabaja en una campaña educativa con el nadador Chayanne Vasallo para enseñarle destrezas en el agua a los niños y al público en general. “Si la persona cae en una piscina o es arrastrada a una área honda en la playa, que pueda salir”, subrayó.

Chaparro propone que se establezca un Cuerpo de Guardavidas en la Isla y que el gobierno invierta más en el manejo de las playas. “La ley que creó la Junta de Playas dice que no cuenta con un presupuesto, pero para manejar una atracción o actividad, necesitas dinero para tener empleados, ofrecer unos servicios y mejorar las instalaciones. No podemos seguir abusando de una atracción natural como las playas sin ofrecerle el manejo y protección adecuado pues al degradarla ponemos en riesgo una gran cantidad de oportunidades, recreativas y económicas así como un habitáculo esencial para muchas especies marinas y costeras”, reiteró.

Señaló que Puerto Rico tiene playas de primera categoría con arenas blancas y aguas cristalinas que pueden representar muchas oportunidades económicas y recreativas para el País.


Cuando calienta el sol

Por otro lado, Chaparro indicó que el impacto del sol en la piel, particularmente en verano, ha llevado a Sea Grant a considerar una campaña educativa sobre el cáncer en la piel que trabajarán junto con las Escuelas de Medicina de la UPR y de la Universidad Católica de Ponce.

Resaltó que este esfuerzo es coordinado por la doctora Yasmin Detrés y en el mismo también colabora el departamento de Ciencias Marinas del RUM.

“Es importante que las personas aprendan a que hay que protegerse y utilicen bloqueadores solares, la ropa adecuada y no estén expuestos al sol en las horas más fuertes, entre 10:30 a.m. a 4:00 p.m.”, relató.

Agregó que esto también aplica a las personas que trabajan al aire libre como los policías, obreros de construcción, salvavidas, ciclistas, entre otros. “Deben utilizar bloqueador solar”, insistió.


Muchos bañistas en Puerto Rico no saben nadar.


El surfing es uno de los deportes que se practica en nuestras playas.


Las construcciones a la orilla del mar atentan contra esta atracción natural.


Las playas de Puerto Rico son de primera categoría, con arenas blancas y aguas cristalinas.

Fotos: suministradas