Décadas en el océano colegial
Por Mariam Ludim Rosa Vélez
mariamludim@uprm.edu
PRENSA RUM

jueves, 11 de octubre de 2007

El Colegio es un gran barco que navega surcando el mar del conocimiento. Para lograr un viaje exitoso, el rol de cada uno de los componentes de la tripulación es esencial. Desde el electricista hasta el profesor; el contable y el decano; el guardia y la secretaria… todos cumplen una misión: asegurar la calidad del quehacer universitario.

Ya algunos han navegado por dos o tres décadas en las aguas institucionales del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) y su compromiso fue reconocido en una ceremonia organizada por la Oficina de Rectoría.

“Muchas felicidades a todos los universitarios que hoy cumplen 20, 25 y 30 y algunos de ustedes más”. Así inició el rector del RUM, doctor Jorge Iván Vélez Arocho su mensaje de felicitación a los casi 400 recursos humanos colegiales que durante los años 2006 y 2007 cumplieron esos años de labores en la institución.

Vélez Arocho compartió con los presentes una reflexión que había leído esa mañana sobre las lecciones que se pueden aprender de la historia de la construcción del arca de Noé.

En primer lugar, según leyó, uno debe asegurarse de no perder el barco. “Seneca decía que las oportunidades en la vida pasan rápido y si uno no las aprovecha no hay una segunda oportunidad”, sostuvo.

La segunda lección que compartió es que todos estamos en el mismo barco. “Si miramos el Recinto Universitario de Mayagüez, los estudiantes, personal no docente, y facultativos… todos estamos en el mismo barco”, afirmó.

Asimismo, indicó que es importante la planificación, no escuchar críticas, solo continuar con el trabajo, mantenerse en forma, construir el futuro en tierras altas, trabajar en equipo y que la velocidad no siempre es una ventaja.
“La siguiente me gustó mucho, cuando estés estresado flota un tiempo, date la oportunidad para flotar en la vida”, expresó.

El Rector instó a recordar que el arca fue construida por principiantes y funcionó mientras el Titanic lo elaboraron profesionales y se hundió. Finalmente, dijo que “no importa la tormenta, mientras estés con Dios siempre al final hay un arco iris”.


La experiencia de navegación

“Una chulería”. De esa forma y con su peculiar arte de expresión, describió el doctor Víctor Siberio, decano de Estudiantes su experiencia laboral en el Recinto.

Relató que comenzó a trabajar en el Colegio en el 1971. “En ese entonces se cobraba una vez al mes y ya el 24 o el 25 uno estaba que aullaba”, narró al tiempo que provocó carcajadas de los asistentes al homenaje.

En ese tiempo trabajaba como consejero de Ciencias Agrícolas. “Las cosas no estaban tan bien, yo tenía una cafetera y calentaba agua y le echaba chocolate sin leche”, expresó jocosamente al indicar que a esta fórmula le llamaba chocolate prieto.

“Las cosas han mejorado y mi experiencia es que trabajar en el Colegio es bueno y aunque se trabaja fuerte, no es tan duro como otras partes del universo”, señaló.

El doctor John Fernández Van Cleve, decano del Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) comenzó a trabajar en el RUM el primero de julio de 1977. A su juicio lo importante de la jornada estriba en hacer la diferencia.

“Miro la lista (de los empleados) y puedo decir que hemos contribuido a una mejor universidad desde el catedrático hasta el oficial de mantenimiento… y eso lo agradecemos”, indicó.

Listados de empleados y años de servicio
 
[
Ver] Empleados con 20 años de servicio
 [
Ver] Empleados con 25 años de servicio
 [
Ver] Empleados con 30 años de servicio


Ruperto Chaparro, director de Sea Grant recibió el certificado por llevar más de dos décadas de labores en el RUM. Su hermana, la decana Mildred Chaparro le ubica el prendedor conmemorativo. A la extrema derecha el rector, Jorge Iván Vélez Arocho.


El decano Víctor Siberio (izquierda), quien trabaja en el RUM desde el 1971 también fue reconocido por el rector, Jorge Iván Vélez Arocho (derecha).


Grupo de empleados que cumplieron 20, 25 y 30 años de labores en el Colegio.


La Orquesta de Cuerdas del departamento de Banda y Orquesta del RUM deleitó a los presentes con varias selecciones musicales.

Fotos: Carlos Díaz / Prensa RUM


Adiós a un tripulante

José Luis “Luchy” Arocho Vargas (Foto: suministrada)
Por 26 años fue uno de los integrantes de la embarcación colegial. Partió súbitamente en la madrugada del lunes, 24 de septiembre de 2007. José Luis “Luchy” Arocho Vargas, laboraba como contador en la Oficina de Proyectos Especiales del departamento de Finanzas.

Precisamente, su nombre figuraba en la lista de los recursos humanos que serían homenajeados por contar con más de veinte años de servicio de la institución. Aunque no logró estar en la actividad -que se llevó a cabo el martes, 25 de septiembre- su memoria se honró con un minuto de silencio y el reconocimiento de su compromiso laboral.

“Fue muy triste firmar el certificado de Luchy, no fue fácil y lo firmé aunque ya sabía de su defunción porque pensé que era un reconocimiento que él se merece y que su familia debe tener. Su fallecimiento es realmente una situación muy difícil, muy triste para nuestra institución. De igual manera, nos hace reflexionar que uno se enfrenta a la realidad de la brevedad y de la fragilidad de la vida”, sostuvo el rector Vélez Arocho durante la actividad conmemorativa.
Despedida colegial de Luchy.
(Foto: Carlos Díaz / Prensa RUM)

Por otra parte, la profesora Wilma Santiago Gabrielini describió a Arocho Vargas como “ una persona bien agradable que llevaba una sonrisa todo el tiempo y que nunca le decía que no a nada”. La decana ofreció las condolencias tanto a los familiares como los compañeros que representan la familia extendida, según indicó.

El Colegio se despidió de Luchy el miércoles, 26 de septiembre cuando decenas de sus compañeros y familiares se congregaron frente el edificio de Diego para honrarle por el deber cumplido.

Le dieron un fuerte aplauso y luego repicó desde el cielo hasta el mar el himno colegial. ¡Descansa, descansa!