Sylvia y Julia: dos mujeres en el tiempo
Por Idem Osorio
iosorio@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 18 de abril de 2008

Las poetas puertorriqueñas Julia de Burgos y Sylvia Rexach no sólo fueron artífices de un enorme legado cultural, sino almas paralelas en el espacio y el tiempo. A través de su poesía, sus canciones y su pasión por la palabra, sus voces plasmaron la intensidad de sus cortas, pero fructíferas vidas.

Con el propósito de resaltar esos vínculos y rendir tributo a ambas figuras, el Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) celebró recientemente un conversatorio sobre la obra de las escritoras.

Asimismo, la actividad sirvió como antesala al espectáculo músico-teatral Dos mujeres en el tiempo, en el que las actrices Ángela Meyer y Sharon Riley interpretaron a Julia de Burgos y Sylvia Rexach, respectivamente, en dos funciones nocturnas en el Anfiteatro Ramón Figueroa Chapel.

El evento inició en la mañana con la participación de los doctores Maribel Acosta Lugo, de ESHI, quien analizó la poesía de Sylvia Rexach; y José Antonio López, de Humanidades, cuya disertación enfatizó el legado musical de la compositora. Completó el panel la doctora Yvette López Jiménez, del Recinto de Bayamón de la Universidad de Puerto Rico, especialista en la poesía de Julia de Burgos.

Precisamente, para el director de Estudios Hispánicos, doctor Jaime Martell, uno de los logros del conversatorio fue integrar a los catedráticos en el homenaje a las poetas. “Esta actividad es muy significativa porque somos parte de una Facultad de la que circundan las artes y las ciencias. Para nosotros representa ese encuentro académico interdepartamental y nos honra que podamos incluso tener la participación de una profesora invitada de otro Recinto”, subrayó durante la apertura.

López Jiménez inició el panel con un análisis sobre el aspecto contestatario de la poesía de Julia de Burgos en el marco de su época y la relación con Sylvia Rexach en ese contexto. La catedrática recordó que la escritora Ángela María Dávila fue la primera en ver los lazos en el tiempo y en el quehacer artístico de las poetas.

“Quiero puntualizar la pertinencia que tiene hoy para las y los universitarios acercarnos a dos figuras ya distantes. Escoger a Sylvia y a Julia es reconocer la trayectoria de muchas mujeres en Puerto Rico, es saber cómo hemos llegado hasta hoy, es descubrir las dificultades que entrañaba la escritura, la canción, o la ciencia si quisiéramos, en un mundo en el que no había espacio para las mujeres”, reiteró López Jiménez.

Para la catedrática, Julia de Burgos se ha convertido en un mito y un ícono de la cultura puertorriqueña y su poesía es una voz de conciencia nacional que cuestionó el discurso cultural predominante. “La poesía de Burgos afianza su ser y su presencia negándose a ocupar los espacios sociales y discursivos asignados. Tal es el caso de las canciones de Sylvia Rexach”.

Por otro lado, la doctora Maribel Acosta Lugo estableció también los vínculos entre ambas escritoras. “A ellas las envuelve un halo de misterio, de escándalo, de leyenda como consecuencia de vivir con intensidad y decidirse por la palabra como elemento vital. Como resultado de esta lección, nos han dejado un legado de poemas innolvidables e imperecederos inspirados en el paisaje, el mar, las olas, los astros, la luz, la oscuridad. Le cantan al amor con una hondura difícil de igualar”, apuntó.

En su disertación, titulada Bajo el efluvio de la noche: una lectura surrealista de la poesía de Sylvia Rexach, la catedrática resaltó la trascendencia de su obra. “Aunque poco voluminosa si la comparamos con otros compositores, pero extensa si tenemos en cuenta su corta vida, su acervo musical le merece un destacado sitial en la tradición del bolero hispanoamericano. Asimismo, Sylvia Rexach ha dejado una huella indeleble en generaciones de puertorriqueños que han amado y llorado con el hechizo de sus composiciones”, añadió.

Acosta Lugo habló de los vínculos del quehacer artístico de la compositora con la vanguardia literaria, particularmente con el surrealismo. “Sylvia busca una expresión y comprensión del ser humano y del mundo a través de diversas vías de conocimiento, en especial aquellas ajenas a la razón. De esta forma, y a tono con el surrealismo, incorpora las sensaciones, la intuición, lo onírico, la experiencia sexual, lo irracional, el sub conciente y lo arbitrario, con lo que se opone a la idea de un tono lógico y deja la libertad como motivo y propósito de su escritura”, puntualizó.

Por su parte, el doctor José Antonio López, quien dicta los cursos de Apreciación musical y Cultura musical puertorriqueña en el Departamento de Humanidades, destacó la contribución de Sylvia Rexach como compositora y melodista.

“Se está haciendo justicia a una figura muy importante para nosotros y me parece que esto es un foro extraordinario para ayudar a los estudiantes a descubrir parte de la personalidad cultural tan rica que tenemos en Puerto Rico”, opinó al comienzo de su ponencia.

El catedrático relató que una estrecha amistad lo unió al compositor puertorriqueño Amaury Veray Torregrosa, la persona que –a su juicio– más conocía y podía describir a Sylvia Rexach. Agregó que gracias a ese vínculo conoció de primera mano muchos datos valiosos de la compositora, cuya obra recibió la influencia de dos personas muy cercanas: Veray Torregrosa y el guitarrista Tuti Umpierre.

De acuerdo con López, el mayor legado de Rexach es, sin dudas, el musical. “El fenómeno de Sylvia en términos de texto poético es valiosísimo. La pregunta es: ¿Sin texto, la música de Sylvia es valiosa? La música es un lenguaje al igual que el idioma, que lo comprendemos, admiramos las metáforas, las imágenes de la luna, de la noche, de lo introspectivo de Sylvia. No obstante, el lenguaje musical lo podemos escuchar, pero no necesariamente entender y analizar”, aseveró.

Agregó que la compositora se distingue por sus melodías complejas. “Lo que la hace especial es que recrea de forma inmediata una atmósfera, musicalmente hablando es un complemento melódico y armónico”, observó el catedrático al tiempo que comparó la canción de Sylvia, con un lied o género alemán del romanticismo en el que la canción se presenta con texto poético y es de carácter íntimo, “una de las mejores manifestaciones del romanticismo europeo”, concluyó.

López interpretó en la guitarra, junto a varios estudiantes del curso MUSI 4995, las canciones Yo era una flor y Nave sin rumbo de Rexach. El conjunto estuvo integrado por la cantante Pamela Padilla, el guitarrista René Boscio, el violinista Baldin Lloréns y John Morales, coreógrafo y bailarín de un lírico.


El conversatorio culminó con una presentación musical a cargo de estudiantes del curso MUSI 4995, que dicta el doctor José Antonio López.


El conjunto estuvo integrado por Pamela Padilla, René Boscio, Baldin Lloréns y John Morales.

Fotos por Carlos Díaz / Prensa RUM