investigación oceanográfica
Investigarán el fondo marino
Por Rebecca Carrero Figueroa
rebecca.carrero@uprm.edu
PRENSA RUM

viernes, 12 de septiembre de 2008

El Dr. Wilford Schmidt explica que las fosas en general no han sido estudiadas. La Fosa de Puerto Rico es la más profunda del Océano Atlántico y se localiza entre las placas tectónicas del Caribe y la norteamericana.
El Dr. Wilford Schmidt explica que las fosas en general no han sido estudiadas.
Foto: Juan García / Prensa RUM
La Fundación Nacional de Ciencias (NSF, por sus siglas en inglés), otorgó una dádiva de $108 mil dólares que permitirá investigar la Fosa de Puerto Rico en un periodo de tres años. El equipo de investigadores es uno multidisciplinario e incluye la participación del doctor Wilford E. Schmidt, investigador científico y catedrático asociado del Departamento de Ciencias Marinas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). El doctor Schmidt también trabajará con representantes del Scripps Institution of Oceanography y el J. Craig Venter Institute, ambos de La Jolla, California.

“Comenzaremos por investigar los microorganismos presentes en la parte más profunda de la Fosa de Puerto Rico, la séptima de mayor profundidad en el mundo, tanto como la altura del Monte Everest”, indicó Schmidt.

Hasta el momento, muy poco se conoce acerca de las fosas en el océano. En cuanto a la Fosa de Puerto Rico, explicó que ésta es la más profunda del Océano Atlántico y se encuentra localizada a poca distancia de la costa norte de la Isla. Se le ubica entre el límite de dos placas tectónicas, la del Caribe, que se mueve hacia el Este, y la norteamericana, que lo hace hacia el Oeste. Estos “choques” son los que explican la presencia de volcanes activos en el sureste de las Antillas.

De acuerdo con el catedrático, este proyecto multidisciplinario incluirá la colaboración de expertos en disciplinas como física, geología, química e ingeniería. Lo novedoso de la iniciativa es que mediante un aparato desarrollado en el RUM, se podrá investigar el ambiente del fondo marino. Además, ésta es la primera ocasión en que la NSF otorga un galardón enfocado en la investigación de fosas marinas.

“Inicialmente tomaremos muestras del fondo de la fosa marina de Puerto Rico. Luego, filtraremos el agua para identificar los microorganismos presentes y determinar si existe alguna diferencia que se pueda atribuir a que éstos se encuentran bajo condiciones de presión extremas. Esto, lo haremos mediante el análisis de su DNA”, indicó el investigador.

Anteriormente, este tipo de estudios requería planificar con al menos dos años de anticipación y utilizar grandes embarcaciones e instrumentos capaces de descender al fondo del mar. Esta operación resultaba muy compleja y costosa. Lo que propone el científico es que, mediante el uso de un nuevo aparato que no requiere un cable extenso, se pueda lanzar desde un pequeño bote sin tener que incurrir en altos costos.

De acuerdo con Schmidt, existen muy pocas investigaciones de la Fosa de Puerto Rico y de las fosas en general. “Ésta es una oportunidad para convertirnos en los líderes a nivel mundial en el estudio de las fosas”.

Las muestras permitirán medir la temperatura, velocidad, presión y las corrientes del mar. “Esto cobra mayor importancia ante el cambio climático, ya que los océanos actúan como el termostato de la Tierra”, afirmó.

El proyecto también contará con la colaboración del profesor Francisco Rodríguez y la estudiante Deborah Pagán, ambos del Departamento de Ingeniería Mecánica.

El experto confía en que este proyecto hará del RUM un centro de investigación de las profundidades oceánicas.

Este aparato, desarrollado en el RUM, permitirá investigar el ambiente del fondo marino e identificar si las presiones extremas afectan en algo a los microorganismos marinos.
Este aparato, desarrollado en el RUM, permitirá investigar el ambiente del fondo marino e identificar si las presiones extremas afectan en algo a los microorganismos marinos.

La dádiva otorgada por la NSF, consiste en $108 mil dólares para investigar la fosa puertorriqueña en un periodo de tres años.
La dádiva otorgada por la NSF, consiste en $108 mil dólares para investigar la fosa puertorriqueña en un periodo de tres años.

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