Volúmen 6 (2006)

“El pensamiento económico y legal de Freidrich A. Hayek” Por Dr. José González Taboada

 Datos biográficos

Friedrich (o Freidrich) A. Hayek nació el 8 de mayo de 1899 en Viena, Austria y murió el 23 de marzo de 1992. Fue profesor en prestigiosas universidades de Europa, principalmente en Alemania, el Reino Unido y Estados Unidos (Universidad de Chicago). Recibió el Premio Nobel de Economía en 1974. Publicó 130 artículos y 25 libros en áreas tan diversas como economía, psicología, filosofía y antropología, entre otras. Fue originalmente, mientras estudiaba en la Universidad de Viena, un socialista, discípulo de Friedrich Wieser. Pero poco tiempo después, influenciado por Ludwig Von Mises, quien publicó una fuerte crítica del socialismo en 1922, Hayek renegó de sus ideas socialistas.

Mises había publicado en 1912 su libro La teoría del dinero y el crédito, la que Hayek refinó en varios estudios que culminaron en 1929 con su primer libro, Teoría monetaria y el ciclo de negocios. En el mismo, Hayek analizó los efectos de la expansión del crédito en la economía. Su tesis era que la expansión del crédito a través de la reducción artificial de las tasas de interés llevaría a los empresarios a invertir en negocios no rentables y a una mala coordinación de los planes de producción y consumo. Tanto en The Road to Serfdom como en Law, Legislation and Liberty, Hayek habla de un orden o sistema espontáneo (o auto generable) que funciona adecuadamente siempre y cuando la intervención gubernamental se reduzca al mínimo necesario. Aplicando la tesis de Hayek, en ese sistema espontáneo, las tasas de interés deben dejarse fluctuar con las fuerzas del mercado y sin intervención gubernamental (como la que hoy día realiza la Junta de la Reserva Federal y que Hayek llamaría “artificial”).

Las ideas de Hayek lo colocaron en oposición a las de quien es, quizás, el más famoso economista del siglo XX, John Maynard Keynes. De acuerdo a Boettke, el debate Hayek-Keines fue quizás el más fundamental debate del siglo XX. Keynes defendía la intervención activa del gobierno. Su tesis fue aceptada ampliamente tanto en Inglaterra como en Estados Unidos, donde el presidente Richard Nixon, quien a principio de lo 70 congeló los precios y los salarios tratando de “enderezar” la economía y reducir la inflación, se declaró Keynesiano. Medidas similares tomó en Puerto Rico el gobernador de aquel entonces, Rafael Hernández Colón.

Keynes “ganó” el debate a Hayek ante la opinión pública y esto hizo que Hayek perdiera prestigio. Esto no impidió, sin embargo, que Hayek redirigiera sus energías hacia otro gran debate: los defectos del socialismo. Aquí “nadaba contra la corriente” pues los “intelectuales” de la época estaban convencidos que el socialismo era la onda del futuro, que era “inevitable” y que sólo un reaccionario podía ir contra esa corriente.

En 1944 Hayek publicó The Road to Serfdom3 (Camino al servilismo) donde planteó la tesis de que un sistema socialista (de economía planificada), al carecer de un mecanismo de precios, no podría determinar cuáles posibilidades de producción eran económicamente viables. Esto sería, según Hayek, la falla fatal del socialismo. Argumentó además en su libro que un régimen socialista no tendría otra alternativa que convertirse en un régimen totalitario. Según Hayek, el totalitarismo no es un mero accidente histórico resultante de una pobre selección de líderes bajo un régimen socialista sino que es el resultado lógico de la planificación que caracteriza a dicho sistema.

En su trayectoria intelectual y profesional, Hayek defendió el retorno a los valores del liberalismo del siglo XIX. Destacó que los precios del mercado (término técnico para lo que Hayek llamaba el orden o sistema espontáneo) eren esenciales para aglutinar el conocimiento (para 1979 prefirió el término información en lugar de conocimiento) que de otra manera se mantendría disperso e inaccesible. Si se trataba de reemplazar o controlar el mercado, surgiría un problema de información. Hayek también advirtió del peligro que representaba otorgar poderes discrecionales a unos pocos. Lo que comenzaría como planificación económica por parte del gobierno, posiblemente por parte de personas bien intencionadas, a la larga resultaría en totalitarismo.

Para la década de los 60 Hayek, ya en Alemania, comienza a desarrollar su teoría del orden o sistema espontáneo de actividad económica y social. Quiere reconstruir la teoría del liberalismo social (liberalismo según se concebía en Europa en el siglo XIX y no como se concibe hoy día en Estados Unidos) y proveer una visión de cooperación social entre hombres libres. En sus últimos trabajos, Hayek extendió el concepto de orden espontáneo al desarrollo de las reglas legales y morales. El imperio de la ley (en inglés the rule of law) es, según Hayek, la base (en inglés foundation) necesaria para la coexistencia pacífica. Para Hayek, la ley no es lo mismo que la legislación. Esto lo distingue de los positivistas como Hume. La ley de Hayek consiste de reglas generales de buena conducta que son producto de la evolución cultural y del conocimiento (o información) que los individuos adquieren a través de los tiempos por tanteo y error (trial and error). Igual que el mercado – para Hayek – la ley surge espontáneamente, producto de las acciones humanas pero no del diseño humano.

Al resumir la vida y la obra de Hayek, Boettke señala que un gran erudito (scholar) se define no tanto por las respuestas que provee sino por las preguntas que hace. Para Boettke, Hayek hizo 3 las preguntas correctas. Si tuviera que describir a Hayek en pocas palabras, yo diría que fue un paladín del individualismo, la plena libertad y la libre empresa. Si Nixon se declaró Keynesiano, Ronald Reagan pudo fácilmente haberse declarado Hayeksiano. Reaganomics, en su concepto puro, era realmente Hayeknomics.

“Ponencia ante la Comisión de Hacienda y Asuntos Financieros Cámara de Representantes de Puerto Rico P. de la C. 2193 (Nuevo sistema tributario para P.R.) 30 de marzo de 2006” Por Lcdo. Carlos A. Frontera Santana y Dr. Edwin Irizarry Mora

Resumen

Comparecemos ante ustedes para presentar nuestras recomendaciones en torno al P. de la C. 2193, cuyo propósito, en síntesis, es sentar las bases para un nuevo sistema tributario en nuestro país. Debemos comenzar agradeciéndole al Presidente de esta Comisión su cordial invitación para expresarnos sobre un tema de tanta importancia para nuestro futuro colectivo.

El año pasado, cuando comparecimos ante esta honorable Comisión, no existía un proyecto de ley, sino una Resolución sobre la cual distintos sectores de opinión ofrecimos nuestras recomendaciones. Ahora tenemos un proyecto de ley que expone detalladamente una visión particular sobre lo que, a juicio de sus autores, debe constituir una reforma contributiva.

Nuestra presentación en el día de hoy consistirá de comentarios sobre aspectos específicos dentro del tema amplio de la reforma. Además, propondremos recomendaciones sobre asuntos que han sido traídos ante la consideración de esta Comisión por portavoces de otros sectores. En ánimo de ahorrarle tiempo al señor Presidente, evitaremos ser redundantes en lo que concierne a aspectos en los cuales enfatizamos durante nuestra comparecencia el año pasado.

“El derecho al desarrollo: dónde estamos, hacia adonde vamos” Por Prof. Carlos Fortin

Resumen

El derecho al desarrollo es el más reciente de los derechos humanos reconocidos por las Naciones Unidas. Su proclamación tuvo lugar en diciembre de 1986 con la aprobación por la Asamblea General de la resolución 41/128, titulada Declaración sobre el Derecho al Desarrollo, que en su artículo uno dice, y cito:

El derecho al desarrollo es un derecho humano inalienable en virtud del cual todo ser humano y todos los pueblos están facultados para participar en un desarrollo económico, social, cultural y político en el que puedan realizarse plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales, a contribuir a ese desarrollo y a disfrutar de él.

“Un modelo de Estimación de la Probabilidad de una Recesión para Puerto Rico” Por José I. Alameda Lozada, Ph.D.

Resumen

La predicción de los eventos económicos siempre ha sido uno de los mayores retos para los científicos sociales, en especial para los economistas, los cuales han intentado pronosticar los precios de las materias primas, las acciones, entre otros fenómenos económicos. Uno de esos eventos que siempre ha sido objeto de investigación empírica con el propósito de pronosticar su presencia ha sido las recesiones. Siendo las recesiones fenómenos únicos dentro de cada ciclo económico, los economistas han tratado de desarrollar indicadores o modelos estadísticos para sus pronósticos.

Para la década de los 1950, surgen los primeros intentos serios de la creación de instrumentos de medición del ciclo y de pronóstico de los puntos de inflexión (“turning points”) del ciclo. Los mismos fueron por medio de la confección de tres tipos de indicadores: el Índice Coincidente, el Índice Líder (“Leading Indicator”), y el Índice Rezagado (“Lagging Indicador”). Los mismos fueron desarrollados por el U.S. Department of Commerce, y publicados en el Survey of Current Business y en el Handbook of Business Cycles. Una mención obligada en este momento debe caer sobre la figura del economista Geoffrey Moore, el cual es considerado como el “padre” de estos indicadores cíclicos. Estos indicadores son compuestos de varios índices o medidores de la actividad económica, pero agrupados por aquellos que coincidían con el ciclo; otros que se adelantaban a los puntos de inflexión, y por último, aquellos que se rezagan a estos puntos mencionados. A esta tradición se incluye la institución del Conference Board, la cual computa indicadores similares para las economías industrializadas.

Desde la década de los 1980, pero con más énfasis en los 1990, un grupo de economistas desarrollaron varios modelos de pronósticos de las recesiones pero por medio de lo que llamaron la probabilidad de una recesión. El trabajo pionero del mismo fue desarrollado por Salih Neftci (1982) usando un modelo de probabilidad secuencial no-lineal de un indicador coincidente. A estos esfuerzos se unieron Diebold y Rudebusch (1989) que proveyeron un método de inferencia de la verosimilitud de una recesión inminente.

Sin embargo, en la década de los 1990 hubo un auge significativo no tanto en cantidad sino en la calidad de la medición, sin menospreciar los esfuerzos previos. El trabajo de los economistas James Stock and Mark Watson para el National Bureau of Economic Research (NBER), institución que tiene tradición centenaria en investigaciones asociadas a las series de tiempo y la determinación de las fechas de referencia de los ciclos económicos en Estados Unidos. Estos economistas, por medio de un modelo econométrico sofisticado, crearon no sólo la probabilidad de un recesión dentro de unos seis meses (“six months ahead”), sino también, incluyeron una similar con variables monetarias. A principios del 2001, Stock y Watson incorporaron un índice de recesión contemporáneo. Otro estudio a principio de los 1990 fue presentado por el economista James Hamilton de la Universidad de California en San Diego pero usando la técnica estadística de Markov-Switching .

De otra parte, los economistas del Banco de Reserva de Nueva York, Arturo Estrella y Frederick Mishkin, a mediados de los 1990, fueron los pioneros en utilizar la curva de rendimiento a la línea de estimación de la probabilidad de una recesión, esta vez, en un modelo Probit. El modelo de estimación de la probabilidad de Estrella y Mishkin, ha tenido una buena aceptación por parte de la comunidad académica tanto por su base metodológica de estimación—el modelo binario Probit–como la disponibilidad de las estadísticas que miden el nivel de actividad económica y financiera—la curva de rendimiento, los indicadores de la bolsa de valores, la oferta monetaria, entre otros.

Siguiendo a Estrella y Mishkin, el pronóstico de una recesión en Estados Unidos se asocia primordialmente a la pendiente de la curva de rendimientos (“yield curve”). La curva de rendimiento, entonces, pasa a ser no sólo un instrumento útil para el estado de la economía, pero a la vez, es uno ampliamente conocido en el mundo de las finanzas pues asocia las tasas de rendimiento de los valores de corto vencimiento con aquellos del largo vencimiento. Una curva de rendimiento con pendiente positiva implica que las tasas de corto plazo son inferiores a aquellas del largo plazo1.

En el esquema 1 se muestra la estructura de la curva de rendimiento y el estado probable del ciclo económico. Por lo regular, las economías que se encuentran en expansión exhiben una curva de rendimiento con pendiente positiva. Sin embargo, una vez la economía comienza a desacelerarse, la curva de rendimiento tiende a convertirse en horizontal. Esto es, las tasas del corto plazo comienzan a subir y así, igualarse a aquellas del largo plazo. Si por el contrario, la economía se encuentra en recesión, la curva de rendimiento exhibe pendiente negativa, lo que implica que las tasas de corto plazo superan a aquellas del largo plazo. Muchos economistas han propuestos modelos teóricos para explicar las causas de esta asociación, las cuales serán discutidas posteriormente.

En este trabajo aplicamos el modelo de estimación de Estrella-Mishkin para estimar la probabilidad de una recesión para la economía de Puerto Rico. Puesto que Puerto Rico posee una economía ampliamente integrada a la de Estados Unidos, postulamos que el ciclo económico de la última se habrá de sentir en la nuestra, aunque con las diferencias regionales inherentes al estado de la estructura productiva y tecnológica de la economía de Puerto Rico en un momento histórico dado. Puesto que la economía de Puerto Rico se integra al sistema financiero de Estados Unidos, las condiciones particulares de las tasas de interés y la política monetaria, serán condicionantes de las ejecutorias de la economía local. Siendo la economía de Puerto Rico una de carácter regional, podemos postular que la determinación del ciclo económico local es un fenómeno asociado a los precios de los insumos, flujos de capital, tecnología, mano de obra y mercado de dinero de los Estado Unidos.

“Turismo Sostenible en Porta del Sol” Por Ivonne Díaz, Ph.D. y Jeffry Valentín Mari, Ph.D.

Resumen

El turismo es una de las industrias más grandes del mundo, en términos del valor de la producción. Ésta genera alrededor del 7% de todo el empleo, 5% de todos los ingresos y 8% de las exportaciones mundiales.1 De acuerdo a la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el año 2004, el turismo internacional experimentó una recuperación extraordinaria, luego de registrar tres años de estancamiento.2 Para ese año, las llegadas de turistas internacionales alcanzaron cifras sin precedentes de 763 millones de pasajeros, un crecimiento de casi 11% desde 1980. Un 52% de los viajes se realizó por motivo de ocio y vacaciones. Por otro lado, el 45% del turismo internacional se llevó a cabo por carretera, mientras que el 43% se realizó por vía aérea y el 7% por vía marítima.

Para el 2004, los ingresos mundiales del turismo crecieron en 9%, casi a la par con la llegada de turistas internacionales, luego de haber disminuido durante los tres años anteriores. En términos absolutos, los ingresos registrados fueron de $623,000 millones de dólares. Según los datos de la OMT (2005), en el año 2004, Puerto Rico recibió 3,541,000 pasajeros, un aumento de 9.4% desde 2003.

El ingreso por concepto del turismo internacional en Puerto Rico fue de $3,024 millones de dólares, un aumento de 13% desde el año 2003. La OMT estima que las llegadas de turistas internacionales registrarán un crecimiento anual promedio de 4.1% en las próximas dos décadas, sobrepasado el total de mil millones de viajeros internacionales en el año 2010 y alcanzando la cifra de 1,600 millones en el año 2020.

“Ponencia de la Profesora Nilsa de los Ángeles Velázquez Matos ante la Cámara de Representantes De Puerto Rico sobre la economía del conocimiento” Por Nilsa de los Ángeles Velázquez Matos

Resumen

La economía de Puerto Rico podría ser muy exitosa siguiendo la estrategia de desarrollo de una economía basada en el conocimiento. Una de las precondiciones para implementar este modelo es precisamente adecuar el entorno legal-institucional para promover esta estrategia de desarrollo económico. En ese contexto, el Proyecto de la Cámara de Representantes 2769 del 21 de junio de 2006 ofrece la oportunidad de impulsar real y exitosamente esta nueva estrategia de desarrollo en Puerto Rico. Agradezco la oportunidad de contribuir a la evaluación de su proyecto aportando algunos elementos conceptuales generales, así como algunas referencias para apoyar la legislación y propiciar el desarrollo económico y social que se ha propuesto.