1. Organiza tu curso por lecciones
Es importante que el curso se divida en partes más pequeñas que tengan un principio y un final. Esto permite a los estudiantes adquirir un sentido de logro cada vez que terminan una parte del curso. Las lecciones pueden contener varios temas relacionados o ser de un solo tema. Una forma de verlo es por el tiempo que duran. En un curso de un semestre hay 45 horas de contacto. Esas son 15 semanas de clase a 3 horas por semana. Puedes dividir tu curso en 15 lecciones, o sea una por semana.
2. Incluye una descripción y objetivos
Incluye una descripción breve de cada lección. Eso permite al estudiante leer con que tema o temas se encontrará en cada una. También es importante que cada lección tenga objetivos claros redactados con acciones observables y medibles. Esto quiere decir que debes pensar en que pretende lograr esa lección y que esperas que el estudiante haga luego de la misma. Redactar los objetivos está bien relacionado a las actividades de evaluación y avalúo de la lección. Por ejemplo si escribes en los objetivos, “durante esta lección los estudiantes discutirán…”, es claro que la lección debe tener una tarea de discusión.
3. Incluye objetos de aprendizaje con conceptos centrales
Cada lección debe tener uno o más objetos de aprendizaje con conceptos centrales. Podemos definir que un objeto de aprendizaje es un documento que presenta el contenido que se espera que el estudiante domine sea de forma indirecta o directa. Estos objetos puede ser desde una imagen, gráfica, diagrama; hasta texto, audio, video o una simulación. Es importante que verifiques que cada objeto que utilices pueda ser visualizado en la mayor cantidad de dispositivos electrónicos posibles.
4. Mantén los objetos de aprendizaje breves y directos
Es importante que contemples y evalúes el tipo de estudiante que participa en tu clase. Está probado que entre más jóvenes son los estudiantes menor el tiempo de atención que tienen. Por ejemplo para los videos la práctica común es un minuto por cada grado escolar. Si aplicamos eso a nivel subgraduado un video no debe durar más de 20 minutos. Las investigaciones mencionan que los estudiantes prefieren 5 videos de 5 minutos que uno solo de 25 minutos. Es buena práctica subdividir los objetos. Una presentación electrónica se puede medir a base de 1 a 3 minutos por slide. Es quiere decir que una presentación de 15 slide, el estudiante puede tardar entre 15 a 45 minutos.
5. Usa comprobaciones de consumo
Cuando utilizamos SGA la forma de evaluación y avalúo puede ser optimizada. Es importante que en cada lección tengamos alguna estrategia para saber si el estudiante leyó, vio o escuchó el material provisto. El uso de pruebas cortas se puede convertir en una estrategia de enseñanza en lugar de una de evaluación. Puede brindar más de una oportunidad al estudiante para tomar la prueba. Eso motiva al estudiante a repasar el material, si fue que no obtuvo la puntuación que el esperaba. Estas pruebas cortas pueden tener un peso menor en la calificación final de la clase en comparación con los exámenes, trabajos y proyectos.
6. Desarrolla actividades de aplicación o discusión
Los SGA permiten entregar trabajaos que se realizan fuera del sistema de la misma manera que se hace en el salón de clases tradicional. En adición se pueden crear discusiones y foros donde los estudiantes hacen y contestan preguntas o reaccionan a argumentos, situaciones o problemas planteados. Estas son excelentes herramientas para motivar la comunicación y el aprendizaje entre pares. Las estrategias de evaluación que incluye estas dinámicas son más efectivas para probar aprovechamiento que el uso de pruebas y exámenes solamente. Cuando los estudiantes publican sus trabajos e ideas de manera que está bajo el escrutinio de todo el grupo, estos trabajos aumentan de calidad.
7. Crea foros como puntos de encuentro entre estudiantes
Podemos establecer una diferencia entre discusiones y foros. Para ambos se usa la misma herramienta. Pero llamamos discusiones a las tareas que serán calificadas, y foros a los lugares de encuentro donde los estudiantes se apoyan unos a los otros sobre una tarea que posiblemente es de mayor dificultad.
8. Usa rúbricas y listas de cotejo
Para cada tarea con calificación debe haber una rúbrica. Las instrucciones de toda tarea, incluyendo las pruebas, deben ser precisas y concisas. Las pruebas son consideradas instrumentos de evaluación y avalúo objetivos. Otras tareas como las discusiones no son tan objetivos. La estrategia para hacer de estas lo más objetivo y justo posible es se deben establecer criterios e indicadores claros de ejecución. Las rúbricas y listas de cotejo son fáciles de crear y duplicar en los SGA.
9. Incluye ejemplos de contestaciones a tareas
Cuando sea posible incluye ejemplos de contestaciones de las tareas. Que los estudiantes vean como se ve una contestación excelente a una tarea los ayuda a visualizar como realizar su trabajo. Esto disminuye las preguntas en los foros y las comunicaciones directas al profesor. Para todas las tareas no es posible compartir una contestación típica sin afectar el proceso de evaluación. Pero cuando sea posible inclúyelo.
10. Incluye el prontuario de la clase en tu curso
El prontuario o bosquejo de tu clase debe estar disponible 24×7 para los estudiantes. Debes discutirse con alguna estrategia, como un video y un foro para aclarar dudas sobre el mismo. Tu prontuario debe reflejar el contenido exacto de tu curso incluyendo las actividades de evaluación y un desglose de las actividades y tareas por semana con sus fechas. Recuerda que el prontuario será la principal herramienta que guiará al estudiante durante el curso en el SGA.
Referencias
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