El plan de MIP para el control del piche en las fincas se entregó a los agricultores en dos talleres, uno en Santa Isabel y el otro en Camuy.  Los datos de la pre-prueba administrada mostraron que los agricultores estaban muy bien informados sobre los conceptos básicos de la siembra de batata.  En Camuy, todos los participantes tenían pleno conocimiento del uso de trampas para monitorear las poblaciones de piche en la siembra desde la pre-prueba.  En Santa Isabel el 20% de los participantes aumentó su conocimiento sobre esta pregunta en la post-prueba. En ambos lugares, la pregunta donde los participantes tuvieron mayor desconocimiento fue que la fertilización de batata debe ocurrir tan pronto surjan los primeros brotes después de la siembra.  En Camuy, el 13% de los participantes incrementó sus conocimientos sobre las siguientes dos prácticas: cosechar antes de los 6 meses para prevenir el daño por el piche y no sembrar un segundo ciclo en el mismo campo después de la cosecha para reducir los daños por el piche y otras plagas. En Santa Isabel, desde la pre-prueba, todos los participantes estaban conscientes de que tener riego en la siembra evita que el piche llegue a la raíz y la dañe.  El plan de MIP que se compartió con los agricultores los ayudará a evitar pérdidas causadas por el piche y mejorará la producción de batata de calidad comercial para satisfacer la demanda local.