500 AÑOS DESPUÉS: CONVERSANDO SOBRE MARTÍN LUTERO
Por Dr. Jerry Torres Santiago
Departamento de Humanidades / UPRM
El 31 de octubre de 1517, un monje agustino de 38 años, fijó en la puerta de la iglesia del castillo de Wittenberg, capital del ducado de Sajonia, un documento con 95 Tesis o preguntas. No era un hecho extraordinario, pues dicha puerta servía de tablón de avisos de la Universidad de Wittenberg, en la cual los profesores colocaban invitaciones a debatir sobre cuestiones académicas. El monje, de nombre Martín Lutero, ese mismo día envió una copia del documento al arzobispo de Wittenberg, que las remitió al Papa Medici, León X. Ese fue el comienzo de una de las etapas fundamentales de la historia de Occidente, en la que Lutero y sus seguidores cuestionaron las bases de la fe cristiana.
Con esta introducción, comenzó la conferencia en conmemoración del quinto centenario de las 95 Tesis de Lutero, magistralmente dictada por el Dr. Luis O. Jiménez Rodríguez, doctor en teología y catedrático de ingeniería de nuestro Colegio. El salón 116 del edificio Luis de Celis resultó pequeño para la gran cantidad de estudiantes y docentes que se reunieron el pasado 16 de marzo de 2017 para escuchar al Dr. Jiménez Rodríguez disertar sobre la aportación de Lutero al humanismo actual. La suya fue una charla amena, profunda e iluminadora que aportó nuevas valoraciones a la figura de Martín Lutero, opacada por los mitos, la desinformación y el esquematismo. Jiménez nos presentó, por ejemplo, la deuda del pensamiento de Lutero con grandes pensadores católicos contemporáneos como Melanchton y Erasmo de Rotterdam. Junto con ellos, Lutero deseaba retornar a un cristianismo más auténtico y fiel a sus fundamentos bíblicos. La eventual separación de Lutero con la Iglesia ocurre, según Jiménez, por acontecimientos externos a la discusión teológica que entorpecieron el diálogo entre Lutero y la jerarquía católica.
Otro aspecto iluminador de la charla del Dr. Jiménez fue el recuento que hizo sobre la historia de los acercamientos entre la iglesia católica y la iglesia luterana después de la muerte de Lutero, con sus altas y sus bajas. Los más recientes acontecimientos de esa historia fue la Declaración de Augsburgo de 1999, en la que el Papa Juan Pablo II y el máximo jerarca de la iglesia luterana reafirmaron que la “justificación procede de la fe”, uno de los puntos centrales del pensamiento de Lutero. Asimismo, se mencionaron los gestos de reconciliación del actual Papa Francisco, como su participación en el quinto centenario de la iglesia luterana en Suecia donde oró junto al jefe de la Federación Mundial Luterana.
De vital importancia para el humanismo contemporáneo fue la descripción que hizo el Dr. Jiménez sobre lo que llamó “método de consenso diferenciado”. Describió este método como cuando dos partes en conflicto pueden llegar a unos puntos básicos de consenso sin que, por ello, desaparezcan las diferencias. Indicó que esto se logra cuando los que dialogan muestran respeto por el otro, tratan de entender sus puntos de vista y se esfuerzan por identificar lo que tienen en común, antes que sus diferencias.
La actividad terminó con un renovado interés de los asistentes en el tema de Lutero, por conocer el contexto histórico e ideológico en que surgió la Reforma, y en los procesos posteriores por llegar a la reconciliación. Lutero, junto a otras figuras del Renacimiento, planteó una mirada nueva a la realidad desde una óptica antropocéntrica y humanista. Hoy, cuando vemos el empoderamiento de fuerzas políticas retardatarias, que intentan acallar las humanidades recortando las ayudas o quitando subsidios para estrangular económicamente a instituciones culturales de larga trayectoria, se hace más necesario y urgente reflexionar sobre los grandes nombres de ese humanismo que se intenta destruir, una vez más.
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