Integridad académica en tiempos de pandemia
Prensa RUM
viernes, 9 de abril de 2021
Con la inserción ya hace más de un año de los cursos asistidos por la tecnología en un entorno marcado por la distancia y la falta de un contacto directo entre estudiantes y profesores, el ámbito educativo ha enfrentado arduos retos, ante la crisis causada por el COVID-19. Uno de ellos está relacionado con la integridad académica, tema sobre el cual giró un reciente foro en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
Organizado por el Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencia Aplicada (CoHemis), el evento virtual, titulado Integridad académica en tiempos de pandemia, se llevó a cabo el pasado 25 de marzo, ante una audiencia de alrededor de 70 personas, en su mayoría docentes y estudiantes. Como ponentes, participaron los doctores Héctor J. Huyke, catedrático retirado del Departamento de Humanidades, y Mayra L. González, directora asociada del Departamento de Consejería y Servicios Psicológicos.
La bienvenida a la jornada estuvo a cargo del doctor Marcel J. Castro Sitiriche, codirector de CoHemis, quien señaló que se trata de un tema que ha sido ampliamente estudiado y discutido por décadas en el Recinto, no obstante, es apremiante abordarlo desde una nueva óptica ante la crisis que ha exacerbado la pandemia.
“Sabemos que hay responsabilidades individuales, como la del estudiantado en no cometer faltas; del profesorado, que debemos hacer un esfuerzo por propiciar esa integridad académica; y también a nivel institucional, para que hayan los recursos de manera que se pueda crear un ambiente apropiado. En esta actividad, queremos ir más allá de si alguien cometió plagio, o si hubo apropiación o falsificación, que son las faltas o pecados capitales de la integridad académica. El objetivo es profundizar, aportar un aspecto más global. No es suficiente tener una perspectiva de este tema que funcione cuando todo esté bien, sino una que también nos ayude cuando tenemos adversidad como ahora”, reiteró el doctor Castro Sitiriche.
El también catedrático del Departamento de Ingeniería Eléctrica y de Computadoras enfatizó en la definición del término, según estipula el Centro Internacional de Integridad Académica (ICAI, por sus siglas en inglés) como “un compromiso, incluso en momentos de adversidad, con la honestidad, la confianza, la justicia, el respeto, la responsabilidad y valentía. A partir de estos valores se establecen unos principios del comportamiento que permiten a las comunidades educativas traducir sus ideales en acciones”.
Con esa introducción, el doctor Huyke inició su ponencia Que se copien o que no se copien. ¿Es esa la pregunta?, con la cual agradeció la oportunidad para reflexionar sobre un tópico que siempre le ha fascinado. Como punto de partida, estableció tres objetivos: definir la integridad en el contexto académico y estudiantil; mostrar su importancia y ofrecer pistas de cómo hacerla valer en general y en tiempos de pandemia.
El catedrático repasó varios escenarios que se dan entre los docentes sobre la postura que asumen en cuanto a la posibilidad de que sus estudiantes se copien o no lo hagan, ya sea en circunstancias normales o en medio de la realidad virtual. Igualmente, estableció que una persona que es íntegra se define como recta, que se mantiene firme en lo que está bien y no se deja llevar por lo que está mal. Asimismo, enfatizó en que la integridad forma parte del carácter, lo que en Filosofía se conoce como una virtud.
“Los valores vienen y van; las virtudes están arraigadas. El asunto es más sobre ser, en lugar de actuar de cierta manera. Un comportamiento específico no prueba nada de por sí, es un mero resultado deseado de la integridad que queremos que se dé en una persona y se puede dar en ausencia del carácter íntegro, de la virtud”, agregó.
De acuerdo con ese planteamiento, la pregunta de la integridad académica tiene que ver poco con que los alumnos se copien o no se copien. Por ejemplo, si se lograra evitar ese comportamiento con los avances de la tecnología, entonces el estudiante estaría respondiendo a una fuerza que se le impone.
“Si la sala de clases es un lugar donde ensayamos posibles futuros, y definitivamente soy un fiel creyente de eso, esto es un futuro que no queremos. Lograr que no se copien no produce un ciudadano íntegro, sino un ciudadano obediente. Mi tesis es que aprendemos a ser íntegros practicando lo que nos invita a ser nosotros mismos, y no procurando lo correcto”, reflexionó.
El doctor Huyke, quien ha impartido cursos de Filosofía y Ética en su carrera académica, ofreció algunas recomendaciones de cómo hacer valer la integridad en cualquier contexto, presencial o virtual. A su juicio, el profesorado debe considerar una evaluación del desempeño estudiantil que dé más peso a la individualidad de las personas, a ejercicios que demuestren su conocimiento de forma creativa y pongan en práctica ese saber, así como las habilidades y los valores que se aspira que aprendan.
El autor de libro Anti-profesor (2001) explicó que es probable que esta ruta encuentre varias objeciones, como por ejemplo, que se piense que es un método que funciona más en la Humanidades, pero no en las Ciencias, que implica subjetividad o más trabajo para el profesorado.
“Por algo siempre decimos que enseñando es como mejor aprendemos. La evaluación basada en la solución de problemas funciona en todas las disciplinas”, aseguró, al tiempo que mencionó otros métodos de evaluación enfocados en el pensamiento crítico y recomendó aprender a preparar rúbricas cónsonas con ese ideal.
“Mientras más nos creamos que el examen de bolitas cubre el trabajo de evaluar el desempeño estudiantil, más fácil le hacemos a la gerencia académica ir pasando de los grupos pequeños a mega secciones cada vez más grandes donde los estudiantes pierden su nombre propio, la enseñanza tiene poco sentido vital y no aprenden a ser íntegros. El mismo sentido de la universidad del futuro está en juego, cuando genuinamente nos hacemos la pregunta de cómo procurar integridad académica. Yo propongo cierto tipo de éxodo, de alejarnos del intento de construir una universidad donde el asunto es que si se copian o no se copian porque reducirlo a eso es un grave error y es no darse cuenta de lo que es la integridad académica”, reiteró.
El siguiente turno de la conferencia correspondió a la doctora González, quien aportó al tema desde la perspectiva de consejería profesional a través de su presentación Promover una cultura de ética: Integridad académica en tiempos de pandemia.
Su participación comenzó con un repaso de los cambios que ha provocado la pandemia en el ámbito universitario, así como los sentimientos de estrés, ansiedad, vulnerabilidad e incertidumbre, entre otros, que ha generado a nivel individual y colectivo. Asimismo, enfatizó en cómo se ha alterado el proceso de enseñanza aprendizaje con la sustitución de las clases presenciales a las virtuales, con todos los retos tecnológicos que implica, tanto desde la perspectiva estudiantil como de la facultad.
La doctora González repasó cada uno de los valores definidos dentro de la integridad académica, según lo estipula el ICAI, y cómo se trata de impactar al estudiante desde el inicio de su carrera universitaria dentro del contexto de la consejería. Para promover una cultura de integridad académica en la modalidad virtual, considera importante recordarle a los alumnos que ese es precisamente el objetivo principal de su formación. Igualmente, recomendó integrar ayuda desde otras dependencias universitarias, divulgar las políticas institucionales, y reflexionar sobre el tema en conferencias, charlas, talleres e incluso preparar cursos relacionados.
Al igual que el profesor Huyke, la consejera profesional licenciada también propuso realizar evaluaciones diferentes que promuevan los procesos cognitivos superiores como el análisis, la aplicación y la creación que vayan más allá de una sola rúbrica y que ayuden al estudiante a ser más exitoso e íntegro.
Por otro lado, mencionó algunos de los retos que confronta la integridad académica dentro de la educación virtual y que hay que solucionar en los renglones económicos, tecnológicos, culturales y de capacitación profesional a los recursos.
“Desde la consejería, nuestro enfoque es promover constantemente que el o la estudiante sepa que lo que aprende nadie se lo va a quitar y que ese conocimiento lo debe aplicar para transformarlo en acciones y dejar un legado. Tenemos que promover mucho más que la integridad académica es maravillosa y que al final del camino el producto va a ser ese profesional de vida íntegro, honesto que cada cual quiere ser con una experiencia positiva, eso es lo que queremos construir”, puntualizó la directora asociada del Departamento de Consejería y Servicios Psicológicos.
La conferencia, que se encuentra de manera íntegra en YouTube contó al final con una sección de preguntas y respuestas.
Este es el segundo foro que organiza CoHemis en el semestre, como parte de un ciclo virtual para discutir temas relevantes de la actualidad. El primero ocurrió en febrero y giró en torno a La vacuna contra el COVID-19: un avance científico para detener la pandemia; mientras que el próximo 15 de abril se presentará Queremos sol y queremos más, que abundará sobre la integración masiva de sistemas solares fotovoltaicos distribuidos en los techos de residencias y comercios de Puerto Rico.