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20 de noviembre de 2025
7:00 p.m. (6:00 p.m. ES/T) – enlace al video
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Carina del Valle Schorske, New School
Carlos Alberto Peón Casas, Universidad de Camagüey
Rebecca Ruth Gould, SOAS, University of London
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Grupo focal: Lenguaje


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20 de noviembre de 2025
7:00 p.m. (6:00 p.m. ES/T) – enlace al video
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Carina del Valle Schorske, New School
Carlos Alberto Peón Casas, Universidad de Camagüey
Rebecca Ruth Gould, SOAS, University of London
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Grupo focal: Lenguaje


La presentación de “El arte y la ciencia de la traducción” fue una charla muy interesante. Al escuchar a los panelistas, me puse a reflexionar sobre la importancia de la traducción y cómo este ejercicio no es tan simple como la mayoría asume. Este proceso conlleva pensar más allá de traducir palabras ya que se debe mantener el mismo sentimiento e intención del mensaje. De igual forma, me puso en perspectiva de lo importante que son los traductores; por ejemplo, en las competencias de Miss Universo se utiliza un traductor para que la concursante pueda escuchar y contestar la pregunta hecha por el jurado en su propio idioma, ayudando así a que no sea limitada por las diferencias culturales y lingüísticas. También me llamó la atención el hecho de que un mensaje puede traducirse de varias maneras, es decir, no existe una única forma “correcta” de traducirlo. En fin, fue una charla que me llevó a reflexionar y a conocer un poco más sobre profesiones que antes desconocía.
La charla sobre traducción me abrió los ojos a todo lo que hay detrás de este trabajo que muchas veces no notamos. Para mí traducir es una tarea simple que realizo a menudo, pero no le pongo mucha importancia, pero el traductor Carlos Alberto explicó que es mucho más que eso, es tratar de transmitir la intención, el tono y hasta la emoción del autor original. Me llamó mucho la atención cuando leyó una de sus propias traducciones y comentó que hoy cambiaría varias palabras, porque con el tiempo uno descubre nuevas formas de entender un texto. Eso me hizo pensar que la traducción nunca está terminada, que siempre puede transformarse y depende mucho del tono y las palabras que utilices para poder representar diferentes emociones. También hablaron de cómo cada idioma ve el mundo de manera distinta, y por eso el traductor tiene que encontrar la manera de conectar dos culturas sin perder lo esencial. Adaptar chistes, expresiones o poesía no es solo un reto técnico, sino algo creativo que exige sensibilidad. Uno debe decidir que se pierde, que se mantiene y como darle vida a la traducción sin dañar la versión original. Salí de la charla entendiendo que la traducción no es un trabajo simple y que debo valorar más los textos traducidos en el futuro.
La charla “The art & science of Translation- Virtual Roundtable” me permit entender que traducir no es solo cambiar palabras de un idioma a otro sino interpretar emociones, intenciones y contextos culturales. Me llamo la atención como los panelistas explicaron que cada lengua refleja una forma distinta de ver el mundo, por lo que esto hace que cada traducción sea un proceso creativo y lleno de emociones. Por otro lado aprendi que la tecnología y las nuevas expresiones representan retos constantes para los traductores. En fin esta charla me hizo valorar mucho el trabajo de quienes facilitan la comunicación entre diferentes culturas.
La presentación sobre traducción me pareció una reflexión profunda sobre lo que implica trabajar entre diferentes idiomas. Me llamó mucho la atención cómo los panelistas destacaron que traducir no es un proceso mecánico, sino un ejercicio de sensibilidad donde se interpretan emociones, intenciones y matices culturales que no siempre tienen un equivalente directo. Esta idea resalta la responsabilidad del traductor al decidir qué conservar, qué transformar y cómo transmitir el tono original de lo que se quiere decir. También encontré muy interesante la discusión sobre cómo cada idioma moldea nuestra forma de pensar. Traducir, entonces, no solo traslada nuestras ideas, sino nuestras formas de ver el mundo. Los ejemplos compartidos, especialmente aquellos sobre el desafío de adaptar humor, expresiones regionales o lenguaje digital, demuestran que la traducción es un proceso vivo que evoluciona con el paso del tiempo y requiere mucha creatividad. En conjunto, la charla muestra que traducir es un arte cuidadoso y profundamente humano.
Estuve en una conferencia virtual donde el traductor Carlos Alberto habló sobre algo que a veces damos por sentado: la importancia profunda que tienen las traducciones. Él explicó que gracias a ellas podemos disfrutar poesía escrita en idiomas que quizá nunca dominaremos. Más sin embargo, aun así sentirla como si hubiera sido escrita para nosotros. Lo complicado, contó, es que traducir no es solo cambiar palabras. Se trata de intentar cargar con la intención, el sentimiento y la esencia del autor original sin perder nada en el camino.
Al final tuve la oportunidad de preguntarle cuál había sido la frase que más lo había marcado. Me dijo que muchas, pero luego procedió a leer un verso de su última traducción , hermosa; por cierto. Luego me comentó que lo más hermoso y a la vez lo más complicado de traducir es enfrentarse con la realidad. Porque no es fácil traer la poesía al mundo cotidiano, y mucho menos trasladarla a otro idioma sin que algo se diluya, se transforme o se pierda.
Salí de esa charla con una apreciación nueva por el trabajo invisible detrás de cada línea traducida.
Muy interesante presentación sobre ‘El arte y la ciencia de la traducción’. Me gustó cómo se combina el rigor técnico con la sensibilidad lingüística; realmente revela por qué traducir no es solo trasladar palabras, sino construir significado. Los ejemplos y las explicaciones ayudan a entender los desafíos traductores como lo son el mantener fidelidad al texto original, respetar estilo y contexto, y al mismo tiempo adaptar para la lengua de llegada. Definitivamente invita a reflexionar sobre la traducción como proceso creativo y analítico a la vez.
La charla “El arte y la ciencia de la traducción” fue muy educativa y enriquecedora, y me permitió comprender mejor la complejidad del acto de traducir. Muchas veces ignoramos o subestimamos todo el trabajo que implica la traducción y lo esencial que es en nuestra vida diaria. Traducir es una herramienta que nos conecta con otras culturas y nos permite acceder al conocimiento de distintos países, ideas y perspectivas. Una de las partes que más me llamó la atención fue cuando el profesor Carlos Alberto Peón Casas leyó una de sus traducciones y explicó cómo hoy cambiaría algunas palabras o frases que utilizó en ella. Esto demuestra que la traducción es un arte en constante evolución, que depende de nuestras experiencias y conocimientos, y que no existe una única forma correcta de traducir un texto. Comprender esto nos libera de la presión de encontrar siempre “la palabra exacta” y nos invita a ver la traducción como un proceso creativo y flexible.
La charla “The Art & Science of Translation – Virtual Roundtable” me pareció una experiencia profundamente reveladora sobre lo complejo y humano que es traducir. Algo que me marcó fue cómo los panelistas coincidieron en que la traducción no es un proceso mecánico, sino un trabajo sensible donde se interpretan emociones, intenciones y contextos culturales que no siempre tienen equivalentes directos. Me llamó mucho la atención el paralelismo de Carlos Alberto Peón al comparar un poema con un universo lleno de posibilidades, y también la idea de Cora Monroe sobre cómo el viaje es esencial para entender otras formas de pensar. Además, escuchar a Carina del Valle Schorske mencionar la frase “300 bombillas de ilusión apagadas” me hizo reflexionar sobre la desilusión que vivimos como puertorriqueños y sobre la perspectiva de quienes observan la situación del país desde el exterior. En conjunto, la charla me hizo valorar la traducción como un arte delicado, creativo y profundamente cultural.
La charla “The Art & Science of Translation – Virtual Roundtable” me pareció una discusión muy enriquecedora sobre lo complejo y profundamente humano que es el acto de traducir. Lo que me llamó bastante la atención fue cómo los ponentes coincidieron en que la traducción no es solo pasar palabras de un idioma a otro, sino interpretar sensibilidades, experiencias y contextos culturales que muchas veces no tienen un equivalente de forma directa. Escuchar a Carina del Valle Schorske y a Carlos Alberto Peón hablar de la traducción como un puente entre mundos me hizo reflexionar sobre cuánta responsabilidad tiene un traductor al decidir qué conservar, qué transformar y qué tono transmitir.
Incluso, me pareció muy interesante cuando mencionaron que cada idioma crea una forma distinta de ver el mundo y que al traducir no solo se trasladan ideas, sino también percepciones. También me impactó cómo discutieron los retos actuales desde el lenguaje digital y los memes hasta la velocidad con la que evolucionan las expresiones informales. Esto nos demuestra que la traducción es un proceso vivo que requiere creatividad, paciencia y sensibilidad cultural. La charla me ayudó a apreciar aún más el trabajo de quienes dedican su vida a construir puentes lingüísticos que nos permiten entendernos entre culturas.
La charla “The Art & Science of Translation–Virtual Roundtable” me pareció muy interesante porque discutieron varios aspectos de la traducción que normalmente no se me vienen a la cabeza. Algo que me llamó mucho la atención fue la idea mencionada por varios panelistas de que traducir no es un proceso mecánico, sino un trabajo profundo donde se manejan emociones, intenciones y matices culturales. Como una sola frase puede requerir múltiples revisiones para encontrar el tono exacto, especialmente cuando se trata de expresiones culturales o humor, algo que me ayudo a entender cuánta sensibilidad requiere esta labor. También me interesó mucho la parte donde discutieron cómo cada idioma moldea nuestra forma de ver el mundo. Los panelists discutieron como el bilingüismo abre diferentes “versiones” de uno mismo. Me gustó esa idea porque a veces cambiar de idioma cambia la forma en que pensamos, reaccionamos y hasta sentimos. Otro punto que me impactó fue lo que mencionaron sobre la importancia del viaje y del contacto directo con otras culturas. Escuchar cómo sus experiencias en otros países influyeron en su trabajo hacen notorio lo complejo que es realmente traducir y que no se trata solo de conocer palabras, sino de entender mundos. Fue muy interesante escuchar las diferentes experiencias y puntos de vista de cada uno de los panelistas.
La charla “The Art & Science of Translation – Virtual Roundtable” fue una charla muy interesante que terminó gustándome mucho más de lo que imaginaba. Algo que realmente me atrapó fue cómo explicaron que traducir no es un proceso mecánico, sino uno profundamente humano. Me gustó cuando mencionaron que un traductor no solo trabaja con palabras, sino con emociones, intenciones y con la responsabilidad de no traicionar el mensaje original. Ese punto me hizo ver cuánta sensibilidad requiere esta profesión.
En otra parte de la discusión, hablaron sobre cómo la traducción también es colaboración: entre idiomas, entre culturas e incluso entre el pasado y el presente. Me pareció bien interesante cuando mencionaron que a veces una sola frase requiere varias revisiones para encontrar el tono correcto, especialmente cuando se trata de humor, ironía o expresiones culturales que no existen en otros idiomas.
Además me llamó mucho la atención cuando discutieron los retos modernos, como traducir contenido digital, lenguaje informal, memes y palabras que cambian significado según la región. Eso me hizo ver la traducción como algo vivo, que evoluciona todos los días. Esta charla me gustó porque me abrió los ojos a lo compleja, creativa y delicada que es la traducción. Ahora la veo como un verdadero arte que requiere paciencia, criterio y mucha empatía.
La charla fue muy interesante; me hizo pensar más profundamente acerca de lo que realmente es la traducción. Escuchar a escritores y traductores hablar sobre su trabajo, y el de otros, fue llamativo, especialmente porque todos perciben la traducción como algo más que tan solo cambiar entre un lenguaje y otro. Se trata de transmitir una idea, un sentimiento y una perspectiva completamente diferente a través de los idiomas, sin que se pierda el significado.
Lo que más me cautiva es cómo ir de un lenguaje a otro puede cambiar la forma en que pensamos. Cada idioma moldea nuestra percepción del mundo de manera distinta, y eso me hizo reflexionar sobre mis propias experiencias siendo bilingüe. Cada idioma desbloquea una versión diferente de mí.
La charla me ayudó a apreciar cómo la traducción es creativa e intelectual. Conlleva sensibilidad, atención al detalle y un entendimiento real sobre cómo funciona el lenguaje. Definitivamente, el trabajo de los traductores es admirable, ya que conservan la esencia del texto aun cuando enfrentan obstáculos, como la falta de palabras exactas o barreras culturales. Considero que, gracias a la charla, ahora entiendo la traducción de una forma más compleja y soy mucho más consciente de lo que conlleva ir y venir entre un idioma y otro.
Me interesó ver los distintos puntos de vista de los traductores presentes. El paralelismo que menciona Carlos Alberto, comparando un poema con un universo lleno de infinitas posibilidades, me pareció muy acertado. Esto puede resaltar a cómo cada traductor puede encontrar un camino distinto dentro del mismo texto.
Además, lo que mencionó Cora Monroe sobre que “el viaje es un elemento importante de la traducción” me pareció totalmente correcto. Rebecca Routh también habló de su experiencia viajando por primera vez a un país no angloparlante (Costa Rica), algo que recuerda con mucha claridad. Ambas menciones apuntan a que el acto de cruzar culturas es importante en el trabajo del traductor, tanto así que los tres han viajado o al menos, conocen la importancia de esa experiencia.
Finalmente, considero muy importante la labor de los traductores y les tengo gran respeto. Ellos enfrentan complejidades constantes, especialmente cuando no existe una palabra equivalente en el idioma al cual se quiere traducir y deben buscar una alternativa que mantenga el significado original sin perder el tono o la intención del autor. Esta habilidad demuestra cuán valiosa y creativa es la labor de traducir, y como dice Carlos, el gran reto que ellos presentan.
Una frase que me marcó de la pieza del trabajo de Carina del Valle fue cuando ella citó “300 bombillas de ilusión apagadas”. Creo que nunca había escuchado una frase tan expresiva como esa, y con tanto sentido y maneras de expresarse. Esta frase capta tantas emociones del puertorriqueño; lo primero que me viene a la mente son todas las polémicas y el caos del gobierno. Como puertorriqueña, ver que cada año la política y la economía caen más abajo, más en la corrupción y el robo, es extremadamente desmotivante y desilusionante. Pensar en cómo vivir aquí trae más consecuencias que beneficios, políticamente hablando, es desilusionante. Ver cómo van tomando lo bonito de la isla y lo convierten en negocio es muy desilusionante.
Luego ella menciona que esta frase, para ella, representa cómo se siente ser de Puerto Rico pero vivir en Estados Unidos. Creo que es algo que se puede ver de varias maneras. Este comentario de Del Valle me hizo pensar que quizás para ellos, que viven afuera, es aún más desilusionante lo que surge en la isla, porque cada vez son menos las oportunidades o es más inestable el sistema de gobierno aquí; por ende, es menor la probabilidad de ellos poder regresar, o menos conveniente. Además, quizás para ellos debe ser desilusionante sentir que no pueden hacer mucho para ayudar al país desde la distancia, como si estuvieran viendo todo desde afuera sin poder intervenir. Pero también me inspiró a ver la frase como que debo aprovechar que puedo vivir aquí.
Además, quiero añadir que me encantó la presentación de Carlos Alberto Peón; sus expresiones fueron muy captivating.