Honrado con la más alta distinción de su alma mater
Prensa RUM
viernes, 19 de marzo de 2021
El profesor Oscar Marcelo Suárez, catedrático del Departamento de Ciencias de Ingeniería y Materiales, del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), fue honrado con una de las más altas distinciones que confiere a sus exalumnos la Universidad de Wisconsin en Madison, al recibir el College of Engineering Distinguished Achievement Award por sus aportaciones en su carrera de ingeniería.
Graduado de maestría y de doctorado de esa institución, el doctor Suárez fue destacado por las innovaciones que ha desarrollado en la educación universitaria, por su promoción de las disciplinas de ciencia, ingeniería, matemáticas y tecnología, conocidas como STEM, así como por su investigación de avanzada en los campos de ingeniería de materiales y nanotecnología.
Sorprendido y agradecido. Así se mostró el educador con este tributo que le rindió su alma mater, con la que siente una inmensa deuda por todo lo recibido a nivel académico, profesional y personal. De hecho, fue su consejero de maestría, el profesor John H. Perepezco, quien lo nominó como exalumno distinguido.
“Este es un programa que tiene el Colegio de Ingeniería de Wisconsin. Cada departamento nomina a alguien anualmente y, obviamente, la mayoría debe avalar al candidato favorecido. Aparentemente, el apoyo fue unánime en mi caso y me designaron. Me lo informaron alrededor de agosto del año pasado, pero claro, era para ir a recibirlo en una ceremonia presencial en octubre y se canceló por la pandemia”, relató el doctor Suárez.
Todavía en espera de si se celebrará la ocasión eventualmente este año, la Universidad de Wisconsin publicó en su portal, recientemente, una reseña de interés humano en la que da a conocer más a fondo sobre la vida y las aportaciones del ahora catedrático del RUM, donde lleva una trayectoria de más de 20 años como docente, investigador y líder de importantes iniciativas.
Este premio se suma a una extensa lista de otras distinciones que ha ganado a lo largo de su carrera. No obstante, el significado de convertirse en exalumno distinguido cobra un matiz muy especial tratándose de una institución que le brindó tantas oportunidades y de la que guarda gratas memorias.
“Yo le debo mucho a la Universidad de Wisconsin, al departamento de Ciencias e Ingeniería de Materiales y a los profesores, por la formación técnica que recibí. Recuerdo que mi consejero original se quedó sin fondos y me vi en la necesidad de buscar a otro profesor. En ese momento, me ofrecieron una posición como Teaching Assistant (TA). Era muy difícil porque tenían tres cursos, los laboratorios básico, intermedio y avanzado, que requerían de alguien en esa única posición. Comencé a trabajar junto al entonces director del departamento, profesor Eric E. Hellstrom (actualmente director del departamento de Ciencias e Ingeniería de Materiales de la Universidad Estatal de Florida en Tallahassee) quien me aceptó para ofrecer clases con él. Eso cambió mi perspectiva de las cosas porque recordé, por mi experiencia previa en Argentina donde yo había enseñado también, lo bonito que es trabajar con estudiantes. Era retante porque yo era el único asistente de cátedra. Me hacía cargo de todo; de preparar y ofrecer los laboratorios, verificar que se cumpliera con todas las medidas de seguridad y que no hubiera accidentes con los chicos, pero me fascinó. Eso le debo a Wisconsin; eso y la ciudad Madison, que enamora”, rememoró.
Sus proyectos en el RUM
Prensa RUM abordó al educador e investigador sobre cómo transcurren sus múltiples proyectos en el recinto mayagüezano de la UPR, ante la nueva realidad que trajo la pandemia ya hace un año.
Sobre el Centro de Excelencia de Investigación en Ciencia y Tecnología (CREST), organización líder en el estudio de la nanotecnología que dirige, adelantó que recientemente el rector del RUM, doctor Agustín Rullán Toro, se comprometió a institucionalizar esa entidad, de manera que pueda continuar sus operaciones y su misión con fondos internos. A su juicio, se trata de excelentes noticias, pues la subvención actual de la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) concluiría en marzo de 2022.
Según explicó el doctor Suárez, el Centro se ha visto forzado a disminuir sus funciones desde el pasado año, debido a la falta de personal y, obviamente, por la transición a una educación a distancia que vació las aulas en su formato tradicional presencial. Igualmente, el componente educativo y de alcance a la comunidad y las escuelas de CREST ha sufrido el impacto del COVID-19, lo que espera se pueda retomar a medida que se normalice la situación.
En cuanto a su rol como coordinador de la maestría de Ciencias e Ingeniería de Materiales (CIM), explicó que el programa sigue robusto y que ya cuenta con alrededor de ocho estudiantes que han completado el grado.
“La maestría de Materiales va muy bien encaminada, tenemos alrededor de 20 estudiantes, lo cual es un buen número en comparación con otros programas y teniendo en cuenta que algunos han bajado la matrícula, nosotros la hemos mantenido alta”, recalcó.
De hecho, el doctor Suárez tiene bajo su mentoría a seis alumnos de la maestría de Ingeniería de Materiales y dos a nivel doctoral de Ingeniería Civil; uno de ellos estuvo dirigido por el fenecido catedrático Oscar Perales Pérez.
Precisamente, lamentó la muerte de su colega del mismo Departamento y Facultad por muchos años, y quien asesoraba a varios estudiantes graduados al momento de su repentina partida a finales de noviembre pasado. Suárez ha apoyado a estos alumnos durante la difícil situación para que puedan salir adelante e incluso tomó la responsabilidad de convertirse en el consejero de uno de ellos.
“Fuimos compañeros del mismo Departamento, con dos años de diferencia. Creo que él llegó en el 2002. Trabajamos juntos e incluso la maestría fue producto de ambos, un sueño compartido. Con él fue el que la diseñamos, la armamos y después vinieron otros profesores más a ayudar en el esfuerzo”, relató.
El doctor Suárez también es coinvestigador de varios proyectos, entre ellos: Engineering PEARLS, dirigido por el doctor Manuel A. Jiménez, para incrementar el éxito de estudiantes talentosos de bajos recursos que cursan su bachillerato en Ingeniería; RISE UP, a cargo de la doctora Carla López del Puerto, sobre infraestructura resiliente y sostenible; y otro con el Departamento de Ciencias Agroambientales, para trabajar con madera.
Del mismo modo, continúa como consejero del capítulo estudiantil de la asociación de Material Advantage, esfuerzo que también se ha visto afectado con el cierre de los laboratorios, pero que espera poder retomar.
Entre sus planes futuros, destacó que aspira a evolucionar la maestría en Ciencias e Ingeniería de Materiales a un doctorado, tarea que será muy retadora, ya que requiere más recursos humanos especializados en el área. No obstante, asegura estar más motivado que nunca a perseguir sus objetivos en beneficio de los estudiantes y del país.
Como reflexión final y a propósito de la distinción que recientemente recibió, el doctor Suárez expuso que su compromiso estará siempre dirigido a transformar e impactar a través de la educación.
“Bueno, uno no trabaja por obtenerlos; los premios reflejan en cierta forma el pasado, cuando yo lo que estoy pensando es en el futuro. Siempre recuerdo a Christa McAuliffe, la maestra que murió en el transbordador espacial Challenger, en 1986, quien decía ‘I teach, I touch the future’, esa es la síntesis, mi consigna”, puntualizó.