El espejo de la humanidad del maestro José Alicea en el MuSA
Por Azyadeth Vélez Candelario (yadeth@uprm.edu)
Prensa RUM
viernes, 30 de agosto de 2019
MuSA, el Museo de Arte del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), engalana sus salas con la exposición José R. Alicea: Espejo de la humanidad, que inauguró en días pasados, con la presencia de su creador.
La muestra, que anteriormente se presentó en el Museo de Historia, Antropología y Arte (MHAA) del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR), y en el Museo de las Américas, reúne una selección de los trabajos expuestos en ambas sedes e incluye grabados, portafolios, carteles, pasquines e ilustraciones. En el MUSA, las obras han sido divididas en las siguientes áreas temáticas: baquiné, portafolios gráficos, el grabado político, la mujer, carteles y el paisaje.
Durante la apertura, el maestro detalló al entusiasta público presente, entre el que figuraba el rector del RUM, doctor Agustín Rullán Toro, su proceso creativo y su predilección por el color.
“Estudié escultura en Compostela. El artista tiene que aprenderse todo. En cuestión de artes plásticas, tiene que empaparse de todo. Yo siempre le aconsejé a los estudiantes que cogieran siempre clases adicionales, ya fuera de composición, de color, porque es importante el color en el grabado. Aquí nunca se trabajaba a color, alguna serigrafía, pero grabado en sí, nadie trabajaba el color. Y yo, desde que empecé, mi interés mayor era el color”, expuso Alicea, al tiempo que indicó que su maestro, don Miguel Pou, fue quien, para el año 1952, le enseñó a trabajar con el color y a quien le atribuye su pasión por este.
“Recuerdo que, en una ocasión, cuando estaba en la academia, hice un árbol de mangó y cuando él lo ve, me dice ‘Ese tronco qué color tiene’ y yo le digo, ‘Pues, marrón como son los troncos’. Y me contesta ‘Vamos abajo para que tú veas’. Fuimos al árbol de mangó y empezó a señalarme todos los colores que tenía ese tronco que yo no los había visto nunca. ‘Mira esta parte de aquí como tiene unos tonos amarillentos. Yo me puse a ver y, efectivamente, tenía unos tonos amarillentos. Me dice ‘Eso es producto de esa pared que está ahí que está reflejando su luz aquí y si vienes por acá, ahí van a haber unos tonos rojos. Mira a ver si los ves’. Y me pongo a buscar y, efectivamente; y ahí es que me entusiasmo por el color y casi todo lo que hacía era a color”, relató el creador al rector.
Don José, también un gran narrador, contestó las preguntas de los asistentes, quienes lo escuchaban atentamente y con quienes compartió varias anécdotas.
“Mi primer empleo fue como pajarero, podemos decir. Tendría como ocho o nueve años y tenía una vecina que tenía palomas y un palomar enorme, de dos pisos. Ella me pagaba dos centavos por limpiarle el palomar. Yo iba por la mañana y entraba al palomar. Le abría las puertas a las palomas y formaban un círculo las 50 o 60 palomas. Yo iba por los nidos y, si había un pichoncito muerto, lo sacaba, barría todo. Tenía también gansos, como 20, unos gansos preciosos y también me pagaba dos centavos por limpiarle el estanque de los gansos. O sea que mi primera juventud fue bregando con palomas y gansos”, rememoró cuando se le cuestionó por el tema de las palomas que está presente en varias de sus obras.
Además, el artista aprovechó la ocasión para autografiar el libro homónimo de la exposición que cuenta con ocho ensayos de su autoría, al igual que de otros escritores. De la misma forma, contiene una introducción a cargo del también renombrado artista puertorriqueño Antonio Martorell.
“Alicea, además de ser un artista extraordinario, es uno con una gran trayectoria, que toca muy de cerca al Colegio porque fue artista residente aquí en los años 90. Yo tuve la oportunidad de coger clase con él de papel hecho a mano; así que es una persona que ya tiene una relación con nosotros”, sostuvo, por su parte, Zorali De Feria, directora del MuSA, al sostener que los estudiantes del RUM han tenido una participación activa en la puesta de la exposición en el museo colegial.
“Hemos tenido este enorme privilegio de traer al maestro acá y que compartiera con nuestra comunidad universitaria y con nuestra comunidad del oeste”, agregó De Feria.
“Alicea ha dedicado toda la vida al descubrimiento de la imagen impresa, se ha ocupado de ella con fervor casi religioso y una entrega que se extiende a su otra vocación, la de maestro. En esas dos vertientes se ha pasado la vida. Abordar el estudio de su obra gráfica, se convierte en una compleja labor por la gran variedad de medios, materiales, temas, acercamientos y enfoques que su obra contiene y que, en ocasiones, se interconectan”, sostuvo, por su parte, Teresa Tio, curadora de la exposición, quien también estuvo presente durante la apertura y quien catalogó como al artista como el grabador por excelencia.
La muestra fue coordinada por Flavia Marichal, directora del MHAA.
De acuerdo con información suministrada, Alicea fue nombrado Artista Residente del RUM, de 1994 a 1995. Asimismo, en 1999, el Recinto le otorgó un grado de Doctor Honoris Causa, en reconocimiento a su destacada vida dedicada al arte, a la enseñanza y a la transmisión de los valores espirituales de la cultura puertorriqueña.
El maestro se retiró de la docencia, en el 2000, después de más de 34 años de servicio como miembro de la facultad de la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico. Allí dirigió el Departamento de Gráfica, enseñó cursos de grabado en relieve, xilografía, linóleo, plexiglás y de casi todas las técnicas de la calcografía, aguafuerte, aquatinta, punta seca, barniz blando, barniz de azúcar, mezzotinta, zincografía, litografía en piedra, zinc y aluminio, colografía, serigrafía, fabricación de papel y el papel como medio de expresión.
Alicea nació en el Barrio Bélgica, en Ponce, en 1928. Estudió en la Academia de Miguel Pou y, en 1958, se integró al Taller de Gráfica del Instituto de Cultura Puertorriqueña, bajo la tutela de Lorenzo Homar. En 1966, cuando se fundó la Escuela de Artes Plásticas de Puerto Rico, fue reclutado como profesor de grabado, junto a su maestro Homar.
La exposición estará abierta al público hasta el 7 de diciembre, los martes, miércoles y viernes en el horario de 10:00 a.m. hasta 4:00 p.m.; los jueves hasta las 7:00 p.m., y los sábados desde las 11:00 a.m. hasta las 4:00 p.m. Para más información sobre este evento y visitas de grupos turísticos y escolares, puede comunicarse al 787-832-4040, extensiones 5775 y 6335, o enviar un correo electrónico a: actividades.musa@uprm.edu