Egresado colegial se destaca en carrera federal en el área de seguridad
Redacción Prensa RUM
viernes, 12 de febrero de 2021
El ingeniero Jaime Alberto Cruz, egresado del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), culminó una fructífera jornada laboral en la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), del Departamento de Defensa de Estados Unidos, donde colaboró en el proceso de toma de decisiones de envergadura, en la formulación de política pública sobre los asuntos foráneos y en la elaboración de informes de inteligencia a los asesores presidenciales en turno, relacionados con la seguridad nacional.
El graduado del Departamento de Ingeniería Eléctrica (INEL) en 1981, quien se acogió ya hace un año a los beneficios del retiro, reflexionó sobre su carrera y el impacto que tuvo su educación en el recinto mayagüezano de la UPR.
“Como parte de mis responsabilidades, tuve la oportunidad de viajar a diez países alrededor del mundo, y hasta coincidí con otro colegial, en unas de esas visitas, en Nueva Delhi, India. Las experiencias laborales que viví, eventualmente me abrieron otros caminos, me condujeron a trabajar directamente con los asistentes y asesores en asuntos de seguridad nacional de los presidentes Bill Clinton, George W. Bush, Barack Obama y Donald Trump. El título académico que logré en el RUM me condujo, sin duda, a esos logros”, manifestó Cruz.
De hecho, según relató, tras completar ese ciclo profesional en diciembre de 2019, recibió una felicitación de parte de Wendy Noble, directora ejecutiva de la NSA, en representación de la entidad gubernamental en la que se desempeñó profesionalmente durante dos décadas.
“En enero de 1981 me marché a trabajar a Maryland, en el Departamento de la Marina de Estados Unidos. Luego de tres años ejerciendo como ingeniero electrónico, ocupé un puesto como empleado civil, pues no era militar. Después, me transferí a la NSA. Trabajé seis años como ingeniero de antenas, laboré en otras funciones operacionales, y eventualmente, durante mis últimos 19 años en la agencia, como enlace con la Casa Blanca, hasta que me retiré en enero de 2020”, expresó.
Una admisión que rindió frutos
Sobre sus inicios en el campus colegial, el ingeniero Cruz recuerda la dificultad que confrontó para entra a estudiar en el RUM, pues al principio no contaba con el promedio general requerido.
“Por poco no soy admitido como estudiante del Colegio, ya que meses antes recibí la carta de denegación, pues por mi índice académico no me podían aceptar. Entonces, cuando terminé el segundo semestre del duodécimo grado, mi promedio subió. Fui a visitar al director de la Oficina de Admisiones, Pedro Montalvo Martínez, en mayo de 1976, para solicitarle una reconsideración. Él hizo todo el cálculo y verificó que, en efecto, aumentó mi promedio. En ese preciso momento, le instruyó a su ayudante a que me emitiera una certificación de admisión. Le estoy muy agradecido por su gentileza y por extenderme su simpatía”, manifestó.
El experto en seguridad nacional atribuyó sus éxitos profesionales a una formación académica integral en su alma mater.
“En el RUM recibí una educación académica rigurosa y balanceada, al incluir dentro del currículo a la ingeniería, las ciencias, las humanidades, los deportes, al igual que actividades extracurriculares. El Colegio me abrió las puertas para conseguir un empleo en el gobierno federal por toda la educación recibida, tanto en español como en inglés. Esos cursos que tomé cuando fui universitario, me enseñaron a comprender el mundo que vivimos”, afirmó.
Como un colegial que no olvida sus raíces, repasó algunas memorias de su vida estudiantil y expresó su gratitud a profesores y mentores que fueron determinantes en su desarrollo.
“Recuerdo al doctor Baldomero Lloréns Ortiz, catedrático de INEL, quien fue de especial motivación para mí. Enseñaba con pasión y de inmediato conectaba con los estudiantes a nivel personal. Una vez hasta organizó una trulla de Navidad junto a un grupo de estudiantes, que eran casi como dos docenas. Fuimos a la casa del rector Salvador Alemañy Planell, visitamos a Benjamín Cole, quien era el alcalde de Mayagüez y al profesor Ludwig Schweinfurth. Casualmente, en las tres casas tenían pianos, y tuve la oportunidad de destacarme como pianista, pues toqué en una agrupación musical universitaria que dirigió el estudiante Adalberto Jurado. También, el doctor Jaime Arbona Fazzi me impresionó en las clases avanzadas de redes, incluso aceptaba sugerencias de los estudiantes para comprender los ejercicios y los incorporaba dentro de su método de enseñanza. Por último, el doctor Luis Quiñones, quien enseñaba Astronomía en el Departamento de Física, compartía su entusiasmo cuando nos mostraba su amor por el estudio del cosmos y la creación. Claro, teníamos que ir por las noches al Recinto para observar en los telescopios las constelaciones”, indicó el ingeniero, criado en Carolina y nacido en San Juan.