La antropología de la energía
Por Rebecca Carrero Figueroa (rebecca.carrero@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 14 de septiembre de 2018
El doctor David McDermott-Hughes, antropólogo de la energía y profesor en el Departamento de Antropología de la Universidad de Rutgers, visitó el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) para ofrecer la conferencia: Problemas en energía eólica bajo el capitalismo: La experiencia de Andalucía, en la que disertó acerca de la desigualdad social y otros obstáculos en la transición energética después de los combustibles fósiles. Su presencia en el Recinto fue gracias a la gestión de los miembros del comité timón del Instituto Nacional de Energía y Sostenibilidad Isleña (INESI) de la Universidad de Puerto Rico.
Una de las integrantes del colectivo INESI, la doctora Marla Pérez Lugo, destacó la relevancia de la visita del experto y su presentación sobre los aspectos socioeconómicos que inciden en el tema.
“El doctor Hughes es antropólogo de la energía y eso así, de primera intención, llama mucho la atención porque en Puerto Rico, el aspecto científico social de la energía, usualmente se considera como un área muy técnica en términos de las ingenierías, por ejemplo, la eléctrica y también desde las economías. Sin embargo, en el caso de la antropología, él trae una perspectiva bien importante, ya que los sistemas eléctricos son sociotécnicos, tienen una dimensión física, pero también una cultural. Nosotros podemos entender el aspecto físico muy bien, pero si no consideramos lo cultural, que es precisamente en lo que se enfoca la antropología, no vamos a poder transicionar a un sistema más sostenible”, afirmó Pérez Lugo, profesora de Ciencias Sociales en el RUM.
Precisamente, en su libro más reciente, Energy without Conscience: Oil, Climate Change, and Complicity, Hughes toma como ejemplo el caso de Trinidad y Tobago y su sistema de generación eléctrica.
“Definitivamente, el hecho de que somos isla, permite la comparación, también del área geográfica en donde nos encontramos. Así que, en este momento en particular, en el que María abrió, lamentablemente una ventana de oportunidad para modificar nuestro sistema eléctrico, entendemos que es apropiado comprender sus dimensiones y aprender de las islas vecinas y de otras regiones para poder estar más preparados en ese plan para la transición”, expresó la socióloga.
Por su parte, en entrevista con Prensa RUM, Hughes destacó la posibilidad de que, por medio de pequeños cambios a nivel doméstico, Puerto Rico pueda encaminarse hacia el uso de la energía eólica.
“Yo diría que hay dos maneras. Hay una a nivel del hogar, mediante el uso de molinos o generadores muy pequeños que se instalan en los techos de las casas, y más frecuentemente, con los que se colocan en grandes parques eólicos y es lo que ha ocurrido en España”, sostuvo el profesor, quien disertó acerca del funcionamiento y las consecuencias sociales de esta alternativa energética y el caso de las grandes empresas que los operan en ese país europeo.
Durante su alocución, discutió la problemática en la región de Andalucía, en la que el establecimiento de estos parques eólicos ha desatado el debate sobre el cobro por acceder a esta fuente energética, que Hughes describió como un activo valioso e intangible.
“El derecho del aire, genera regalías. Es un recurso que pertenece a la gente. Sin embargo, los propietarios de las tierras donde se establecen estos molinos de viento, los cobran como si fuesen parte de sus posesiones”, mencionó.
Para el año 2006, el sur de España fue sede de movimientos en contra del establecimiento de estos aerogeneradores, debido a razones estéticas, y porque no generan empleos en la zona.
“Protestaron porque entendían que su funcionamiento impedía el desarrollo turístico de la zona y que con ello no se obtendría ningún tipo de beneficios. Incluso, el personal a cargo de estos proviene de otras zonas, por lo que los locales no se beneficiarían de los escasos puestos relacionados con su operación”, aseguró el antropólogo.
Del mismo modo, estableció que el empleo de la energía cinética representa un problema físico y matemático a causa de la gran capacidad del viento.
“Entre combustibles fósiles hay ocho o nueve kilovatios. El sol pone en la atmósfera 162 mil kilovatios, lo que representa 100 veces más que todos los combustibles fósiles que usamos día a día. Solo 70 kilovatios son acumulables en lugares específicos de la tierra. La lucha por la desigualdad está obstaculizando la lucha por una energía limpia. El viento viene en grandes cantidades, es abundante y debería ser imposible excluir a alguien de él ”, declaró.
De otra parte, Pérez apuntó a que se puede comenzar a tener una idea de cómo se verían los estudios antropológicos en el contexto de Puerto Rico.
“Uno de los propósitos principales para traerlo es para empezar a crear una comunidad de investigación desde la perspectiva científico social de los asuntos energéticos. En estos momentos no son muchos los científicos sociales que están investigando este particular y entendemos que es un área de necesidad bien grande de promover ese tipo de acercamiento”, sostuvo Pérez.
La visita del doctor Hughes incluyó la discusión sobre oportunidades de colaboración, investigación y estudios graduados en esa área entre el RUM y la Universidad de Rutgers.