Aprenden sobre programación en campamento Hacks
Por Matthew D. Rodríguez Pagán (matthew.rodriguez@upr.edu)
Taller de Estudiantes Prensa RUM
viernes, 28 de junio de 2019
El campamento residencial Hacks del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) es un programa que le permite a estudiantes de noveno a undécimo grado de escuela superior experimentar y explorar el campo de la programación de computadoras mediante la creación de aplicaciones originales. Los jóvenes trabajan junto a colegiales, quienes sirven como mentores a la hora de desarrollar ideas creativas y la parte técnica de traer esos conceptos a la vida como hackers.
“Hacks significa una solución inteligente o ingeniosa a algún problema. En el caso de nuestros estudiantes, son hackers en el sentido que están creando soluciones novedosas para nuevos problemas que no tenían solución antes”, informó el doctor Bienvenido Vélez, director del Departamento de Ciencias e Ingeniería de Computación (CIIC).
De acuerdo con los organizadores, el objetivo es proveer una primera experiencia del trabajo que realiza un ingeniero de software para que los jóvenes puedan determinar si es un campo profesional que desean seguir.
“Los estudiantes tienen cinco días para crear y presentar una idea con una persona que no conocen, utilizando una plataforma llamada el MIT App Inventor. Luego votan por las aplicaciones más creativas, completas y atractivas que finalmente serán premiadas”, explicó el doctor Vélez.
Por otro lado, Celinés Alfaro Almeyda, una de las coordinadoras del campamento, reiteró que los 60 participantes fueron seleccionados de escuelas públicas y privadas de alrededor de la isla. Agregó que en esta cuarta edición se permitió, por primera vez, incluir a alumnos de noveno grado.
“Es bien gratificante, porque a través de este campamento los estudiantes logran tener una mayor inclinación a lo que es la programación y poder definir si realmente desean perseguir ese campo profesionalmente”, puntualizó Alfaro Almeyda, quien labora como consejera académica en CIIC.
Para los alumnos que se desempeñan como mentores, el campamento representa la responsabilidad de reforzar los conocimientos y el ingenio de los participantes. A la misma vez, les demuestran a la próxima generación de programadores la lógica de la programación y lo que el MIT App Inventor es para que, de manera más visual, estén listos cuando llegue la hora de programar.
“Ser mentora es un reto porque tengo que entender lo que ellos hacen en sus códigos a base de sus visiones y creatividad, pero siempre estoy dispuesta a ayudarlos de cualquier manera que pueda”, señaló Gabriela Concepción Velázquez del Colegio de Administración de Empresas.
Por su parte, Greg Alexander Viera Perez, destacó lo retante del proceso de guiar la experiencia.
“Ser mentor es un poco agotador debido al nivel de energía y dinamismo que se necesita para realizar las actividades, pero vale la pena y hasta resulta divertido”, comentó el alumno de ICOM.
De la misma manera, Keila Estévez Cruz, de Ingeniería de Software, afirmó que el campamento Hacks “significa compromiso, dedicación, experiencia y aprendizaje no tan solo para nosotros, sino para cada uno de los estudiantes”.
Los participantes coincidieron al señalar que el campamento reforzó sus intereses académicos.
Tal fue el caso de las hermanas Alanis y Natalia Pérez, de noveno y undécimo grado, respectivamente y provenientes de la Escuela CIMATEC de Caguas.
“La verdad es que el RUM es una de las mejores universidades de Puerto Rico. Todavía no sé dónde voy a solicitar, pero pienso que esta es una de mis mejores opciones”, afirmó Alanis. Mientras, a Natalia, la vivencia le llevó a reevaluar dónde le gustaría cursar su bachillerato.
“Mayagüez me ha causado una buena impresión, ya que al principio no la había tomado en consideración. Había pensado irme al exterior, pero al experimentar el ambiente aquí, me gustaría solicitar estudiar en el Recinto,”dijo Natalia.
Asimismo, el integrarse a Hacks le sirvió a Alexander Y. Ibarrondo Ríos para informarse acerca de completar carrera en programación al mismo tiempo que aprendió y se divirtió durante el verano.
“Fui a una clase de programación para ver cómo era y me pareció muy interesante y divertido. Programar y sus temas relacionados a mí me encantan”, puntualizó el joven de la Escuela Vocacional Manuel Méndez Liciaga, de San Sebastián.
Para más información, puede visitar a la página web: https://www.uprm.edu/cse/uprmhacks/.