Realizan vigesimaquinta edición del Campamento de Preingeniería
Por Jeyka N. Pérez Arocho (jeyka.perez1@upr.edu)
Taller de Estudiantes Prensa RUM
viernes, 28 de junio de 2019
El Programa Residencial de Introducción a la Ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) cumplió 25 años de servir a jóvenes de escuela superior que aspiran a conocer las distintas ramas dentro de esta disciplina.
Año tras año el proyecto, también denominado Campamento de Preingeniería, selecciona a estudiantes de distintas escuelas, con un promedio de 3.50 o más para formar parte del evento educativo que los guía a través de su proceso de exploración académica. Los participantes de undécimo grado llegan al Colegio, donde conviven por una semana para enterarse de qué se trata cada una de las disciplinas y tener una idea de cuál va más con cada uno de ellos.
“Aquí se les permite a los alumnos mirar todas las posibilidades que tiene esta materia y decidir cuál es más apropiada para sus habilidades y su vocación para que puedan escoger mejor informados a la hora de entrar a la universidad”, informó el doctor Omell Pagán Parés, decano asociado de ingeniería a cargo de asuntos académicos.
Por su parte, Virginia Figueroa, oficial administrativa y coordinadora de la iniciativa, describió cuál ha sido la respuesta de los chicos según su propia experiencia.
“Recibimos un perfil de estudiante bien interesante y lo que hacemos es motivarlos para que sigan esa inclinación hacia las ramas de la ingeniería. Hay de todo y en su mayoría, es bien positivo; algunos de ellos, que quizás dudaban cuál era el área que deseaban, al estar una semana, recibir la información y los talleres, tienen las herramientas y pueden decidir”, explicó Figueroa.
Del mismo modo, los aprendices se mostraron muy contentos y satisfechos con la experiencia adquirida.
Uno de los participantes, Nicolás Felgentreter Rodríguez, llegó desde el Colegio Católico Notre Dame, en Caguas, para tantear sus posibilidades como futuro estudiante de esa facultad.
“Hasta ahora, la actividad que más me ha gustado, ha sido la de ingeniería eléctrica en la que manipulamos un programa en la computadora para poder encontrar un servo, que es un motor que se mueve de un ángulo a otro. Todavía no he decidido en qué universidad quiero entrar, pero el Colegio es la que más me gusta hasta ahora”, expresó.
Asimismo, Giannella Flores Pazqualli, de la escuela superior Commonwealth-Parkville School en San Juan, se mostró maravillada con cada una de las actividades y explicó cuáles podrían ser sus planes posteriores a la graduación de duodécimo grado.
“Me han encantado todas las actividades, las de química, mecánica e industrial son las que más me han gustado; aunque ahora estamos trabajando con la de computadoras y veo que también me atrae, así que no me decido aún. Todavía no sé si me voy a ir o no de Puerto Rico, pero si me quedo, definitivamente el Colegio es una opción. Hasta ahora el campamento me ha hecho darme cuenta de que me encantan las ingenierías, así que será una de esas por las que entraré”, concluyó la estudiante.
Otro alumno que se animó a contar su vivencia fue Eliudes Camps Marcano de la escuela especializada Croec de Ceiba, quien compartió sus planes futuros.
“Hasta ahora, la ingeniería que más me ha gustado ha sido la ingeniería química, debido a que me permite entender los fenómenos que ocurren con la contaminación del medio ambiente. Ese es el área que más me interesa, todo lo relacionado a lo que es contaminación y salvar nuestros ecosistemas me atrae mucho. Por el momento, esta es la institución que más ha llenado mis expectativas, así que el Colegio es mi destino”, puntualizó.
Esta experiencia también revalida como una gran herramienta para quienes se encaminan al ámbito laboral. Así lo demuestra el egresado del Departamento de Ingeniería Química, Luis Francisco Torres Sotomayor, quien además de fungir como mentor líder del campamento, iniciará estudios doctorales en el RUM durante el mes de agosto.
“Yo participé en el año 2012 de este proyecto. Luego, al entrar al bachillerato, me uní como instructor. Puedo decir que lo más satisfactorio de ser mentor es ver a estos mismos estudiantes volverse parte del equipo cuando entran a la universidad. Además, el que los estudiantes te vean como una figura a seguir es algo que casi ninguna otra experiencia en la universidad te puede brindar”, finalizó.