Dos colegiales destacadas en el Mes de la Herencia Hispana
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 15 de octubre de 2021
Como parte de la celebración del Mes de la Herencia Hispana, dos egresadas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fueron reconocidas por las entidades donde laboran por su aportación como representantes de la comunidad latina. La colegial Lilybel Ríos Polanco, graduada del Departamento de Enfermería, al igual que Bianca M. López Pagán, quien completó su grado en el Departamento de Ingeniería Química, recibieron su mención durante la conmemoración, que se extiende desde el 15 de septiembre hasta el 15 de octubre y que resalta las contribuciones hispanoamericanas en la historia, la cultura y los logros de los Estados Unidos.
En el caso de Ríos Polanco, su especialidad como enfermera oncológica la llevó a destacarse en el hospital St. Louis University, en donde se certificó para administrar quimioterapias a pacientes con linfoma y leucemia.
“No encuentro palabras para expresar lo feliz que me siento de haber tenido la oportunidad de representar a Puerto Rico en mi profesión. No importa donde me encuentre, siempre menciono con orgullo de dónde vengo. En todo momento, converso con mis pacientes y compañeros de trabajo sobre mis raíces y mi cultura. Dejé todo atrás con mucho sentimiento y comencé a ejercer mi trabajo como en cualquier otro lugar, con mucho amor y empatía, sin esperar nada a cambio. Mis pacientes y colegas me lo han dado todo. No estar cerca de mi familia ha sido lo más difícil, ya que ellos son todo para mí, pero este reconocimiento y las vivencias con mis pacientes, me han hecho ver que todos mis sacrificios han tenido un propósito”, expresó Ríos Polanco.
Según contó a Prensa RUM, la profesional de la salud ingresó al campus mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en 2013 y se graduó en el 2018, justo después de que el huracán María azotara a Puerto Rico, por lo que tuvo que marcharse a los Estados Unidos en búsqueda de una mejor oferta de empleo, tras no hallar opciones en el país. Atesora sus memorias universitarias, de donde aprendió las lecciones de vida más importantes.
“Mi experiencia en el Colegio fue de las más bonitas que he tenido en mi vida porque, además del conocimiento en mi disciplina, me regaló las mejores amistades. También, tuve excelentes profesores, quienes me brindaron las herramientas para desenvolverme a nivel profesional. Experimenté un proceso de adaptación similar al que he vivido en los Estados Unidos, que me ayudó mucho con mi independencia, a enfrentar mis miedos, sin importar cuántas veces te tropieces. El camino puede parecer largo, pero al final, cuando te desempeñas con dedicación, esmero y pasión, todo se puede lograr, basta con confiar en ti mismo”, indicó.
Por su parte, para López Pagán, quien labora como project engineer para el Naval Surface Warfare Center, Indian Head Division, en Maryland, esta distinción resulta una motivación adicional para proclamar con orgullo que forma parte de la amplia herencia hispana, al mismo tiempo que expresa la satisfacción de ser una mujer puertorriqueña que trabaja en Estados Unidos.
“Fui contactada vía correo electrónico por una de las personas encargadas y de ahí todo se organizó para enviar el escrito y tomar la foto. Para mí significa un crecimiento personal y profesional, ya que estoy conociendo y experimentando todas las áreas para poder tener esa base firme y saber con más claridad hacia dónde me dirijo. Es solo el comienzo de mi carrera y qué mejor que sentir que somos muchos los hispanos que nos hemos trasladado a otros lugares para perseguir un mejor bienestar”, manifestó la ingeniera.
Agregó que una vez culminó sus estudios en el RUM, no imaginó la magnitud de oportunidades que tendría a nivel laboral, gracias a la educación que recibió en el principal centro docente del país en la Sultana del Oeste, al que además representó a nivel deportivo como embajadora de las Juanas y los Tarzanes.
“El Colegio me brindó una educación de la más alta calidad en términos de dedicación, empeño, ganas de crecer y querer llegar aun más lejos. No hay nada mejor que sentir ese orgullo, esa sangre verde cada vez que competía en las Justas. Fui atleta de pista y campo, participando en los eventos 100 m, 200 m, 100 vallas, y los últimos dos años, en salto con pértiga. Por otra parte, desde estudiar Ingeniería Química, hacer una concentración menor en Química ambiental, participar en asociaciones y poder desarrollarme en distintas investigaciones, fue lo que me llevó a donde estoy actualmente. Cabe mencionar que la investigación con el profesor Samuel Hernández y el tremendo equipo que lo compone, fue pieza clave para conseguir internados y mi actual posición a tiempo completo. Siempre estaré más que agradecida”, puntualizó.