Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 10 de junio de 2022

Renace una generación resiliente que deja

huellas de lucha, entrega y compasión.

Lema de la Clase Graduanda 2022

Estos colegiales sobrevivieron a los huracanes de Irma y María, a los temblores, a los cierres temporeros, así como la pandemia del COVID-19, que afectó a Puerto Rico. Sin embargo, estos profesionales de la enfermería no claudicaron en su meta de obtener su grado de bachillerato. El Departamento de Enfermería, del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), realizó la ceremonia de iniciación a la profesión de la enfermería, en la que juramentaron a 41 colegiales de los 56 graduandos que formaron parte en la centésima novena colación de grados. El evento tuvo lugar en la Casa del Médico del Oeste.

“Como todos los años, este acontecimiento cumbre tiene un significado muy importante, ya que presentamos ante la sociedad a los estudiantes que pertenecen a la clase graduanda 2022. El Departamento de Enfermería se esmeró en realizar actividades comunitarias, de prevención, así como de vacunación durante este periodo tan comprometedor. Este grupo de universitarios fue resiliente, luchador y compasivo. El aprendizaje que tuvo esta clase, confirma que serán excelentes profesionales”, manifestó la doctora Abigail Matos Pagán, directora de la dependencia universitaria.

Añadió que, esta Clase 2022 se destacó durante la pandemia por su resiliencia, ya que tanto el personal docente como los estudiantes del Departamento arriesgaron sus vidas a favor de la prevención de la ciudadanía en iniciativas realizadas en el país, así como en el Recinto.

“Como dato importante, nuestros egresados continúan obteniendo las puntuaciones más altas en la reválida. El Colegio de Mayagüez produce profesionales de la salud de excelencia y lo confirman los patronos y los colegas con quienes realizaron los cursos de práctica, al igual que los egresados que llevan mucho tiempo laborando en diferentes hospitales”, indicó.

Por su parte, la profesora Elba Caballero Cardona, docente y agente enlace, explicó los signos distintivos que fueron entregados durante la juramentación a esta nueva cepa de profesionales de la enfermería.

“Estos son los símbolos de nuestra ocupación desde los tiempos de la antigüedad hasta el presente. La cofia representa el tiempo en que todas las mujeres tenían que ponérsela dentro de las casas y se usa como parte del uniforme color blanco. Tenemos también la lámpara que simboliza la luz y la esperanza para el enfermo. Además, nos recuerda a Florence Nightingale, quien fue la pionera de la enfermería moderna, cuando visitaba a los heridos de la guerra de Crimea. Otro distintivo son las cintas que llevan nuestros estudiantes. Una es de color negro, que representa el grado de bachillerato en enfermería, les otorga el rango como enfermeros o enfermeras graduadas y la verde, a nuestra institución. También utilizan el alfiler, con el cordero, el libro, en representación de la ciencia y la sabiduría”, detalló.

Por su parte, la profesora Zaidalina Torres Soto, catedrática jubilada, quien tuvo a su cargo el mensaje de la ocasión, destacó que el país atraviesa un momento histórico respecto al tema de la salud y esta clase ha tenido un rol destacado, pues tuvieron que adaptarse a muchos cambios, incluso durante el proceso de enseñanza.

“Estos jóvenes estarán inmersos en una fuerza laboral competitiva y globalizada. Nuestros egresados a dondequiera que van son exitosos, pues mantengo comunicación con muchos de ellos, por lo que he comprobado que han podido triunfar con los talentos que poseen en diferentes escenarios, dentro y fuera de Puerto Rico”, afirmó durante su alocución.

La oradora invitada, quien enseñó por espacio de tres décadas, recordó su misión de transmitirle a sus estudiantes “el conocimiento para que lo pongan en ejecución en la sociedad, pues en la salud de un pueblo es muy importante que haya un bienestar total”, reiteró.

Colegiales aprenden en el laboratorio comunitario

Durante la actividad, PRENSA RUM conversó con algunos de estos profesionales, quienes tuvieron la oportunidad de vivir dentro de un laboratorio real, como parte de los diferentes acontecimientos que conmovieron al mundo, así como a Puerto Rico.

Ejemplo de ello es la enfermera Lisbeth V. Alvarado Santiago, presidenta de la clase graduanda 2022, quien comenzó estudios poco después de los eventos que afectaron al país. Nada de esto la hizo claudicar de cumplir la meta que se propuso.

“Los retos en todo momento estuvieron y siempre lo estarán, esto no nos detuvo, salimos adelante frente a situaciones que no teníamos control, como fue la pandemia del COVID-19. Pese a los desafíos, pudimos trabajar en equipo y realizar esta actividad en sano distanciamiento”, explicó la universitaria, quien también preside la Asociación de Estudiantes de Enfermería.

Por otro lado, para Kevin R. Pérez Pagán, natural de San Sebastián, la oportunidad de cursar estudios en el RUM ha sido beneficiosa y repleta de logros, pues ha podido reciprocar todos sus conocimientos a aquellos que más lo necesitan en las experiencias comunitarias.

“Agradezco a mis padres, así como a las profesoras Lourdes Ramírez, Gloribell Ortiz, Elba Caraballo y Sonlangie Pagán por el respaldo que me dieron. La labor con las comunidades resultó muy gratificante, me sirvió de mucho aprendizaje. Visité los municipios de Mayagüez, Aguada y Añasco, donde realizamos las pruebas de cernimiento y educamos a la gente para que conocieran su estado de salud. También, realizamos actividades para estudiantes en escuelas del oeste, pruebas de glucosa, control de peso y tomar la presión. Además, formamos parte del equipo de vacunación. Es importante ayudar a los demás”, subrayó el futuro anestesista.

El evento contó con el doctor Agustín Rullán Toro, rector del recinto mayagüezano, así como el doctor Fernando Gilbes Santaella, decano del Colegio de Artes y Ciencias y la profesora María I. Barbot, quienes ofrecieron sus mensajes de felicitación a la nueva clase graduanda.