Colegial es la primera puertorriqueña en recibir prestigioso premio como bibliotecaria de excelencia
Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@uprm.edu)
Prensa RUM
viernes, 9 de febrero de 2024
Con una trayectoria de casi tres décadas como bibliotecaria del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), la doctora Gladys E. López Soto, fue exaltada por la American Library Association, al otorgarle el premio I Love My Librarian, concedido anualmente a diez profesionales de esta rama de todo Estados Unidos, destacados por carreras de excelencia, así como por su compromiso y labor de impacto comunitario. La embajadora colegial se convirtió en la primera puertorriqueña en obtener el galardón, para el que compitieron 1,400 candidatos nominados de bibliotecas públicas, escolares y universitarias.
“Cuando uno realiza su trabajo, no lo hace pensando que en algún momento te van a conceder un reconocimiento. Todo se dio de manera orgánica, cumplí con mi deber, con lo que salía de mi corazón que era atender al público con cariño, dedicación y mucho agradecimiento a Dios. Salí bendecida, ya que el premio se otorga por el amor que le dedicas al trabajo y cómo las personas lo perciben; por eso estoy súper orgullosa de haberlo recibido”, expresó la homenajeada.
La ceremonia de premiación se celebró en Baltimore, Maryland a mediados de enero pasado, ocasión en la que la doctora López Soto conoció a sus colegas homenajeados, quienes recibieron cada uno un premio de $5 mil dólares, entre otras distinciones.
“Todos esos bibliotecarios hacen un trabajo excepcional para sus comunidades, no solo para su biblioteca y sus usuarios. Esa es una de las razones para poder recibir el I Love My Librarian Award. Ese día nos sentaron en primera fila y nos pidieron que lleváramos unas notas de agradecimiento. Cuando llegó mi turno, empecé a hablar en español primero, porque para mí era importante que el público de habla hispana entendiera lo que tenía que decirles. Yo me llevé mi bandera porque sentía que estaba representando a mi país y a los que viven en la diáspora, que estaban allí presentes. Para mí fue emocionante que el mundo supiera que tenemos bibliotecarios comprometidos en Puerto Rico y que las bibliotecas son importantes para todas nuestras comunidades”, relató.
Según compartió con Prensa RUM, su nominación en el RUM fue iniciativa de la doctora Carmen Amaralis Vega, catedrática del Departamento de Química, quien es admiradora de su trabajo y en agradecimiento a las orientaciones que ha brindado a sus estudiantes.
La doctora López Soto cuenta en su trayectoria profesional con vasta experiencia trabajando en distintas colecciones y varios proyectos de envergadura en la Biblioteca General. Actualmente, es la encargada del Centro de Recursos de Patentes y Marcas, desde donde orienta a la comunidad académica y a la ciudadanía en Puerto Rico, Estados Unidos y a nivel internacional.
“Los Centros de Recursos de Patentes y Marcas son unidades designadas por el United States Patent and Trademark Office (USPTO), para ofrecer servicios de educación en temas de propiedad intelectual. Se concentra en patentes y marcas, pero, como bibliotecarios al fin, también asistimos a la comunidad universitaria, a inventores, estudiantes emprendedores y toda persona que lo requiera. Trabajamos también con los derechos de autor y secretos comerciales. Atendemos al público de manera presencial y por teléfono. Recibimos llamadas de todas partes del mundo como Venezuela, República Dominicana, Islas Vírgenes, Suramérica, Estados Unidos, y usuarios de habla hispana que les interesa aprender sobre la propiedad intelectual. Igualmente, preparamos videoconferencias a través del uso de las tecnologías”, agregó.
Precisamente, como parte de esas funciones, se motivó a crear una página en español sobre ese tópico que es consultada por los demás centros adscritos al USPTO, gesta que fue considerada a la hora de evaluar su candidatura para el premio.
Asimismo, en su currículum resalta su colaboración con el Centro para la Excelencia Académica del Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en el Ciclo de Innovación y Emprendimiento. Ese trabajo le ha permitido interactuar de forma colaborativa con otros recintos de la UPR como Bayamón, Cayey y Ponce, en su misión de ayudar al público puertorriqueño que busca información sobre la propiedad intelectual.
De igual forma, atesora la iniciativa Mi Museo, Nuestros Museos que gestó en conjunto con el Museo de Arte del RUM (MUSA) y el International Education Resource Network (iEARN,) cuyo objetivo es promover la visita de estudiantes a diferentes museos y bibliotecas de sus comunidades, y que sean ellos como protagonistas quienes den a conocer sus testimonios mediante un intercambio cultural.
“Es un proyecto súper hermoso. Contactamos maestros del mundo entero y sus alumnos preparan un documento, una presentación, un video o lo que ellos quieran para enseñarnos ese museo o biblioteca. Ocurre una dinámica rica en cultura, porque estos niños comparten sus propias experiencias. Hacemos videoconferencias donde se conocen los participantes de diferentes países. Es una experiencia muy emocionante. Esto es parte de lo que podemos hacer los bibliotecarios y lograr con ese impacto comunitario”, aseveró.
La doctora López Soto posee un bachillerato en Educación con concentración en Historia y Estudios Sociales; una maestría en Ciencias y Tecnologías de la Información; y un doctorado en Educación con concentración en Tecnología del Aprendizaje, todos del Recinto de Río Piedras de la UPR.
En la Biblioteca General del RUM, ha trabajado en distintas colecciones como la de Referencias y CEDIBI, y ha estado a cargo de proyectos para los usuarios y para los empleados con el uso de la tecnología, realizando tutoriales, y en la referencia virtual, ya que según constató, el recinto mayagüezano fue el primero en el sistema UPR en ofrecer este servicio, aproximadamente entre el 2003 a 2004.
“Siempre he buscado que, a través de la trayectoria que llevo en la Biblioteca, pueda atender la necesidad que tiene el usuario e ir más allá de la simple tarea de ser un bibliotecario. Suplir esas necesidades, haciendo cosas creativas y tratar de cubrir la mayor cantidad de gente posible dentro de los servicios con el uso de la tecnología”, subrayó.
De hecho, aseguró que las bibliotecas son más vigentes que nunca ante los temas de educación a distancia e inteligencia artificial.
“Cuando llegó el internet todo el mundo decía que las bibliotecas iban a desaparecer. Ha sido todo lo contrario, porque nos hemos convertido en expertos en temas de la tecnología, en el aprendizaje, en la integración de la información y de la comunicación en la educación. Cuando llegó la pandemia, quienes dieron los talleres, orientaron a la facultad y tomaron el batón de la integración del uso de la tecnología en el salón de clases fueron los bibliotecarios; son punta de lanza en la integración de la tecnología en los recintos y en la educación. Nuestra preparación como especialistas en la información ha sido más que importante. Incluso, quienes están trabajando principalmente los temas de inteligencia artificial son los bibliotecarios en Puerto Rico y en todas partes del mundo”, destacó.
Agradecida por la educación y trayectoria profesional que forjó en los dos recintos entre los que comparte su orgullo, la educadora destacó el rol de la institución en su vida como ente transformador.
“Cuando llego a la Universidad de Puerto Rico, que por fin entro a la Biblioteca, ese edificio enorme con muchos bibliotecarios, servicios y libros, para mí fue un cambio total de perspectiva. Fue mi pasión completa, porque yo no me he separado de las bibliotecas desde ese momento. Yo crecí en una familia humilde del barrio Piedras Blancas de San Sebastián. La UPR ha sido muy importante en mi vida y tener la oportunidad de terminar un doctorado también es una hazaña que una como jibarita pepiniana no se imagina nunca”, afirmó.
De cara al futuro, la doctora López Soto aspira a continuar su labor de apoyo a los inventores en Puerto Rico, con mucho potencial de comercializar sus ideas, pero pocos recursos, falta de acceso a computadoras o porque no dominan el idioma inglés para solicitar una patente.
“Esa propiedad intelectual hay que protegerla primero, antes de tirarse a ese emprendimiento y ellos se estancan en el proceso de solicitud de patente. Aunque Puerto Rico tiene 15 o 16 abogados certificados con el USTPO, no son suficientes. La experiencia de los inventores es que tocan puertas y no se abren. Siempre estoy pensando en una oportunidad para que ellos puedan recibir esa ayuda”, dijo la recién seleccionada como Dama del CAAM Hostosiana, por la labor que realiza y que sigue la filosofía del prócer Eugenio María de Hostos.
Al preguntarle una reflexión sobre los logros obtenidos en su carrera, la recipiente del I Love My Librarian Award reiteró el inmenso orgullo de todo lo que ha alcanzado pese a muchos retos en su vida.
“Muy satisfecha y agradecida de mi familia y, sobre todo, de mi mamá, que yo sé que para ella fue muy duro criar a sus tres hijas sola con la ayuda de su hermana. Ella siempre estuvo ahí y no hay mejor ejemplo de valentía. Nos criaron a nosotras tres en unas situaciones difíciles, pero mis hermanas y yo seguimos adelante. Mi mamá es pilar de eso. Agradezco a Dios y a la vida”, puntualizó.
Foto de portada, cortesía de la American Library Association