Empoderadas de sus agroempresas
Por Ídem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 6 de julio de 2018
Treinta y nueve valerosas y competentes féminas completaron con éxito el curso de Empresarismo Agrícola Sustentable I que ofrece el Centro Empresarial para la Mujer en la Agricultura (CEMA), del Colegio de Ciencias Agrícolas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
El selecto grupo se une a las más de 500 egresadas de la entidad, que desde el 2007 brinda una herramienta educativa a las emprendedoras que desean establecer o ampliar su negocio. Para reconocer su logro, se les entregó certificados en una ceremonia especial que se celebró recientemente en la Estación Experimental Agrícola de Lajas.
“Contamos con mujeres de todo Puerto Rico. Algunas viajaron distancias largas para venir los viernes en la tarde a tomar tres horas de este curso, que constó de conferencias durante todas las semanas del semestre, 45 horas de contacto en total. También tuvimos unos sábados adicionales en los que ellas, voluntariamente decidieron venir para adquirir o mejorar sus destrezas en el uso de computadoras para administrar su negocio. Hubo representación de todos los sectores agrícolas del país”, informó la doctora Gladys González, directora del CEMA.
La también catedrática del Departamento de Economía Agrícola explicó que este año, se amplió la categoría de educación no formal, al ofrecerse también como una clase universitaria con créditos académicos. De igual forma, la Junta Examinadora del Colegio de Agrónomos de Puerto Rico lo acreditó como educación continua para la renovación de la licencia de las agrónomas.
Según abundó la docente colegial, el currículo se enfocó en la perspectiva de género, con la idea de que la mujer se apodere y tome las riendas de su empresa. Igualmente, se cubrieron aspectos de gerencia, administración, contabilidad, finanzas, mercadeo agrícola, todo con énfasis en el desarrollo de su plan de negocio. Los recursos incluyeron profesores del RUM, de Ciencias Agrícolas, así como colegas de otros recintos de la Universidad de Puerto Rico (UPR).
“Me siento bien orgullosa. Para mí es motivo de mucha satisfacción ver a todas estas mujeres que se forman o ayudamos a formar en el Centro y que luego se destacan en nuestra agricultura y en nuestra vida como pueblo, así que continuaré haciendo esto mientras tenga la fuerza”, reveló la doctora González.
La ceremonia contó con la participación del personal de la agencia Natural Resources Conservation Services (NRCS), adscrita al Departamento de Agricultura de Estados Unidos, cuyo apoyo a la iniciativa comenzó en el 2010 con una subvención conocida como Conservation Innovation Grant que les brinda la coyuntura a las participantes de desarrollarse un poco más de lo que han logrado en el Centro, a nivel de su entidad agrícola.
“Llevamos ocho años de colaboración con este esfuerzo y para nosotros es súper importante por las mujeres y, sobre todo, las jóvenes que nos dan la oportunidad de seguir expandiendo la agricultura y, a la misma vez, trabajar con personas que típicamente no están representadas en la empresa. El Centro las prepara exitosamente. De hecho, algunas de las agricultoras terminan siendo nuestras clientas y les damos asistencia. Gracias a ellas también podemos seguir divulgando y ayudando a las demás compañeras”, reiteró Edwin Almodóvar Román, conservacionista del estado en NRCS, para la región del Caribe.
Según agregó el funcionario, muchos de sus recursos formaron parte del componente docente que dictaron diversos temas para la recién egresadas del curso. Precisamente, durante la entrega de certificados, los agrónomos Edwin Mas, Zulma García y Esperanza Avilés, ofrecieron charlas relacionadas a algunos de sus programas.
Ivette Fábregas Ruiz y Liz Marie Santiago Castillo, son dos de las agroempresarias que completaron con éxito el curso, en el que obtuvieron las herramientas necesarias para sacar adelante el negocio que manejan en común en la industria de crianza de conejos.
“El mayor beneficio que nos está dando el curso es relacionado con la administración, cómo llevar a la realidad este proyecto que tienes en tu cabecita, que te está rondando desde mucho tiempo, y no sabes cómo desarrollar. En este caso, nos está ayudando a eso, a explotar esa idea, a buscar cómo vamos a hacer todo lo administrativo y a poder mantenerla también”, aseguró Ivette, quien reside en Hormigueros, pero tiene su finca en Peñuelas.
Las dos socias aspiran a ampliar su oferta con la confección de plantillas para las empanadillas de conejo que tendrán disponibles para la venta. Asimismo, Liz agregó que en su finca de Yauco maneja todo lo que tiene que ver con la composta.
“Este curso nos ayudó mucho en la administración porque a veces sabemos todo lo técnico, pero no dirigir un negocio. También nos permitió conocer a otras empresarias agricultoras que tenían el mismo fin y así nos podemos unir para sacar adelante esa industria en Puerto Rico”, aseveró la mayagüezana.
De acuerdo con ambas egresadas, esta experiencia las motivó a luchar más por lo que se habían propuesto, a pesar de los retos enfrentados.
“Aprendimos mucho de todas las demás empresas y ha sido muy bonito porque ella tenía unas ideas, yo tenía otras y encajaron en el transcurso del tiempo. Nos sentimos bien. Es un poco difícil porque no tenemos la experiencia que tienen los agricultores en Puerto Rico, pero hemos visto el ejemplo en otros países como República Dominicana, donde hay una mujer que es la que dirige la producción de conejos. Eso nos hace pensar que sí podemos tener un lugar en la industria”, reveló Liz.
Coincidió Ivette, al opinar que se trata de un campo dominado por hombres, en el que se han abierto puertas con su tesón y esfuerzo.
“Es un reto para nosotras porque queremos establecernos y mantenernos para que las personas aprendan a conocer estas mujeres nuevas en este campo agrícola”.
El caso de Yaira Avilés Ortiz, es un poco distinto, porque es estudiante en cuarto año de Agronegocios en el RUM. No obstante, su lucha y su pasión es igual a las de sus compañeras, en especial en lo que respecta a dejar una huella en este campo.
La joven colegial trabaja con su papá en una finca familiar que produce hortalizas y las venden mediante mercadeo directo. Actualmente, el negocio está en receso por los estragos recibidos tras el huracán María, pero eso no ha minado su empeño en sacarla adelante y seguir labrando sueños.
“Desde que era muy pequeña empecé a ayudarlo, él se encargaba de cultivar y producir, y yo, de las ventas. Eso, sin planificarlo, fue lo que hizo que me apasionara por este campo y que me entusiasmara por estudiar esta carrera. Siempre me gustaba la agricultura, pero me veía más enfocada en el área de la administración de empresas, así que cuando me di cuenta de que existía algo que se llamaba agronegocios, solicité y me aceptaron. Todo ha ido viento en popa, estoy en cuarto año y si Dios quiere, me gradúo pronto”, relató Yaira.
Por recomendación de la doctora González, tomó Empresarismo Agrícola Sustentable, que ahora recomienda a ojo cerrado a otras féminas por la seguridad que le proporcionó.
“Me siento bien porque muchas veces uno tiene problemas de autoestima, piensas que eres inferior por ser mujer. El curso es para eso, precisamente, para que la mujer se empodere de su agroempresa y diga ‘esto es mío y vamos adelante’, que deje de decir que es de mi papá, de mi tío, si yo soy la que administro y tengo parte fundamental en ese proceso y en el manejo de la finca, el proyecto también es mío”, recalcó la oriunda de Lajas.
Más información sobre el Centro Empresarial para la Mujer en la Agricultura, Next Generation of Female Farmers Engaging in a Sustainable and Competitive Agriculture, se encuentra en su página oficial: http://uprm.edu/cema.