Estudiante del RUM gana prestigiosa beca Barry Goldwater
Por Mariam Ludim Rosa (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 16 de abril de 2021
La estudiante Gabriela Díaz Figueroa, quien cursa su cuarto año en Microbiología Industrial en el Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), recibió la prestigiosa beca Barry Goldwater, considerada la dádiva más importante y competitiva de las ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), para los estudios graduados en los Estados Unidos y sus territorios.
El Programa de Becas Goldwater, una de las becas nacionales más antiguas, busca identificar y apoyar a estudiantes universitarios que muestran una promesa excepcional de convertirse en la próxima generación de líderes de investigación.
“Es un honor recibir el premio Goldwater. Esta oportunidad me ayudará a enfocarme en mi área de investigación, guiarme en la carrera que deseo ejercer, y proveerme las destrezas que requiero”, indicó Gabriela.
Explicó que el proceso de solicitud comienza a principios del primer semestre del año académico. Cada institución tiene un representante que evalúa y ayuda a los estudiantes que aspiran a obtenerla y pueden escoger un máximo de cuatro alumnos para recomendarlos a los jueces superiores, quienes eligen a quienes serán becados.
“Es un proceso largo, que requiere varias partes de redacción en las que uno expresa sus intereses académicos, logros, metas y detalles personales, entre otros. También, una gran parte se dedica al Research Statement, documento en el que se debe explicar la investigación que uno está realizando, detallar cómo impacta a la sociedad, por qué se eligió trabajar el tema, qué actividades ha realizado el estudiante, y cuáles son sus planes futuros dentro de su área”, añadió.
De hecho, la joven universitaria de 21 años, ya cuenta con un impresionante currículo de investigación subgraduada y, actualmente, evalúa la reacción entre la Hemoglobina y H2S para la formación de SulfHemoglobina, con el fin de utilizar esta molécula como un marcador biológico.
“En el verano de 2019, tuve la oportunidad de participar en el Programa de internado de verano de BioXFEL en Rice University, lo que me permitió desarrollar habilidades de laboratorio y mejorar mi comprensión de las moléculas biológicas. Además, estuve expuesta a varios temas de investigación, y pude delimitar mis intereses profesionales. Trabajé en el laboratorio del doctor Joff Silberg, bajo la mentoría de Ian Campbell, evaluando la estabilidad de la proteína Ferredoxina. En esta investigación, comencé a familiarizarme en cómo los cultivos bacterianos podrían usarse potencialmente como fuente de energía al trabajar con una proteína que funciona como un centro de electrones en las cianobacterias. Por eso, me dediqué a este proyecto de investigación, para obtener el mayor conocimiento y experiencia posible. Al final del internado, presenté mi afiche en el Simposio de Verano de IBB y estaba orgullosa de obtener el Premio al Póster Más Destacado”, relató.
Con el fin de ampliar estos conocimientos, la joven científica contactó al doctor Juan López Garriga, catedrático del Departamento de Química, para proseguir sus investigaciones en su laboratorio.
“Sabía que tenía que seguir practicando y aprendiendo sobre estas y muchas otras técnicas para determinar adecuadamente el comportamiento y las interacciones de las diferentes macromoléculas que podrían impactar a la sociedad. Pude comprobar cómo el laboratorio del doctor López Garriga se alineaba con mi área de interés, por lo que trabajé duro para unirme a su equipo”, narró.
Relató que su interés por la disciplina surgió desde temprana edad. “Durante mis estudios en la escuela superior, me apasionó la carrera de Biología Estructural. No conocía las trayectorias profesionales dentro de este campo hasta que se me presentó un concurso de cristalización de proteínas y decidí participar. Gané interés en aprender sobre la vida a nivel molecular, lo que me inspiró a trabajar fuertemente en la competencia. Además, pude aprender sobre la importancia de estudiar la composición y estructura de las macromoléculas para descubrir sus múltiples aplicaciones y vías en la vida. Por lo tanto, decidí cursar un Bachillerato en Microbiología Industrial, para ampliar mis conocimientos y habilidades de los niveles fundamentales de los organismos”, indicó.
Gabriela es la tercera alumna del recinto mayagüezano de la UPR en obtener esta distinción desde que se instituyó la beca en 1986. La primera colegial que la recibió fue Cristina Ferrari Lugo, en 1995; y la segunda fue Paola M. Matos Ruiz, en 2017. En el 2018, el estudiante Gabriel E. Colón Rosa, recibió una mención honorífica.
“Para mí es un orgullo confirmar la calidad de estudiantes de Puerto Rico y de nuestra universidad. Esta es la beca más prestigiosa para estudiantes subgraduados en todo Estados Unidos, así que la presencia de Paola, Gabriel y Gabriela en esta selección es un indicador importante de esa calidad humana y académica”, indicó, por su parte, el doctor Mauricio Cabrera Ríos, representante de la beca en el RUM y catedrático de Ingeniería Industrial (ININ), quien explicó que la competencia por esta dádiva es intensa, ya que solo la Universidad puede nominar un máximo de cuatro estudiantes por institución.
Asimismo, el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM felicitó a la colegial por lograr este importante mérito.
“¡El talento y capacidad de nuestros estudiantes es impresionante! Felicito a Gabriela por esta gesta que es producto de su compromiso y dedicación. Le auguro un futuro brillante, lleno de oportunidades como una científica destacada. Y es que, desde temprano en su carrera universitaria, ha demostrado el valor del esfuerzo y la tenacidad. ¡Enhorabuena!”, indicó el Rector.
Tras concluir su grado de bachillerato en el RUM, la joven aspira a completar un doctorado en Biología Estructural con especialización en cristalografía de Rayos X.
“A menudo me pregunto si otros jóvenes estudiantes no conocen las diferentes posibilidades dentro de una carrera en STEM. Por lo tanto, me he propuesto como meta personal aprender a capacitar a otros para que se conviertan en investigadores líderes. Me han adiestrado estudiantes graduados apasionados por sus carreras, y aspiro algún día a proveer a otros una mentoría similar. Reconozco que estas ambiciones requieren trabajar fuertemente, paciencia, colaboración en equipo, y habilidades de comunicación y escritura adecuadas. Con ese fin, me gustaría obtener todo entrenamiento posible para adquirir la mentalidad y los conocimientos necesarios que requiero para cumplir mis metas”, puntualizó, al tiempo que agradeció la guía de sus mentores y familiares.
“Gracias a la mentoría de los doctores López Garriga y Bill Bauer, así como de José Olmos, Andrea Pabón y Lysmarie Santos Velázquez; y el respaldo de mi familia, he podido lograr todas mis metas”, concluyó.