Por Mariam Ludim Rosa (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 30 de abril de 2021

El doctor Javier A. Arroyo Figueroa, egresado de la clase de 1990 de Ingeniería de Computadoras del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), diseñó Epiwall, una red social que protege la privacidad de sus usuarios.

“Epiwall, que significa Enhanced Private Interactions (interacciones privadas mejoradas), pretende aportar tranquilidad a los usuarios de las redes sociales preocupados por su privacidad o por el uso de los datos de sus interacciones con fines comerciales. Esto se consigue mediante el uso de la encriptación de extremo a extremo, lo que significa que todas las publicaciones y mensajes de chat del usuario son encriptados por la aplicación en el dispositivo del usuario, y almacenados encriptados y desencriptados en los dispositivos de las conexiones de los medios sociales del usuario”, explicó Arroyo Figueroa, quien se desempeñó como catedrático asociado de la Facultad de Ingeniería desde 1997 hasta el 2010.

“El proyecto es una respuesta a los eventos recientes de violación a la privacidad de los usuarios de redes sociales, especialmente de Facebook; que fueron expuestos en el reciente documental The Social Dilemma. Epiwall es la primera red social que protege la privacidad de sus usuarios con cifrado de extremo a extremo en todas sus funciones: entradas, comentarios y compartidas. La tecnología de cifrado de extremo a extremo (end-to-end encryption) cifra los mensajes en su origen, esto es, en la computadora o celular del usuario y se almacenan cifrados en los servidores de Epiwall; de forma tal que sólo quien posea la llave, el usuario y sus conexiones en la red, pueden ver su contenido. Dichas llaves son desconocidas por el personal de Epiwall o cualquier intruso que tenga acceso a nuestros servidores, brindando al usuario máxima seguridad”, agregó.

Aunque el concepto de cifrado de extremo a extremo no es nuevo y se utiliza actualmente en aplicaciones de mensajería como Signal y WhatsApp, nunca se había aplicado a todas las funcionalidades de las redes sociales, como publicar, comentar y compartir. “Estas características hacen que Epiwall sea único en su categoría”, señaló.

El doctor Arroyo Figueroa, y su empresa Entevia, LLC, lanzaron la primera versión de la plataforma el mes de marzo. Publicarán en mayo una nueva versión que incluirá las aplicaciones móviles para Android y iOS.   Asimismo, funciones para que los artistas publiquen sus trabajos en forma de Non-Fungible Tokens de manera gratuita”, dijo a Prensa RUM.

Añadió que la tecnología de Epiwall, pendiente de patente, también permitirá monetizar los espacios públicos. “La clave de la monetización se basa en las interacciones del usuario con los espacios públicos, normalmente utilizados por las empresas que quieren anunciarse en Epiwall“, afirmó.

Relató que el proyecto conllevó varios años desde su conceptualización, pero a partir de los eventos recientes, ganó prioridad, por lo que intensificaron las labores para lograr su lanzamiento.

“Para nosotros, Epiwall representa el éxito de la tecnología en alcanzar la responsabilidad social, lo que también se convierte en un reto al tratar de conseguir un balance entre privacidad individual y el bien común”, puntualizó, al expresar que esperan llegar a los 100 mil usuarios a finales de este año.

De hecho, describió que cada usuario tiene varios espacios, por ejemplo, amigos, familia, trabajo y puede invitar a otros a participar en el área que entiendan más apropiada. “Solo los usuarios que tengan acceso a un espacio, podrán ver el contenido del mismo”.

El doctor Arroyo Figueroa, natural de Mayagüez, Puerto Rico y egresado colegial, obtuvo su maestría en Ingeniería Eléctrica en 1992 y su doctorado en Ingeniería de Computadoras en 1997, ambos grados de la Universidad de Florida.

“Mi interacción con el Colegio fue tanto como estudiante como profesor. El RUM sentó todo el fundamento que hizo de mí el profesional que hoy soy. De hecho, cuando estudiaba maestría en University of Florida y presentaba mis proyectos, un par de profesores me preguntaron: ‘¿Tú aprendiste todo eso en el bachillerato? ¿Dónde fue eso?’. Yo les respondía orgullosamente: ‘en el Recinto Universitario de Mayagüez’. Otro profesor me dijo: ‘He tenido muy buenos estudiantes del sitio de donde vienes’. ¡Orgullo colegial!”, concluyó.