Las primeras tres becadas de la Fundación CEIBA se estrenan como colegiales
Por Idem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 18 de agosto de 2023
Yamilet Gómez Marte, Karellen Velázquez Rivera y Alexa M. Irizarry Vargas, estudiantes de nuevo ingreso del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), iniciaron su jornada académica como las primeras tres becadas por la Fundación CEIBA, que les otorgó una ayuda económica durante los próximos cinco años para costear sus estudios subgraduados y cumplir su sueño de completar carreras relacionadas con la Ingeniería de Computadoras y las Ciencias e Ingeniería de la Computación.
La entidad, fundada por el doctor Fernando Colón Osorio, quien es egresado colegial, suscribió un acuerdo de filantropía con la institución en marzo pasado con una aportación de $1.3 millones que, entre otros fines, se destinarán a otorgar becas a estudiantes del Colegio de Ingeniería. El proyecto denominado Give Back, Creating a Community of Scholars & Entrepreneurs, apoyará a alumnos con necesidad económica, con el fin de estimular la innovación y el crecimiento en Puerto Rico.
Las pioneras en obtener esta dádiva, quienes son procedentes de escuelas públicas puertorriqueñas, se destacaron por su excelencia académica, su aspiración en el emprendimiento y su compromiso con retribuir al país con su talento y educación.
A Yamilet, recién graduada de la Escuela Vocacional Metropolitana Miguel Such en San Juan, le corresponderán $30 mil anuales; mientras que Karellen, de la Escuela Especializada en Ciencias y Matemáticas Dr. Pedro Albizu Campos/Thomas Armstrong Toro en Ponce; y Alexa, de la Escuela José E. Lugo Ponce De León de Adjuntas, recibirán $15 mil cada año.
En entrevista con Prensa RUM, las jóvenes agradecieron ser parte de la histórica distinción que les ayudará a cubrir sus gastos de matrícula y otros asociados como libros, materiales y algunos estipendios como comida y alojamiento.
“Fue un orgullo y, al mismo tiempo, un alivio porque ya cuando no tienes que preocuparte por el dinero, tienes más tranquilidad y sabes que el único enfoque es estudiar. Creo que hay muchos jóvenes que quieren salir adelante, pero no se les hace posible debido a lo económico y cuando se enfrentan a esos problemas deciden no continuar. Con oportunidades como estas, les brindas una posibilidad de progresar, de demostrar su capacidad. Estoy muy agradecida y espero aprovecharla al cien por ciento, dar lo mejor de mí para que otras personas puedan decir: ‘si ella pudo, yo también’”, aseguró Yamilet, admitida al Programa de Ciencias e Ingeniería de la Computación.
En el caso de Karellen, tan pronto se enteró de la existencia de la beca, solicitó con la esperanza de obtenerla y alcanzar su meta de estudiar en el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR). En el proceso de decidir cuál sería su futura universidad y en espera de tener noticias de la Fundación CEIBA, aceptó la oferta del Recinto de Ponce de la UPR, con el objetivo de trasladarse al RUM en dos años, ya que sabía que económicamente no podría costear los gastos que conlleva mudarse y vivir lejos de su hogar.
“Sinceramente es un honor y debo darle gracias a Dios, primero que todo. Mi sueño siempre era venir aquí al Recinto, por lo que recibir la beca ha tenido un gran impacto en mi vida. Fue bien emocionante recibir la llamada del doctor Colón Osorio a principios de junio para notificarme que había sido seleccionada. Me quedé en shock porque lo que había planificado hacer en un periodo en dos años, se hizo realidad en menos de dos meses. Mi hermana también es estudiante universitaria, así que el alivio que esto representa sobre la parte económica de mi familia es bastante grande”, relató Karellen, admitida a Ingeniería de Software.
Por su parte Alexa, contó que se enteró de esta oportunidad por un mensaje en su correo electrónico y de inmediato solicitó pensando que tal vez no la ganaría, por lo que se llevó una gran sorpresa al enterarse de la buena noticia.
“Me siento bien orgullosa, sé que no hay límites y que represento a un montón de mujeres en las ciencias, en las que muchas personas no logran ser admitidas. Así que es una gran oportunidad y estoy muy agradecida”, aseveró Alexa, quien también fue aceptada en Ciencias e Ingeniería de la Computación.
Las becadas, quienes recibirán consejería y tutorías de apoyo académico en su trayecto, también hablaron de cómo descubrieron la vocación que las llevó a solicitar ingreso al recinto mayagüezano de la UPR.
“Al principio no estaba muy segura, pero durante unos veranos tomé unos cursos que tenían que ver con la Ingeniería y las Ciencias en Programación y, verdaderamente, me interesó. Después, buscando universidades, la primera que siempre aparecía era Mayagüez y muchas personas me la recomendaron para estudiar campos de Ingeniería. Investigué un poco y me decidí por esta Universidad”, recordó Yamilet.
Algo muy parecido vivió Alexa, quien también se motivó por su disciplina en undécimo grado, tras una experiencia de talleres sobre el tema.
“Decidí esta carrera debido que tomé un curso que incluía codificación y ahí desarrollé esas habilidades de codificar. Pude realizar varios proyectos en Python, Html, CSS y me di cuenta que me gustaba mucho y que iba a ir por el área de la Ingeniería”, subrayó.
Mientras, para Karellen, estudiar su bachillerato en el Colegio era parte de una especie de lista de intenciones que tenía desde sexto grado con todas las metas propuestas, incluso la de participar en varios campamentos de Pre-Ingeniería en el RUM, conocidos como P-BOX, lo que pudo completar en varias ocasiones.
“Desde pequeña, según me cuentan, siempre he estado muy inclinada hacia la tecnología; no porque siempre estoy pegada a ella, sino porque quiero saber cómo funciona cada cosa adentro. Mi primer artefacto fue una tablet y después he seguido evolucionando hasta lo que tengo hoy. Siempre he querido estar en una carrera que involucrara ese componente tecnológico, pero fue en escuela intermedia que me hablaron sobre la programación y cuando me explicaron que se utiliza para crear las aplicaciones, decidí que quería entrar por esa área”.
Las tres se mostraron felices por el recibimiento que tuvieron como prepas en la Semana de Orientación en el RUM, aunque admitieron sentirse un poco tristes por la separación de sus familias en esta nueva etapa universitaria. No obstante, están deseosas de adentrarse en sus estudios con miras a alcanzar sus planes futuros.
“No lo tengo muy claro, pero me gustaría entrar en la industria, trabajar en lo que estudié y también quisiera ayudar a más personas como yo; que muchos chicos en Puerto Rico pasaran por las experiencias que he tenido y que vieran todo lo que uno puede lograr con la ingeniería, la programación y todas sus oportunidades”, expresó Yamilet, quien disfruta de la lectura, la música y estar en su hogar, pero también le fascina explorar la naturaleza.
Por su parte Karellen, cuya experiencia incluye estudios formales en arte y música, los que ha seguido cultivando a través del dibujo y el instrumento del cello, tiene su plan muy delineado.
“Yo quiero hacer un doble bachillerato y salir de aquí con mi propia empresa establecida, que tendrá dos divisiones, pero eso se queda confidencial porque no quiero que me roben la idea. Si tengo la oportunidad, que también ha sido mi sueño, completar una maestría y un doctorado”, aseveró Karellen, también fanática de actividades extremas en bicicleta, patines y patineta.
Por su lado, Alexa, quien disfruta del dibujo y de los paisajes de su natal Adjuntas, aseguró que le gustaría “trabajar para una empresa grande y poder ayudar a Puerto Rico”.
A principios de este año, cuando se dio a conocer la noticia del donativo millonario al RUM por parte de la Fundación CEIBA, su gestor explicó que a pesar de sus orígenes modestos, la educación en el recinto mayagüezano de la UPR le proveyó grandes posibilidades a nivel profesional y económico al llegar a ocupar posiciones de alta influencia mundial en el campo de las computadoras.
“Es mi responsabilidad y la de todos los exalumnos con capacidad económica de reciprocar al Colegio. Esta contribución espera otorgar a estudiantes similares a mí, en términos de escasos recursos económicos, la oportunidad de transformar sus vidas, y, por ende, a Puerto Rico”, sostuvo el doctor Colón Osorio, egresado de la clase 1970 del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras (INEL).
Por su parte, el rector del RUM, doctor Agustín Rullán Toro, felicitó a las nuevas integrantes de la familia colegial y reiteró palabras de gratitud al fundador de la entidad.
“Estamos profundamente agradecidos por la gesta del doctor Colón Osorio. Nos llena de emoción ver representados en su figura los más altos valores de desprendimiento y compromiso con la institución y con las nuevas generaciones. Anhelamos que más exalumnos emulen su ejemplo de aportar a su alma mater. Asimismo, felicitamos a Yamilet, Karellen y Alexa por su excelencia, por confiarnos su educación y les auguramos el mayor de los éxitos en su carrera”, afirmó el Rector.
El donativo de la Fundación CEIBA, gestionado en el Recinto por la Oficina de Exalumnos y Filantropía, incluye además dos pilares adicionales a las becas: una cátedra dotal y un ecosistema de emprendimiento que propicie la creación de empresas que garanticen plataformas de empleo y experiencia para los recién graduados del RUM, con impacto en el desarrollo económico del país.
“Nos llena de gran entusiasmo poder conferir estas primeras tres becas con este histórico donativo, que demuestra el compromiso de nuestros egresados con el Recinto y con la filantropía. Apelamos a la generosidad de tantos exalumnos exitosos de nuestra institución para que repliquen este esfuerzo y puedan beneficiar a muchos otros jóvenes en alcanzar las metas de su futuro profesional”, indicó, por su parte, Carmen Patricia Parés, directora de la mencionada Oficina.
Las personas interesadas en obtener más información sobre el programa y cómo radicar su solicitud, pueden comunicarse con la Oficina de Exalumnos y Filantropía del RUM al 787-832-4040 exts. 2998 y 2999, o acceder a la página Web de la Fundación CEIBA.