Departamento de Ingeniería Mecánica realiza por primera vez una casa abierta para prepas y sus familiares
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 8 de agosto de 2025
El Departamento de Ingeniería Mecánica (INME) celebró por primera vez una Casa Abierta que comenzó con una serie de orientaciones para estudiantes que fueron admitidos al Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), y sus familiares, con el propósito de conocer el lugar de estudios a partir de agosto, cuando inicien su bachillerato.
“Esta actividad nos tiene muy emocionados de realizarla por primera vez, ya que recibimos a sus familias, a sus padres y madres, o las personas que los trajeron hasta aquí en su nueva vida académica. Estamos abriendo nuestras puertas, orientándolos sobre el Departamento, para que conozcan qué abarca la carrera de la Ingeniería Mecánica, en qué tipo de industria pueden laborar. Además, tuvimos la participación de egresados, que les hablaron acerca de su experiencia como estudiante, todas las actividades extracurriculares que llevaron a cabo mientras fueron estudiantes del Recinto, que les abrieron las puertas a un mundo de oportunidades”, expresó Yolanda Pérez Rodríguez, asesora académica de INME.
Como parte de las jornadas educativas, se realizó una orientación en el anfiteatro Ramón Figueroa Chapel y luego se trasladaron al edificio Luchetti, sede del mencionado Departamento y sus laboratorios de investigación.
“Este año hemos admitido 285 nuevo estudiantes. Hoy les tendremos una charla, además de realizar una serie de actividades a las afueras del Departamento, que se repiten en la mañana y en la tarde. Es importante mostrarles los proyectos que participan los colegiales y que conozcan este Recinto tan especial”, agregó el doctor Pedro Quintero Aguiló, director asociado de INME.
Uno de los asistentes fue el egresado Luis Peña Crescioni, quien es conocido como un influencer, y que ha tenido una amplia trayectoria en el mundo científico. En la actualidad, crea contenido para sus redes para su negocio dedicado al emprendimiento turístico y lo combina con viajes a diferentes partes del mundo que se llama Backpacking Luis.
“Me encuentro muy emocionado de regresar a mi alma mater en Mayagüez, en especial este edificio Luchetti, donde todo comenzó. Como parte de la presentación, les hablé a los prepas acerca de todo lo que yo pasé al principio, les brindé algunas herramientas y consejos. Además, el conté las ‘prepadas’ que cometí, otras que se pueden también evitar. Aproveché la oportunidad para motivarlos y cómo ser un buen ingeniero para que puedan conseguir todas sus metas, todo lo que ellos quieran, es posible con dedicación y disciplina. Mayagüez me preparó demasiado bien y pude conseguir todo lo que quería, completé todos mis internados, mis coops e hice un intercambio de estudios en España. Y les conté acerca de mis experiencias en la NASA”, afirmó el egresado y creador de contenido.
Hijo de madre deportista que enalteció los colores del Colegio
Por otro lado, una madre egresada del recinto mayagüezano y deportista en sus años como estudiante asistió en compañía de su hijo, y quedaron complacidos con el evento. La colegial Damaris Arroyo Trinidad, egresada del Departamento de Ingeniería Industrial, esta vez regresó a su querido Colegio en compañía de su hijo Francisco Luis Ruelas Arroyo, quien fue admitido a INME.
“En nuestra familia venimos de pura sangre colegial, ya que su papá estudió agrimensura. Su hermano mayor estudió Ingeniería en Computadoras, se graduó de aquí hace alrededor de tres años. Él siempre ha escuchado a los dos papás que son orgullosos colegiales. Desde pequeño, mi hijo desmontaba los equipos y los radios. Definitivamente, tiene sangre de ingeniero mecánico. Si yo volviera a nacer también comenzaría por Ingeniería Mecánica. Mi experiencia en el Colegio fue única”, indicó la deportista.
Damaris estudió desde 1989 y se graduó en 1996, durante su estancia en su alma mater compitió desde 1991 al 1994. Obtuvo cuatro medallas de oro, dos de plata y tres de bronce en 1,500, 3 mil, 5 mil metros y un campo traviesa. Como parte de su jornada deportiva como atleta en las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria (LAI) recibió un sinnúmero de galardones. En la actualidad, compite ocasionalmente en eventos deportivos dentro y fuera de Puerto Rico, al mismo tiempo labora en la industria farmacéutica.
Mientras, su hijo Francisco Luis, siguió los pasos de sus padres, ambos colegiales. A temprana edad tenía claro el objetivo de estudiar en el recinto mayagüezano, mientras cursaba estudios en la escuela Gerardo Sellés Solá en Caguas, no dudó en radicar la solicitud de admisión.
“Decidí estudiar en el RUM por el prestigio de la Universidad y toda la historia que tiene, no sólo en Puerto Rico, también en el exterior. Mi familia fue un gran factor a hacer la decisión de dónde quería estudiar. Mis padres me decían que era bien retante, no solo académicamente sino para toda la vida. No me preocupa tanto la adaptación o estar viviendo lejos. Estoy bien emocionado y preparado para comenzar. Aspiro a conseguir un trabajo antes de graduarme, si Dios quiere, y realizar un buen internado que me consiga esa meta. Además, perseguir mis otros sueños con la ingeniería y con los temas que me interesan en esa área”, sostuvo.






