La percepción errónea de las ciencias y el poco conocimiento científico que existe en la población ha provocado que científicos, como el físico Daniel R. Altschuler Stern, responsabilicen al sistema educativo por educar basándose en hechos y memorización y por ser el contenido difícil en muchos casos. Por esta razón, el doctor Altschuler Stern visitó el Recinto para compartir con la comunidad universitaria la importancia de poseer un temperamento científico: qué es, cómo y para qué debemos cultivarlo.
El conocimiento que surge de las ciencias nos permite conocer cómo se formó el mundo en que vivimos, cómo ha llegado a ser lo que es, lo que existe fuera de él y los eventos que lo afectan actualmente. Sin embargo, el doctor Altschuler Stern, físico y catedrático del Departamento de Física de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras, señala que factores culturales, económicos, dogmáticos, tecnológicos, políticos, entre otros, han sido obstáculo para entender la ciencia como empresa y considerarla como un camino a la verdad de las cosas. Esto ha resultado en la carencia de temperamento científico en las personas, entiéndase, la capacidad de distinguir entre lo que es y no es científico.
Ya que nos beneficiamos constantemente, conscientes o inconscientes, de la ciencia, es importante reconocer su rol y potencial en las actividades y los acontecimientos que ocurren a diario y han ocurrido a través del tiempo para comenzar a comprender mejor “de qué trata lo científico”.
Apartado de todo elemento supersticioso, religioso, mágico y hasta imaginario, y desde un enfoque completamente científico, racional y crítico, el doctor Altschuler Stern discutió las vías para desarrollar ese temperamento que pudiera protegernos de los engaños y las falacias de este mundo. Afirma que para esto es determinante la participación de la educación formal: desde la escuela, el instituto y su conocimiento.
Intellectual freedom is essential — freedom to obtain and distribute information, freedom for open-minded and unfearing debate and freedom from pressure by officialdom and prejudices. Such freedom of thought is the only guarantee against an infection of people by mass myths, which, in the hands of treacherous hypocrites and demagogues, can be transformed into bloody dictatorship. – Andrei Dmitrievich Sakharov
A partir del pensamiento del físico nuclear Andrei Dmitrievich Sakharov, el doctor Altschuler Stern declara que “todos necesitamos una educación científica, un temperamento científico, basado en la idea de que vivimos en un mundo ordenado, gobernado por leyes naturales que no pueden ser alteradas. Para la libertad de pensamiento, necesitamos antes que nada tener conocimientos y saber pensar algo que se supone recibimos por la educación formal”.
En su presentación, el profesor y físico compartió las tres reglas que ofrece el matemático húngaro George Pólya para desarrollar un temperamento científico, las cuales sirven además de entrenamiento a cualquier científico. Estas reglas incluyen la disposición de revisar nuestras creencias con audacia intelectual, cambiar una creencia cuando exista una razón convincente para hacerlo, pero con sabia moderación, y poseer una actitud fundamental de duda.
Según argumenta Altschuler Stern, cuando una persona no posee un temperamento científico, “se torna vulnerable a la tentación del pseudoconocimiento, a la seducción de la pasión y a la tiranía del dogmatismo” y asegura que este conocimiento falso, o desconocimiento, inhabilita el cumplimiento o la acción efectiva de diferentes tareas que pudieran resultar en errores peligrosos.
¿Cómo podemos implementar entonces ese temperamento? Nos asegura que se logra a través del pensamiento crítico que “consiste en cuestionarse sistemáticamente las premisas sobre las cuales se apoya nuestro tejido de creencias muchas veces implícitas y difíciles de reconocer”. Es a través del pensamiento crítico, cultivado en la escuela y la universidad, que podemos encontrar nuevas formas de pensar para resolver los problemas causados por las viejas formas de pensar, añadió Altschuler Stern.
A pesar de los elementos de incertidumbre en el camino de encontrar la verdad por medio del pensamiento crítico, asegura que existen maneras de acercarnos a ella, aclarando que “no tenemos un derecho epistémico a pensar como deseemos, ya que nuestros pensamientos fundamentan nuestras acciones”. Si lo que hacemos está altamente influenciado por nuestras creencias e ideologías, es importante establecer esa conciencia.
Lo maravilloso de la ciencia es que a pesar de todas las limitaciones que nos afectan, temporales, espaciales, cognitivas, hemos sido capaces de comprender bastante bien cómo es el mundo.”
La participación del físico provocó, con toda intención, la reacción del público y la discusión socializada de diversos temas, desde la posible existencia de otros seres en el universo hasta el deber que tienen los científicos, las científicas, los académicos y las académicas de todas las disciplinas de utilizar y difundir su conocimiento y corregir si es necesario lo que muchas veces se propaga incorrectamente, con intención o sin ella, entre las personas.
Esta charla fue auspiciada por la Sociedad de Estudiantes de Física y el Departamento de Física del RUM.
Por Cynthia Maldonado Arroyo