Compendian 150 años de huracanes en Puerto Rico
Por Rebecca Carrero Figueroa (rebecca.carrero@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 19 de octubre de 2018
A un año del paso del huracán María, el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL), adscrito al Departamento de Ciencias Sociales (CISO) del Recinto Universitario de Mayagüez, (RUM) presentó su Proyecto 1867: Desastres y memoria en Puerto Rico, una investigación sobre diversos fenómenos que han afectado la isla.
La iniciativa se compone de una página digital, una bibliografía anotada y el recién publicado texto, Un cambio categoría 4: Memorias del huracán María, una recopilación de escritos de 15 colegiales y su experiencia poshuracán.
El Proyecto 1867 surgió en agosto de 2017, con el objetivo de conmemorar las dos décadas transcurridas desde el paso del huracán Georges y el centenario del tsunami de 1918. El esfuerzo agrupa a estudiantes de geología, ciencias sociales, ciencias agroambientales, química, ingeniería, biología, lo que nutrió el proyecto y a sus participantes para explicar desde diferentes perspectivas, sus vivencias. El enfoque de la presentación fueron los huracanes, aunque el trabajo también abarca otros incidentes geológicos.
“Buscábamos trabajar desastres históricos y contemporáneos. Los estudiantes también documentaron las sequías de 1964, 1994 y 2014, y el deslizamiento de terreno en Mameyes, Ponce, en 1985. Para ello, participaron de talleres de manejo de archivos y uso de fuentes”, sostuvo la doctora Tania López Marrero, directora del CIEL y coordinadora del proyecto.
Los datos integran la página cibernética www.proyecto1867.com, en la que se accede a una descripción de los desastres, vídeos, publicaciones, detalles del huracán María e información sobre el equipo de trabajo.
Encabezó la jornada, Abimael Castro Rivera, del Departamento de Geología y del CIEL, quien discutió el historial ciclónico previo a María sobre la isla y a 86 millas de las costas de Puerto Rico, ya que es la distancia que este tipo de disturbios climáticos pueden causar algún tipo de daño.
De acuerdo con el estudiante, en el período evaluado de 150 años, Puerto Rico experimentó el paso de 94 ciclones por su área, distribuidos entre 45 tormentas tropicales y 44 huracanes. La mayoría de estos últimos se clasificaron en la categoría 2, según la escala de Saffir-Simpson. El total lo completan cinco sistemas que no recibieron ninguna clasificación por la falta de instrumentación meteorológica.
De la misma manera, detalló que la ocurrencia por mes de estos fenómenos ha sido de 32, durante agosto, y 38, en septiembre. Sin embargo, en el 2007 la tormenta tropical Olga afectó la isla el 11 de diciembre, lo que la convierte en el único sistema fuera de la temporada que va del 1 de junio al 30 de noviembre.
“Es importante conocer sobre aquellos fenómenos que pasan a la distancia de 86 millas por los efectos que producirían, incluso mayores que aquellos que entran a tierra”, explicó Abimael, al tiempo que aclaró que de los 94 identificados, 65 lo hicieron en las cercanías de la isla.
De hecho, la tormenta tropical Eloísa, que cruzó a 40 millas al noreste de la zona de Puerto Rico, dejó entre 30 a 33 pulgadas de lluvia en sectores aislados de Utuado y afectó, mayormente, el oeste interior y el sur del país.
Por su parte, Carlos Francisco Rivera López, del Departamento de Biología y también, estudiante del CIEL, disertó acerca de la memoria social en el contexto de los desastres para aumentar la resiliencia.
“Este concepto se refiere a las experiencias acumuladas, el conocimiento adquirido y las lecciones aprendidas a partir de desastres previos. Por esto, generamos el documento: Amenazas naturales, desastre y memoria: Una bibliografía anotada”, sostuvo.
De su investigación se desprende que de los artículos estudiados, en solo 22, se aludía a la memoria social. La distribución de los mismos fue: 14 entre huracanes, inundaciones y tornados, que se desarrollaron en relación al huracán Katrina en Nueva Orléans; cuatro terremotos, maremotos, en Japón, Indonesia y Haití, así como cuatro incidentes generales en los que no se especificaba ni el lugar ni el riesgo asociado.
Asimismo, recalcaron la vulnerabilidad de la isla debido a su posición geográfica y geológica. De hecho, observaron la coincidencia entre el huracán san Narciso y María, ya que 20 días después del primero, hubo un terremoto intenso en la isla, seguido de un tsunami. Curiosamente, en el 2017, después de María, se generó una alerta similar.
Acto seguido, la doctora López presentó el libro que recoge las memorias del huracán y que incluye como temas secundarios: la situación en el municipio de Utuado, el cuidado de los animales durante el fenómeno, cómo se afectó el sector agrícola, una analogía entre el sistema social y la ecología, y el manejo gubernamental del desastre, entre otros.
La publicación puede descargarse de forma gratuita, en pdf desde: http://bit.ly/2RZNxN9.