La Biblioteca continúa su jornada de preparación
Por Ídem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 31 de mayo de 2019
La Biblioteca General del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) dio seguimiento al proyecto de preparación para emergencias y preservación de sus recursos, a través de una serie de adiestramientos que se celebraron la semana pasada en su edificio principal, así como en varias localidades del campus.
Se trató de la tercera ocasión en la que se ofrece este entrenamiento, cuyo inicio se gestó luego del paso del ciclón María, que afectó severamente las instalaciones. Tras esa situación, la dependencia recibió una dádiva del National Endowment for the Humanities (NEH) ascendente a $30 mil, que permitió realizar la primera fase relacionada con la recuperación de los daños causados por el evento atmosférico.
“Primero, trabajamos con la respuesta del desastre, y ahora contamos con una segunda subvención de $10 mil específicamente diseñada para instruir a los empleados sobre el manejo de hongos de las colecciones. Es un proyecto a largo plazo. Tenemos una meta de tres años, gracias también al programa de Adopt a Library de la American Library Association y el compromiso de la Universidad de Illinois que nos permite tener a la especialista Miriam Centeno durante este periodo. Nosotros nos enfocamos en nuestra Biblioteca General, pero también hacemos un acercamiento a otras personas interesadas en participar dentro del quehacer cultural del país”, explicó Hilda Teresa Ayala González, bibliotecaria del Centro para la Investigación e Innovación de Posgrado (GRIC) y una de las gestoras de esta propuesta.
Por su parte, Centeno, quien es cuidadora de colecciones de ese centro docente en Urbana-Champaign, revalidó su visita al recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR) para dar continuidad al plan estructurado de desastres y al programa de preservación. Su estancia estuvo dedicada a un simulacro con el equipo designado para emergencias y a un adiestramiento para la limpieza de hongos en distintos tipos de materiales, entre otras actividades.
“He visto un compromiso grande de la institución para seguir desarrollando esta iniciativa. Ahora se están especializando en cómo responder de manera interna, después de un brote de hongos, en caso de que no tengamos necesariamente los recursos para usar servicios externos”, aseveró, al recalcar la relevancia de mantenerse actualizados en esta faena de conservación.
“Lo que pasa es que si no se actúa, se pierde el acervo cultural y no tenemos reemplazo. Muchas de nuestras piezas son únicas o son tan raras que va a ser difícil conseguir acceso a ellas en el futuro. También el valor de este ejercicio es que estamos haciendo un programa piloto, un modelo para que otras instituciones en la isla puedan contar con su propio programa de cuidado de colecciones”, agregó Centeno, cuya experiencia incluye haber trabajado en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos.
Coincidió Ayala González, al destacar la transformación que han experimentado a raíz de un evento que, a pesar de ser tan devastador, los ayudó a reenfocarse y revivió la necesidad de estructurar un cuidado esencial hacia el patrimonio que albergan.
“Creo que ha habido un cambio del cielo a la tierra en cuanto a la seguridad que nuestros bibliotecarios y el personal que labora día a día ejerce. Siento que el equipo de trabajo ha crecido muchísimo; hemos aprendido en cantidad y estoy segura de que todas las tareas que hemos llevado a cabo por este pasado año y medio nos están preparando para responder en caso de cualquier situación. La administración ha sido pieza clave en el apoyo a este proyecto, tanto así que están destinando un espacio dentro de las instalaciones para atender nuestras colecciones y desarrollar el programa de preservación, algo que no se ha visto en ninguna otra universidad de Puerto Rico”, aseguró.
Por su parte, la profesora Jaquelina E. Álvarez, coordinadora del GRIC y propulsora de este proyecto junto a Ayala González y a la doctora Anidza Valentín, directora de la Biblioteca General, reiteró a Prensa RUM que se trató de una semana muy productiva que inició con un informe de progreso del trabajo realizado.
Igualmente, se llevó a cabo una simulación de salvamento, un adiestramiento con cabina y aspiradora HEPA, así como charlas sobre diversos temas como la durabilidad del producto a partir de la calidad del material raso y la toma de decisiones y uso de asesoramiento para documentar el tipo de intervención necesaria. El personal también pudo presenciar demostraciones sobre manejo integrado de plagas, cómo ubicar trampas y diferentes métodos de hacer papel, entre otras.
Noticia relacionada: Preservación y preparación ante desastres