Sangre verde es la que hay
Por Ídem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 2 de agosto de 2019
Apasionada, comprometida y entusiasmada; con intensa voluntad de prepararse y forjar un mejor país. Así se mostró la generación que integra la nueva clase estudiantil que debutó, oficialmente, como portadora de sangre verde del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
Lo anterior quedó evidenciado durante la tradicional actividad de bienvenida dedicada a los 2,225 estudiantes de nuevo ingreso admitidos a la institución para iniciar sus carreras a partir del año académico 2019-2020. El evento, al que ya se le conoce como la Investidura Colegial, tuvo lugar en un repleto Coliseo Rafael A. Mangual, con la presencia de los homenajeados, sus familiares, así como los principales representantes y símbolos institucionales.
El entrante grupo, con embajadores de escuelas públicas y privadas de Puerto Rico, protagonizó el programa de actividades del Prepa Week, una gesta del Departamento de Consejería y Servicios Psicológicos, adscrito al Decanato de Estudiantes, para brindar toda la información necesaria y asegurar un comienzo exitoso en la jornada académica que emprenden a partir del jueves, 8 de agosto de 2019.
“Es un gran privilegio darles la bienvenida. Gracias a su esfuerzo y dedicación, hoy se integran a una institución centenaria con gran prestigio académico y que está comprometida con la excelencia educativa, la investigación, el emprendimiento y la innovación, la cultura, el arte y los deportes. Ustedes fueron escogidos porque sabemos que tienen la capacidad para brillar y tenemos las esperanzas cifradas en su presente y futuro”, expresó el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM.
Su mensaje a los alumnos y sus familiares se centró en un saludo, agradecimiento y felicitación por su hazaña. Se dirigió a los admitidos a cada una de las facultades, a quienes recordó los retos y responsabilidades que tienen como profesionales desde sus respectivos campos y disciplinas para contribuir a un mejor entorno y sociedad.
Igualmente, el Rector invitó a reflexionar sobre la situación que enfrenta el país, coyuntura histórica que merece, más que nunca, reafirmar los fundamentos éticos, en los que siempre debe imperar la objetividad, verticalidad, honestidad y honorabilidad.
Asimismo, el presidente de la Universidad de Puerto Rico, doctor Jorge Haddock Acevedo, se unió a los saludos para brindar palabras de aliento a la juventud que se ganó, con esfuerzo y talento, el privilegio de ser admitida al primer centro docente de la isla.
“Les pido que saquen el mayor provecho, no solo de su carga académica, los atletas, los grupos musicales, sino de las oportunidades investigativas y de servicio a la comunidad que hacen única a esta institución. Hace 46 años yo estaba sentado en esa silla, y les aseguro que hubo muchos retos y dudas. Ustedes también las van a tener, pero mantengan su mente fija en el sueño que los trajo aquí y en que en cuatro o cinco años vamos a estar en este mismo Coliseo celebrando su graduación. Nunca duden de que son antes, ahora y siempre…Colegio”, manifestó.
Los decanos también ofrecieron sus felicitaciones a las Juanas y los Tarzanes debutantes, quienes tras ser parte de la Ceremonia de Juramento de la Investidura, se colocaron su camiseta oficial, pintando así en las gradas un gigantesco mosaico con los colores oficiales.
Ese fue el momento oportuno para enardecer aún más el espíritu de la audiencia con la entrada de la mascota Tarzán, los atletas representativos de la reciente Copa Global que ganó el RUM en las Justas de la Liga Atlética Interuniversitaria, el UPRM Dance Team y la centenaria Banda Colegial acompañada por las Abanderadas.
Tres féminas de la entrante clase dieron fe del sentimiento único que se apoderó de ellas al atestiguar el momento histórico en el Coliseo Mangual.
“Esta actividad me pareció espectacular. Me siento complacida; estoy nerviosa, pero es una meta cumplida que me propuse desde intermedia y estoy orgullosa de mí y de todos lo que están aquí que están alcanzando sus sueños igual que yo”, opinó Gabriela Laboy Rodríguez, de Río Grande y admitida a Ingeniería Mecánica, quien espera que su carrera la lleve a trabajar para su país.
Una emoción muy parecida destacó Jeankelys Rodríguez Hance, aceptada al Departamento de Biología, cuya carga académica estará a la par con otra de sus grandes pasiones.
“Me han recibido cordialmente, me han tratado como una reina, todos son bien amigables, como si fuera mi familia. Soy una atleta becada gracias a Dios, siempre hay que reconocer que Él es quien abre y cierra las puertas. Sí tuve muchas ofertas, pero siempre supe que en Puerto Rico esta es la mejor Universidad y quise tomar el reto”, aseguró la orgullosa representante del pueblo de Loíza, al que anhela hacer brillar como parte de sus ejecutorias.
“Mis expectativas son grandes. Soy una persona que quiere crecer, hacerse de su profesión, más por mi pueblo que lo desprecian tanto; para que vean que no todo el mundo es malo, que nosotros sí nos fajamos y que podemos”, subrayó.
Nacida casi en cuna colegial, por ser hija de un empleado del Recinto, Laura Valeria Díaz-Piferrer Acevedo aseguró que ahora ve todo de manera distinta, en su rol de prepa al iniciar sus estudios en Enfermería.
“Desde pequeña mi sueño fue entrar al Colegio. Espero que mi carrera sea una fructífera donde conozca nuevas personas, tenga diversas experiencias y aprenda de quién soy yo y qué voy a hacer en mi futuro. Me siento orgullosa, antes estaba nerviosa, pero ahora puedo decir que sangre verde es la que hay”.
La nueva cepa colegial en números
Al cierre de esta edición, según informó la Oficina de Admisiones, adscrita al Decanato de Asuntos Académicos, la clase entrante se compone de 1,042 féminas, o un 47 porciento de la matrícula, así como 1,183 varones, o un 53 porciento. Además, del total de admitidos, 1,088 procede de escuelas públicas; 1,093, de escuelas privadas; 39 son procedentes de los Estados Unidos; y cuatro son producto de la educación en el hogar (Home Schoolers).
Asimismo, también dio a conocer que se recibieron 3,160 solicitudes de ingreso, de las que se admitió a 2,530 y de estos confirmaron 2,225.
La distribución por Facultad es la siguiente: 850 de Ingeniería; 786 de Artes y Ciencias; 348 de Ciencias Agrícolas; y 241 de Administración de Empresas. De la información provista, también se desprende que 1,942 estudiantes lograron su acceso con un Índice General de Solicitud (IGS) de 300 o más. De hecho, un alumno procedente de la Academia Reina, en San Juan, fue admitido al Departamento de Microbiología Industrial de la Facultad de Artes y Ciencias con un IGS de 386, el más alto de la clase entrante.
Además, se admitieron 145 estudiantes que representan la primera generación de universitarios en su núcleo familiar.
Los cinco pueblos con mayor representación entre los admitidos con Mayagüez (195), San Juan (164), Cabo Rojo (118), Guaynabo (86) y Aguada (78). Este año, inician también un estudiante de las islas municipio de Vieques y Culebra, respectivamente.