Colegiales brillan en el Google Tech Exchange y completan la hazaña de forma virtual
Por Ídem Osorio De Jesús (idem.osorio@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 22 de mayo de 2020
Una vez más, quedó evidenciado el arrojo colegial, capaz de brillar aún en medio de los más arduos desafíos. Así lo demostraron tres estudiantes del Colegio de Ingeniería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), quienes culminaron con éxito el programa de intercambio tecnológico Google Tech Exchange, que inició este semestre académico de forma presencial en Mountain View, California, y se completó en versión virtual desde marzo hasta mayo, ante el nuevo panorama de confinamiento que trajo el COVID-19.
Karelys López Rivera, de Ciencias de Cómputos e Ingeniería; así como Daniel E. Torres Burgos y Cristian M. Ruiz Cruz, ambos de Ingeniería de Computadoras, demostraron su potencial y talento al convertirse en los representantes de la segunda clase colegial que se gradúa de esta prestigiosa jornada educativa y en la primera en lograrlo en el formato híbrido de este contexto histórico.
Los jóvenes fueron seleccionados para participar en la competitiva experiencia que ofrece la compañía multinacional especializada en servicios y productos relacionados con el internet, junto a 37 alumnos de alrededor de once instituciones de Estados Unidos que forman parte del Computing Alliance of Hispanic Serving Institutions (CAHSI), como la Universidad de Texas El Paso, la Universidad Estatal de Nuevo México y la Universidad del Estado de California, Domingo Hills, así como representantes del Historically Black Colleges and Universities (HBCUs).
“Esta es la segunda vez que la Universidad de Puerto Rico (UPR), en Mayagüez, es invitada a participar en este proyecto. Me siento orgullosa del desempeño de todos nuestros estudiantes, en especial de Karelys, quien fue seleccionada para dar el discurso de graduación. Esto, sin duda, dio mucha visibilidad a nuestra institución, ya que contó como orador principal con Jeff Dean, líder de la división de Inteligencia Artificial de Google”, indicó la doctora Nayda Santiago, del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Computadoras, quien dirige la iniciativa en el RUM.
Según explicó la catedrática, el Google Tech Exchange es un esfuerzo en colaboración con CAHSI, una alianza entre la Fundación Nacional de la Ciencia (NSF) y la Universidad de Howard, cuya misión es hacer accesibles oportunidades en la industria tecnológica, a través de una experiencia de inmersión en computación para estudiantes y profesores seleccionados de las instituciones participantes. Los escogidos pasan un semestre en la sede de Google, ubicada en el famoso Silicon Valley en California, donde toman cursos de informática con contenido de vanguardia.
La también líder de la región sureste de CAHSI, que incluye a Puerto Rico y Florida, agregó que la visión de la entidad es aumentar en un 20 por ciento el número de hispanos cualificados con credenciales en el campo de la Computación para el año 2030. En la actualidad, esa cifra alcanza un 9 por ciento en Estados Unidos y Puerto Rico.
Los representantes del RUM iniciaron su jornada de forma presencial el 17 de enero de este año, hasta el 6 de marzo, cuando se interrumpió el programa por la pandemia del coronavirus, que los hizo regresar a suelo boricua para completarlo virtualmente el 4 de mayo.
Con una inversión original de $213 mil, que cubriría gastos de hospedaje y un estipendio, Google trasladó el escenario al formato remoto en el que añadió una aportación económica para costear los viajes de regreso de los participantes, proveerles computadoras, hotspots y ayudas adicionales para que los estudiantes contaran con condiciones adecuadas para continuar la jornada.
Una clase que se adaptó al cambio
El intrépido trío colegial expresó su agradecimiento por haber sido seleccionado para representar al Recinto, a la UPR y al país en tan prestigiosa organización, cuyo currículo de cursos intensivos, junto a la vivencia social general, sirvieron de plataforma para ampliar sus horizontes.
“Mi experiencia en este programa no se basó solo en aprender sobre Google como una compañía, ni en todo el conocimiento que adquirí en las clases que tomamos, sino que gran parte de lo que me impactó fue cómo nos unimos y formamos una comunidad en la que no esperaba que fuéramos tan apegados y agradecidos unos con los otros. Brinda demasiadas herramientas y conexiones que nunca pensé obtener en mi vida universitaria. Desde mentores hasta ejecutivos, todos estuvieron dispuestos e interesados en atender nuestras dudas y ayudarnos a crecer como individuos y como profesionales en la industria”, expresó Cristian, en quinto año de Ingeniería de Computadoras.
Aunque admitió al principio sentirse un poco desmotivado cuando se interrumpió la experiencia presencial por el COVID-19, el joven aseguró que eso se convirtió en algo positivo.
“Las oficinas de Google eran un mundo por descubrir y, por primera vez, estábamos utilizando las instalaciones construidas específicamente para los estudiantes del programa. Por otro lado, la continuación de manera virtual se sentía experimental, ya que todos pasábamos por la misma situación por primera vez. Sin embargo, el personal encargado estuvo pendiente de nosotros. Creo que nuestra experiencia fue única y la facultad nos dejó saber al final que fuimos una clase que se adaptó al cambio de manera exitosa, una de las cualidades que todo empleado de Google debe tener”, subrayó.
Cristian aseguró que no confrontaron problemas al reintegrarse desde sus hogares en Puerto Rico, ya que contaban con los recursos tecnológicos que la compañía les proveyó, sin embargo le costó un poco adaptarse a continuar tomando los cursos a la hora sincrónica en la que se ofrecían en la zona de California (Pacific Standard Time) que representa de tres a cuatro horas de diferencia.
“Mis planes a corto plazo son enfocarme en pasar mis últimas clases de concentración y competencias de programación para luego de graduarme, trabajar en user experience o software por un periodo de tres a cinco años y, durante ese tiempo, conseguir un buen equipo con el cual pueda emprender y fundar una compañía”, aseveró.
Igualmente, Karelys, en cuarto año de Ciencias de Cómputos e Ingeniería, considera que se trató de un privilegio en términos del crecimiento a nivel competitivo.
“Me considero muy afortunada de haber sido parte de este programa, que, sin duda, me brindó la oportunidad de explorar diferentes áreas en las que me puedo especializar. Poder ver una compañía tan grande como Google te permite conocer a personas en la industria y hacer proyectos para retarte como profesional en desarrollo. Estas experiencias fueron únicas, y sé que en la Universidad no las puedes obtener. Pude mejorar en mi imposter syndrome, y ver de lo que soy capaz, gracias a los consejos y trabajos que hice. Este intercambio ha impactado mi vida por siempre”, opinó la colegial, quien es Student Advocate para CAHSI, en el recinto mayagüezano de la UPR.
Sobre el reto de tener que regresar a su país en medio de la crisis mundial, contó que al principio le golpeó fuerte y hasta lloró muchísimo, pues estaba cumpliendo un sueño en las oficinas de Google en California que no hubiera querido abandonar. A pesar de la adaptación a los horarios de las clases virtuales y de los compañeros en sus grupos de trabajo, ubicados en distintos puntos geográficos, ahora lo visualiza desde otra perspectiva de resiliencia.
“Pudimos ser exitosos sin importar los cambios. Nos dio la oportunidad de poder trabajar remotamente con nuestros equipos de proyectos; lo que nos da una destreza nueva que no teníamos y que, seguramente, necesitaremos para las próximas transformaciones que ocurran en la sociedad. Estoy sumamente agradecida de haber formado parte de esta clase”, resaltó.
Karelys espera poder transmitir lo aprendido a otros estudiantes colegiales, a la par que completa su bachillerato y hace internados en el área de Product Management, que, descubrió en el programa de intercambio y en la cual le gustaría trabajar una vez se gradúe. Otra de sus metas es ayudar en iniciativas como esta que impacten a más hispanos en el área de tecnología, y le gustaría laborar en alguna compañía sin fines de lucro que contribuya al desarrollo en Puerto Rico.
Asimismo, Daniel, en su cuarto año de Ingeniería de Computadoras, catalogó este reciente semestre entre California y Puerto Rico como uno lleno de aprendizaje y crecimiento.
“A través del programa, he aprendido sobre programación y liderazgo, además de haber crecido como profesional. Me siento más confiado en mis habilidades y en mi futuro. No solo hice conexiones con googlers, también pude establecer buenas amistades. Nunca me olvidaré de esta experiencia”, aseguró.
Al igual que sus compañeros, visualiza el cambio al formato virtual como una oportunidad enriquecedora, en la que sus profesores se prepararon y tomaron en consideración su retroalimentación para mejorar los cursos remotos.
“Claro, parte de la vivencia era estar físicamente en el campus de Google, por lo que también fue triste. No obstante, hicieron un excelente trabajo. Esta experiencia híbrida me hace pensar de cómo podría cambiar nuestro sistema educativo y cómo mantener equidad en los recursos de cada estudiante. También pude apreciar cómo la tecnología y computación juegan un gran rol en todas nuestras vidas, especialmente en estos tiempos”, reflexionó.
A Daniel también le entusiasma la idea de pasar este conocimiento a sus pares para que puedan sacar provecho y beneficiar así a más hispanos subrepresentados en la disciplina de la computación. A largo plazo, su meta es trabajar en una industria tecnológica que tenga un impacto positivo en la sociedad y en el ambiente. El futuro ingeniero de computadoras fue seleccionado para participar en el Google Software Product Sprint (SPS) en el verano de 2020.