Egresado del Colegio de Ingeniería del RUM recibe reconocimiento por filantropía
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 23 de octubre de 2020
El ingeniero Rey Almodóvar, egresado del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), y fundador y director ejecutivo de la empresa de consultoría Intuitive Research and Technology Corporation, ha labrado una carrera profesional muy exitosa, pero una de las satisfacciones que más le llena es su compromiso con el bienestar social, por el que también ha cosechado importantes reconocimientos.
El más reciente lo logró en conjunto con su esposa Cynthia L. Gaddy Almodóvar, al recibir el Family Philantrophy Award del Huntsville Community Foundation, el pasado mes de septiembre en Alabama, estado en donde residen.
“El éxito no se mide por cuánto dinero tienes, tampoco por los carros que posees o la casa donde vives. Nada de eso lo determina. Lo importante radica en las vidas que cambiaste, en lo que hiciste para transformar a los demás. Cuando uno muera, nadie va a decir todo lo que ganabas, qué manejabas o cómo se vestías. Siempre recordarán lo bueno que hiciste, los consejos o el apoyo que diste en determinada situación, las cosas que se hacen con el corazón. Al fin y al cabo, al morir, uno no se lleva nada”, afirmó el ingeniero industrial, graduado de la clase colegial de 1984.
Por su parte, Gaddy Almodóvar, quien actualmente se encuentra retirada luego de laborar en el campo aeroespacial y en la industria de defensa, agradeció el galardón, ya que considera de suma importancia servir al prójimo, más aún cuando son iniciativas que redundan en beneficios para todas las partes.
“Es un honor y un privilegio ser reconocidos por la labor que realizamos, para apoyar nuestra comunidad. Es el deber de todo ciudadano aportar sus recursos, talento y tiempo para forjar el futuro de nuestras comunidades”, indicó la madre de Justin Almodóvar, analista cibernético para Raytheon Missile System y Erika Gabrielle Almodóvar, quien realiza su residencia como cirujana en la Universidad de Kentucky.
En su trayectoria de trabajo social, el matrimonio también ha sido destacado con los premios: Heart of the Community, otorgado por la Asociación Americana del Corazón; el American Red Cross Philantropy Award; y el Huntsville Hospital Foundation Philantropy Award, por su compromiso y su espíritu de colaboración. Además, en 2012, fundaron el RAC Fund para la Huntsville Community Foundation, con el propósito de ayudar a la comunidad aledaña a donde residen.
Recuerdos de sus primeros años como colegial
En entrevista con Prensa RUM, Almodóvar rememoró sus años de estudio en el campus mayagüezano de la UPR, desde que se trasladó de su natural Guaynabo, tras concluir estudios superiores en la Antilles Military Academy, y se mudó a la Sultana del Oeste a comenzar su bachillerato en 1978.
“El Colegio tiene mucho significado para mí porque mi papá se graduó de Agricultura en 1958, después de haber servido en el servicio militar obligatorio. Además, fue padrino de la clase de 2008, cuando cumplió sus cincuenta años como graduado. Mi hermana también es egresada de esa misma Facultad. Es decir, desde que era un muchacho, lo esperado era que iríamos a estudiar a Mayagüez; en mi familia, no había otra. Una de las ventajas que tenía el Colegio de Mayagüez en aquel tiempo era que las clases se daban con profesores que tenían el grado de doctorado. Esa oportunidad era un asunto serio”, sostuvo.
Sus memorias sobre la vida estudiantil, lo llenan de profunda emoción, por las amistades que forjó cuando tomó sus cursos en el Departamento de Ingeniería Industrial.
“El hoy rector, Agustín Rullán Toro, y yo fuimos compañeros de clases en la misma facultad. El era un rompe curvas porque sacaba todas A. El doctor Jorge Haddock me enseñó estadística dos veces. Así que el liderato que tiene la Universidad Puerto Rico es de gente que conozco desde cuando era estudiante. Más adelante, también tuve la oportunidad de pertenecer a la junta asesora del Colegio de Ingeniería. A menudo he coincidido con ambos y tuve el privilegio de ser invitado cuando al presidente Haddock se le hizo la presentación oficial en el Teatro del Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico”, agregó.
El ingeniero Almodóvar recuerda que ese proceso de aprendizaje estuvo repleto de altas y bajas, y hasta dudó si lograría su meta de convertirse en un profesional.
“Admito que tuve mis traspiés, di mis bandazos al principio y también reconozco que mis hábitos de estudios eran bien pobres. Cuando tomé la primera parte del curso de Precálculo me sentí humillado por mi deficiencia en esa materia. No iba muy bien en mis cursos y la doctora Eneida Bordallo de Rivero, decana de Estudiantes, me llamó la atención para que enderezara mis pasos. Y así fue que aprendí tres procesos fundamentales: asistir a clases, estudiar con ahínco y aprobar los exámenes. Me di cuenta que yo no era un genio, pero podía competir para obtener mejores resultados como mis compañeros de clases”, agregó este científico, quien estudió con los profesores Juan Carlos Villa y Omell Pagán.
A pesar de los altibajos que sufrió, este colegial nunca olvida cuando vivió en la calle 7 de la Urbanización Mayagüez Terrace, hospedaje de la familia del fenecido profesor José “Fufi” Santori. Luego, se mudó al último piso del Condominio Miradero, en donde todavía recuerda aquellos atardeceres tan especiales de la Sultana del Oeste, hasta que se graduó en 1984.
“Mis lugares preferidos eran la playa Crash Boat en Aguadilla, darme la vuelta por El Garabato y jugar en el billar que estaba en Terrace. Guardo gratos recuerdos de esos años como estudiante”, aseveró.
La mudanza a Estados Unidos
“Cuando me gradúo, Puerto Rico atravesaba muy mal momento económico. Busqué trabajo en un lugar y otro, pero no conseguía un empleo. Fue un momento desesperante. En la Oficina de Colocaciones del RUM había un anuncio del ARMY, que estaban reclutando a ingenieros para trabajar en sus proyectos. En julio de 1984, me entrevistó Roland Volke, un reclutador del gobierno federal que visitaba con frecuencia el Recinto para contratar a los recién graduados que no tenían empleo. Empecé trabajando en sistemas de defensa en tanques, después continué en el área de misiles y en esa área fue en la que me concentré. Más bien ocurrió por accidente, porque fue el trabajo que me asignaron. En ese sistema de defensa están ahora mismo bastante activos. Allí estuve trabajando hasta el 1999. Ese mismo año, tomé la decisión junto con Harold R. Brewer de renunciar a nuestros puestos y fundamos en Texas la compañía en la que me destaco en la actualidad”, expresó.
La empresa de consultoría que dirige este egresado, desarrolla trabajos en el campo de la ingeniería de software mecánica y eléctrica para la NASA, el ARMY y el Air Force y cuenta con 21 años de experiencia y alrededor de 500 empleados.
Brinda mentoría y sirve como enlace
Almodóvar aspira a que otras personas logren sus objetivos, por lo que ha servido de mentor a muchos profesionales en el campo científico y administrativo, ya que estudió durante las noches dos maestrías, mientras trabajó para el gobierno federal. Completó una en Ingeniería en la Universidad de Arkansas, y una segunda en Administración de Negocios en Texas A&M University. Uno de sus proyectos más atesorados radica en Puerto Rico, ya que se encuentra en el proceso de impulsar como contratista federal a Crespo Safety and Security Consulting Group LLC, liderado bajo Ángel Crespo, quien fuera el Jefe de Bomberos de Puerto Rico durante los años 2013 al 2016.
“En la década de los treinta y los cuarenta, Puerto Rico se sostenía con una industria totalmente agraria. En ese periodo, nuestros jíbaros estaban bajo sol cortando la caña de azúcar. En los años cincuenta, comenzó la revolución industrial en la que llegaron diferentes empresas. Todo esto implicó un cambio drástico, entonces nos acostumbramos a ese andamiaje, pero de momento se derrumbó la economía. Para ese entonces, mi mamá y mi papá estaban allá y ellos vivieron ese periodo. Por esa razón, estoy tratando de fomentar industrias en Puerto Rico, tengo conversaciones con diferentes agencias gubernamentales aportando con ideas, para intentar descubrir y hacer la aportación que nos corresponde. Todo esto me motivó a servir como mentor a esta nueva firma de consultoría de seguridad, que dirige Crespo, ya que conoce el tema y cuenta con las herramientas para lograrlo y llevarla al siguiente nivel más alto”, destacó.
Además de proveer colaboración a muchas de las personas que acuden a él, afirmó que “quienes me conocen, me apodan como El Comandante, porque ellos mismos me dicen: ‘Cuando usted habla, nunca se equivoca, y si comete un error vuelve y manda con nuevas instrucciones’ ”, expresó entre risas.
Consejo a la nueva cría colegial
El ingeniero Almodóvar apuesta por la capacidad del pueblo puertorriqueño y de sus estudiantes para darle un nuevo impulso al país. Por tal razón, no claudica en auscultar en opciones que redunden en beneficio para las nuevas generaciones y aprovechó la entrevista con Prensa RUM para aconsejarlos.
“En primer lugar, les digo que mantengan una red de contactos y fomenten ante todo las relaciones humanas. Hoy la gente se comunica de manera impersonal solamente a través de correos electrónicos y mensajes de texto como si fuera una plaga. Es fundamental que se preocupen por saber cómo están sus semejantes, que le den una llamada para que conversen. En segundo lugar, les recomiendo que se presten como voluntarios al servicio de los demás. Existen miles de necesidades en el mundo, pueden ofrecer tutorías a compañeros de clases, acompañar a un envejeciente a hacer la compra, porque existe una compensación espiritual y no todo puede ser por el dinero. Por último, que sigan estudiando. Si pueden, que completen una maestría o un doctorado para mantenerse al día en los conocimientos de sus disciplinas. Edúcate, edúcate y edúcate, esa fue la agenda que nos inculcó mi papá y mi mamá. Ahora con la presencia del COVID-19, la tormenta Isaías, los terremotos, la crisis fiscal, antes de eso el huracán María que nos golpeó duro, pero nuestro pueblo ha demostrado ser uno resiliente, por lo que el futuro del país radica en la educación. Además, ahora ellos cuentan con una herramienta poderosa como lo es el internet, antes no era así”, puntualizó.
El boricua radicado en Estados Unidos hace más de 30 años visita con frecuencia a su terruño, aquel que tuvo que decir un hasta luego en julio de 1984 para ir a cosechar nuevos frutos.