El legado de un colegial de colegiales
Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 24 de febrero de 2023
Desde su niñez jugaba con sus primos en el campus del otrora Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas (CAAM). Fue así que se formaron unos lazos estrechos con el ahora Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), que le dan el título de colegial de colegiales.
Nacido en Mayagüez, el doctor Stuart J. Ramos Biaggi, séptimo Rector del RUM y catedrático jubilado del Departamento de Biología, obtuvo su bachillerato en el entonces CAAM, en Ciencias de Zoología en 1962. En 1964, completó su maestría en Ciencias Pesqueras (Science in Fisheries) de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor. En 1988, obtuvo su doctorado en Ciencias de Biología, en la Universidad Complutense de Madrid, en España.
Familiares, amigos y compañeros de labores coincidieron en la Casa Oficial del Rector para rendirle un homenaje póstumo y recordar su gesta.
“Estuvo íntimamente relacionado con el Colegio durante 52 años. Vivió su niñez, adolescencia, juventud y carrera profesional aquí y habitó esta casa como séptimo Rector. Esas etapas de crecimiento y desarrollo personal le inculcaron un amor, compromiso y pasión por el Colegio que demostró en sus logros como profesional. Desde muy joven tenía la vena de maestro, que heredó su padre José. Para nosotros, siendo el mayor de nuestra generación, se convirtió en el líder, mentor, maestro y hermano de sus amigos y primos. Era alguien quien, nosotros sus primos, veíamos como un héroe que en nuestra niñez, nos enseñaba, protegía y compartía con nosotros”, indicó Jorge Biaggi, primo del fallecido educador.
Durante su alocución, destacó algunos atributos que poseía el catedrático, quien laboró por más de 30 años en el Recinto.
“Desde muy joven fue alegre, valiente, sencillo, desprendido y extremadamente familiar y cariñoso. Poseía una cualidad única como persona, que aunque parezca sencillo, no es tan común en la gente y es su sinceridad. Nunca tuvo temor de expresar sus opiniones y defender sus convicciones de manera firme, sin temor a las consecuencias. Conversar y discutir con él de cualquier tema era fascinante por su capacidad intelectual y los conocimientos vastos que tenía en todos los temas. Conocía de ciencia, de literatura, de arte, política, mecánica, de artes manuales, de cocina (era un excelente cocinero), milicias y cualquier tema que le ponías. Poseía muchos atributos que lo hicieron un ser excepcional. Fue un hombre íntegro, vertical, sincero y responsable. Cualquier persona que posea uno de estos atributos se puede considerar afortunado y ejemplar, Stuart los poseía todos. En su paso por la vida cosechó muchos logros profesionales, pero su legado más importante fue su amor, lealtad y compromiso con toda su familia. Los que tuvimos el privilegio de compartir la vida con él, fuimos bendecidos y afortunados por tener un maestro tan sabio y único. Sus grandes amores fueron su familia, el Colegio y Mayagüez. Su huella, enseñanzas y ejemplo vivirán por siempre”, concluyó.
Coincidió con él, César Felipe Dahdah Barquet, amigo de la familia al destacar la honestidad de Ramos Biaggi.
“Este era el patio de su vida. Stuart es Colegio porque fue hijo del Colegio. Por eso, ese ser humano se hizo distinto y se creció como un hombre honesto. Cualquiera que tratara de obstaculizar su honestidad, se encontraba con una puerta cerrada. Eso tenemos que respetarlo siempre porque solamente actuaba a través de la honestidad. Por eso, es importante honrarlo”, indicó.
Su vida profesional en el Recinto, inició en 1966, cuando se desempeñó como ayudante especial del primer Rector del RUM, el licenciado José E. Arrarás. Estas funciones las llevó a cabo hasta 1970, cuando comenzó su trayectoria como docente en el Departamento de Biología. Asimismo, se desempeñó en varios puestos administrativos, entre estos Director Asociado de Biología, Decano de Estudiantes y Rector del 1994 al 1997. Además, también fue Senador Académico y miembro de varios comités en la Facultad de Artes y Ciencias. Tras 34 años de servicio a la institución, se acogió a los beneficios de la jubilación en el 2000.
“Durante ese tiempo aprendí mucho porque Stuart, quien no era solamente administrador, era maestro por naturaleza y nos enseñaba a cómo ser administradores y qué se esperaba de nosotros. Lo más que aprendimos era la importancia del Colegio”, expresó, por su parte, el doctor Halley D. Sánchez, catedrático jubilado del Departamento de Humanidades, quien fue su ayudante especial y Decano de Artes y Ciencias.
El prolífico quehacer investigativo de Ramos Biaggi, que incluyó importantes publicaciones, lo posicionó como uno de los entomólogos más distinguidos del Caribe.
“El recuerdo que tengo de él es de un científico que entre sus grandes aportaciones nos dejó una colección invaluable de insectos. Inspiró a generaciones de estudiantes a ser científicos”, señaló el doctor Fernando Gilbes, decano de Artes y Ciencias.
Mientras, el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM, recordó una vez que se reunió con Ramos Biaggi, mientras todavía él era profesor de nueva contratación. Se trataba de la creación de un Laboratorio de Ingeniería Industrial y que no fluía un apoyo prometido de un representante de la industria.
“Para mí era la primera vez que yo subía a Rectoría y cruzaba palabras con el señor Rector, pero de ese día aprendí muchas cosas. Me di cuenta que era una persona bien experimentada, muy madura, muy conocedora de la Universidad. Me di cuenta de que el doctor Ramos podía ver a través de una fachada que tenía esa persona, y al final le cuestionó si realmente quería ayudarnos. Ese día también me percaté, que además de su conocimiento administrativo, él tenía mucho amor por su función como catedrático y académico. Nos comentó que aunque le gustaba el trabajo administrativo, su amor era trabajar con la entomología. Me impactó muchísimo un comentario que nos hizo de lo increíble que era trabajar en la Universidad”, relató Rullán Toro.
El homenaje concluyó con unas sentidas palabras de agradecimiento que compartió la doctora Sonia Borges, esposa de Ramos Biaggi.
“Como bien saben, la Universidad de Puerto Rico, especialmente el Recinto Universitario de Mayagüez donde Stuart se crió y laboró tantos años, fue su apasionado proyecto de vida. El compromiso con la institución estaba tan embebido en su ser que Stuart y el Colegio llegaron a considerarse sinónimos. Esto no debe extrañar ya que, don Carmelo Alemar, primo de mi suegro don José, fue uno de los fundadores del Colegio. Desde el 1911, siempre ha habido un familiar de Stuart vinculado a este Recinto. De hecho, los años de servicio de los Ramos, los Biaggi y los Borges en la Universidad de Puerto Rico suman a casi 500, esto sin contar los años de preparación académica de la familia, pues todas las generaciones estudiaron aquí. Dada la importancia de esta institución en la vida de Stuart, en nuestras vidas, la familia Ramos agradece infinitamente al señor rector, doctor Agustín Rullán, la deferencia de organizar este acto en honor a un universitario y un colegial genuino y comprometido como siempre lo fue nuestro querido Stuart. Gracias a todos por acompañarnos a conmemorar al eterno colegial”, indicó.
Los integrantes del coro de cámara Chorium, dirigidos por el maestro Edgar Antonio Vélez Montes, interpretaron varias melodías, incluyendo el Himno Colegial.