Clase de 1974: Egresados de oro
Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 21 de junio de 2024
Tienen gratos recuerdos del siempre Colegio de Mayagüez, donde la educación recibida fue clave para sus exitosas carreras. Medio siglo después de graduarse, regresan al campus como padrinos y madrinas de la centésima undécima clase del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM). En el 1974, se graduaron 1,282 estudiantes: 838 hombres y 444 mujeres.
Prensa RUM habló con tres miembros de la clase dorada, quienes destacaron que la formación obtenida en el RUM fue esencial para su desempeño profesional.
Jay Jackson Cardel, exalumno de la Facultad de Administración de Empresas (ADEM), compartió su trayectoria profesional llena de logros dentro y fuera del Recinto.
“Primero fui sociólogo rural y luego, me mudé para el Recinto como consejero de los dormitorios. Eso me dio una ventaja porque pude conocer al estudiantado mano a mano. Seguí estudiando y, al terminar la maestría, establecí la Oficina de Relaciones con el Personal. Después me fui a una aventura en la industria privada para ver cómo eran las cosas allá. Más adelante, regresé al RUM a laborar en el Centro de Investigación y Desarrollo (CID), donde estuve los últimos 17 años como director de Recursos Humanos. Trabajábamos principalmente las áreas de investigación. Fue una gran experiencia, me siento muy orgulloso de eso e hicimos todo lo posible para que las investigaciones de la institución fueran exitosas”, sostuvo Jackson.
Por su parte, Ferdinand González, quien también es exalumno de ADEM en la concentración de Contabilidad, reflexionó sobre el impacto del RUM en su vida.
“¿Qué hizo el Colegio por mí? Diría que lo más importante fue adquirir herramientas para tener una mente capaz de tomar decisiones en las distintas situaciones a las que nos enfrentamos. Así que el Colegio nos dio una formación y valores para que pudiéramos enfrentar la vida. Lo de estar en los negocios, donde estoy hoy día, fue por herencia de mi papá, en un negocio de provisiones al lado de la Plaza del Mercado en Mayagüez. Soy la segunda generación. Tengo dos hijas allí trabajando, que estudiaron aquí en el Colegio”, narró.
González expresó su gratitud por su alma mater. “El Colegio ha sido para nosotros, nuestra vida, parte integral. Hay que mantener ese vínculo y apoyar a los jóvenes que están levantando ahora mismo”, afirmó.
Mientras, Wanda Toro Miura, también graduada en Contabilidad en ADEM, destacó la preparación que el Colegio le brindó para enfrentar la vida profesional.
“¡En mi familia somos 100 por ciento colegiales! ¡Ya somos cuatro generaciones en el Colegio! Le doy gracias a Dios y a mi familia por la oportunidad de estudiar aquí, porque verdaderamente el Colegio, para mí sigue siendo el Colegio, nos preparó para la vida. Quizás los mismos profesores exigentes que teníamos y por los que peleábamos, fueron los que nos enseñaron más, a tener más tolerancia y tesón, y a dar la milla extra. Las clases no eran fáciles y había que darle bien duro, y son experiencias que enseñan a uno para la vida”, enfatizó.
Su trayectoria profesional inició laborando en la Correccional y luego en el Departamento de Comercio.
“Llegué al Colegio en 1980 y estuve trabajando 27 años aquí. Comencé en la Librería y, posteriormente, pasé a Finanzas, a la Oficina de Proyectos Especiales con fondos externos y los programas de investigación de los profesores. Después, pasó a ser Oficina Fiscal de Asistencia Económica, donde trabajábamos con las becas, nóminas de estudio y trabajo, las diferentes becas que había y de ahí me retiré”, relató.
Recomendaciones para los graduandos
“Nosotros queremos hacer un Puerto Rico mejor y ellos tienen que luchar por eso. Tenemos que arriesgarnos a luchar, levantar la agricultura y, en la fase técnica, ponernos al día. Me siento agradecido de ser padrino porque quiero mucho al Colegio”, dijo Jackson.
“Que se sientan orgullosos de haber salido del primer y mejor centro docente que hay en Puerto Rico, que realmente los prepara para la vida, para las presiones que van a tener en el trabajo, que no cojan miedo, que el que se gradúa del Colegio sale bien dondequiera. Además, quiero exhortar a todos los exalumnos del Colegio a que sigan cooperando con la institución, que sigan exhortando a los estudiantes y que no se quiten, que sigan ahí”, expresó Toro Miura, cuya nieta se gradúa en Biotecnología Industrial con una certificación en bioquímica.
Ver Galería de Egresados de la Clase de 1974 en https://www.uprm.edu/exalumnos/dt_gallery/padrinos-y-madrinas-de-la-clase-111-graduacion-2024/