Justicia educativa plasmada en una publicación entre cuates
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 10 de octubre de 2025
El Centro Universitario para el Acceso (CUA), adscrito al Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), cuya misión consiste en promover la justicia educativa, presentó Para contarnos: memorias que superan cifras, publicación académica que reúne testimonios escritos de 50 escolares y universitarios, quienes revelaron las vicisitudes que atravesaron durante su ruta formativa y cómo esta entidad universitaria cambió sus perspectivas.
“Estamos bien contentas y contentos, porque hoy es un día de celebración por la publicación del libro Para contarnos memorias que superan cifras, que contiene textos que pueden ser muy desgarradores, porque presentan la realidad de nuestra juventud, particularmente en el área oeste, que son participantes del Centro o que en algún momento lo fueron. Al mismo tiempo, resulta en un texto esperanzador, porque además de recopilar todas esas experiencias que han sido bien fuertes, nos enseña y nos recuerda que nuestra juventud es sumamente talentosa, está llena de energía y repleta de aspiraciones. La meta del CUA siempre ha sido apoyar a estas y estos jóvenes para que creen en sus aspiraciones, establezcan esas metas y puedan llegar a la universidad que prefieran, a estudiar lo que prefieran, sea aquí en el Recinto u en otras instituciones o programas”, expresó la doctora Sandra Soto Santiago, coordinadora de CUA.
Asimismo, la también profesora del Departamento de Inglés, indicó que el CUÁ atiende al alumnado de las escuelas superiores Eugenio María de Hostos y Doctor Pedro Perea Fajardo, y los planteles intermedios Manuel A. Barreto y María Dolores Faría, todos ubicados en la zona oeste.
“Como educadora también quisiera añadir, y para quienes estamos todos los días en el salón de clases, esta publicación nos recuerda que existen muchas maneras de incorporar este tipo de contenido en cualquier clase. En el texto se aprecia en la escritura, en la reflexión, el que pensemos en el país en donde vivimos, el archipiélago en el que habitamos. Todo eso es posible si creamos un espacio de aprendizaje óptimo y desarrollamos actividades en las que, los y las estudiantes, puedan reflexionar y escribir, y podamos contarnos de muchas otras formas, no solamente con números”, destacó.
Por su parte, la doctora Jocelyn Géliga Vargas, editora de la publicación junto a Soto Santiago, enumeró todas las situaciones adversas que enfrentó este grupo de estudiantes para poder concluir sus estudios.
“Esos 50 estudiantes en el momento que contribuyeron sus piezas, trabajaron en sus testimonios y crearon el arte que nutre el libro. Los recortes fiscales, los cierres de escuelas de Julia Keleher, las secuencias de terremotos, la pandemia del COVID 19, la educación presencial que no llegó a Mayagüez, eso se quedó allá en San Juan, con el metrocentrismo típico de la prensa del país. Se celebró en el 2021 el gran retorno masivo a la educación presencial, nuestros chicos no empezaron la educación presencial, ya que iniciaron nueve meses más tarde, pero claro, eso no sale en los titulares. Con esta publicación, espero que esa historia salga finalmente a la luz”, expresó la también docente del Departamento de Inglés y pasada coordinadora del Centro.
Precisamente, gran parte de estos testimonios reveló cómo sobrevivieron los huracanes, las secuencias de temblores, el cierre de escuelas, los recortes presupuestarios, los apagones eléctricos, la enseñanza virtual, entre tantos otros desafíos. Dos académicas tuvieron a su cargo la presentación de esta innovadora publicación.
“Vengo a celebrar el libro y a todos estos estudiantes que se dieron la oportunidad de contar sus historias, de permitirnos leerlos y, sin duda alguna, mostrar la extraordinaria labor que siempre realiza el Centro Universitario para el Acceso. Estos jóvenes están haciendo lo que muchas personas quizás no hacen en su día a día, que es pensar en el país y en las condiciones en las que vive y todo aquello que pudiéramos hacer para mejorar el mundo en el que estamos viviendo”, manifestó la doctora Vibeke Betances Lacourt, docente del Departamento de Estudios Hispánicos del recinto mayagüezano.
Por otro lado, la profesora Sylvia Damary Burgos, quien enseña en el recinto ponceño de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, resaltó el poder que tiene este texto frente a las necesidades que tiene la juventud puertorriqueña.
“Estoy sumamente conmovida con la publicación de este grupo de jóvenes, la generosidad que tienen para compartir sus historias me parece admirable. El trabajo que ha hecho el CUA en todos estos 18 años me parece una deuda que tiene el país con el Recinto Universitario de Mayagüez. Hay muchas historias de superación que son dignas de emularse y de multiplicarse, pero también me parece un testimonio importante sobre el poder libertador que tiene el arte en momento de crisis en nuestras vidas como la pandemia, el encierro y cómo entonces sea el arte, la música y la escritura les ha dado también herramientas de empoderamiento”, indicó.
Por otro lado, Marielis Camacho Rivera y su hermana Paola Nicole se encontraban estudiando de manera virtual, a raíz de la pandemia del COVID-19. Ambas formaron parte del CUA, durante ese difícil proceso retante, pues falleció su abuela Milagros y su tía Jessica, cuando todavía eran alumnas de la escuela superior vocacional Doctor Pedro Perea Fajardo.
“Escribí de cuando me colgué, que fue durante la pandemia y los terremotos. Cuando volví me ayudaron a pasar el grado, me ayudaron a seguir insistiendo y me pude graduar. Fueron experiencias que no voy a olvidar nunca, porque me ayudaron y fueron parte de mi experiencia personal y estudiantil. En el CUA tomé tutorías de matemáticas e historia y de otras clases. Aprendí mucho y no importa si tropiezo, puedo seguir adelante y con más fuerza. Conocí personas maravillosas y tuve muy buenas experiencias”, reveló Paola, quien desea establecer su propio negocio.
Mientras, Brayan Medina Pérez, actualmente estudiante universitario de Biología con el propósito de convertirse en médico cardiovascular, escribió el cuento Juan, Miguel y Jonathan, cuando cursaba undécimo grado en la escuela Eugenio María De Hostos.
“Todo el mundo siempre señala los defectos de las otras personas sin saber cuál es el contexto detrás de lo que sucede. En el escrito aparecen tres personajes; un trabajador de LUMA, uno de Acueductos y otro del gobierno. Se critican cada uno por el desempeño del otro, sin saber que cada uno está haciendo lo mejor que puede con los materiales y el presupuesto que se le dan. En el CUA me siento en casa, si necesito un consejo aquí me aconsejan o alguna ayuda con una tarea”, sostuvo.
Este semestre, el grupo de participantes tendrá talleres y actividades sabatinas en los meses de octubre y noviembre para fortalecer las destrezas académicas que les permita explorar su futuro profesional.
Si desea adquirir una copia de Para contarnos: memorias que superan cifras, puede comunicarse con la coeditora Jocelyn Géliga Vargas a jocelyna.geliga@upr.edu o Fb Messenger: Jocelyn A. Géliga Vargas. La venta es pro recaudación de fondos para el CUA para que continúe brindando justicia educativa a sus participantes.
Fotos cortesía: Deborah Acosta y Christopher Powers