Distinción a catedrático de Biología
Por Ídem Osorio De Jesús (idem.osorio@uprm.edu)
Prensa RUM
viernes, 30 de noviembre de 2018
El doctor Carlos Ríos Velázquez, catedrático del Departamento de Biología del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), recibió el premio Herminio Lugo Lugo que otorgan los capítulos a nivel distrito de la Sociedad de Honor de Biología Beta Beta Beta, al científico puertorriqueño que se ha destacado en el ámbito de la investigación y que ha impactado a sus miembros de manera positiva.
Aparte de su prolífica carrera académica, en la que ha incentivado la labor investigativa en sus alumnos, al educador se le brindó este reconocimiento por su trabajo como mentor y consejero del capítulo colegial, conocido como el Zeta Alpha, según explicó su pasada presidenta María B. Mercado Ojeda.
“Es un extraordinario ser humano y científico, quien, sin duda alguna, ha aportado a la vida de muchísimos integrantes de nuestro colectivo desde hace varios años. Su trabajo es uno de excelencia, así lo clasificaron algunos de sus colegas al recomendarlo para recibir el premio que otorga la Sociedad de Honor. Agraciadamente, tengo la oportunidad de conocerlo y he visto cómo se desvive por todo aquello que hace, y su deseo innato de ayudar a todos a alcanzar sus sueños, aun cuando el camino no parezca nada fácil. Definitivamente, nuestro consejero demuestra diariamente los altos valores que debemos compartir, tanto en la academia como en la vida diaria”, aseveró María, cuya participación en la asociación comenzó en 2016 y luego la presidió en el año académico 2017-2018.
Por su parte, el doctor Ríos Velázquez se mostró profundamente agradecido por el premio, que recibió en una ceremonia de los capítulos locales celebrada en la Universidad Interamericana, Recinto de San Germán.
“La experiencia académica va mucho más allá de tomar clases y laboratorios. Se trata de conocer nuevas personas, asistir y apoyar los conciertos de nuestros grupos musicales, ir a las Justas, hacer investigación, aprender a través del servicio y, sobre todo, formar parte de una organización estudiantil. La suma de todas estas y muchas otras actividades en nuestra institución, forman a un colegial completo. Así me pasó a mí, por eso reconozco y valoro su importancia en la persona que soy hoy. La oportunidad de ser ahora consejero, en especial de la BBB, me permite dar continuidad a este proceso, en especial, cuando se trata de investigar y aprender activamente, de servir a la comunidad y apreciar y conservar el mundo que nos rodea”, afirmó el educador.
Durante su trayectoria colegial de 17 años, aparte de dictar sus cursos, el profesor realiza investigación científica en su laboratorio de Biotecnología Microbiana y Bioprospectos. Se ha desempeñado como codirector del Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencia Aplicada (CoHemis) y coordinador del Programa de Biotecnología Industrial. Licenciado por el Departamento de Educación de Puerto Rico, ha realizado trabajo de supervisión en el Programa de Preparación de Maestros y ha participado en un sinnúmero de proyectos dirigidos a la enseñanza de la Biotecnología para alumnos y maestros de escuelas de nivel superior. De igual forma, ha sido responsable del diseño de métodos innovadores educativos para desarrollar destrezas de investigación en los jóvenes.
Tiene más de una veintena de publicaciones en revistas científicas y ha presentado sus estudios en foros nacionales e internacionales. Ha recibido relevantes premios como el Merck Health Innovation Award, en la categoría de Educación, y el Dr. Arturo L. Carrión, de la Sociedad de Microbiólogos de Puerto Rico. En el año 2016, presentó su primer poemario impreso, Barricadas Vivencias.
“Mis dos grandes sueños y pasiones fueron y son ser investigador activo y enseñar, esa es la sangre y la energía vital que me permite caminar hacia delante, sin importar los retos. Viviendo esta realidad, el mayor de los regalos es poder compartir aquello que la vida y las personas que han sido mis modelos han moldeado en mi carácter. El reconocimiento recibido por los angelitos y angelitas de esta organización es un honor de valor incalculable, que me acompañará cada día y que con humildad me servirá de luz cuando es necesario mirar al horizonte con esperanza”, reiteró.
La Sociedad de Honor de Biología se fundó en 1922 en Estados Unidos, y el Capítulo Zeta Alpha del RUM hizo lo propio en 1945, convirtiéndose en el pionero en Puerto Rico. Actualmente, cuenta con 427 miembros y resalta como uno de los mejores de la región Caribe, lo que queda evidenciado anualmente en la Convención Distrital, al ganar variedad de distinciones en las diferentes categorías premiadas.