Honran legado de Bayrón Toro
Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 19 de julio de 2019
“El Colegio para él era uno de sus grandes amores”.
Así describió el licenciado Carlos E. Bayrón Vélez, lo que significaba el ahora Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), para su padre, el doctor Fernando Bayrón Toro, catedrático jubilado del Departamento de Ciencias Sociales, quien falleció esta semana a sus 78 años de edad.
Durante sus honras fúnebres, que se efectuaron en Mayagüez Memorial, cerca de su féretro, y a su petición, estaba desplegada la bandera verde y blanca del Colegio. Una delegación colegial, encabezada por el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM, llevó a cabo una guardia de honor para recordar las inconmensurables aportaciones del prolífico educador, abogado, escritor e historiador, quien laboró en el Recinto, conocido en ese entonces como el Colegio de Agricultura y Artes Mecánicas de Mayagüez (CAAM) desde el 1o de enero de 1963 hasta el 31 de diciembre de 1996.
“Puerto Rico y el Colegio de Mayagüez pierden a una gran pensador, cuya fructífera gesta quedará indeleble tanto en esta institución que lo formó y en la que laboró por 33 años, como en la isla. ¡Honramos el gran legado de un eterno colegial! Nos unimos a la pena que embarga a sus seres queridos y amigos, en especial, a su señora viuda, doña Vilma Vélez, a su hijos Fernando, Carlos y Roberto Bayrón Vélez, nietos y familiares. Reciban el abrazo solidario de la familia colegial”, expresó el Rector.
Del mismo modo, el doctor Jorge Haddock Acevedo, presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), expresó sus condolencias por la pérdida del catedrático.
En honor a su memoria y a su gran gesta, las banderas del RUM se izaron a media asta por tres días. Asimismo, el carrillón colegial tocó al mediodía el Himno Colegial y varias melodías para conmemorar su legado.
Según relató el licenciado José Enrique Arrarás, primer rector del recinto mayagüezano de la UPR, Bayrón Toro se desempeñó desde 1966 como su Ayudante Especial.
“Tuve el privilegio de empezar con Fernando. Llegué a Mayagüez bien joven, a los 27 años. Cuando fui nombrado Rector, llevaba seis años trabajando con Jaime Benítez y eso fue obtener un doctorado en experiencia. Me rodeé de mucha gente buena, entre ellos Fernando, quien era mi principal ayudante. Desde ese momento, trabajamos juntos y se desarrolló de una forma excepcional, muy trabajador, inteligente, buen amigo y un hermano para mí. A pesar de que tomamos rumbos distintos, siempre me mantuve hablando con él. Hace dos semanas hablé por teléfono con él y sonaba con mucho vigor y fuerza. Tenemos que celebrar su vida porque son pocas las personas, como Fernando, que han tenido una excelente hoja de servicio al país. En todas sus facetas tuvo gran éxito, pero sobre todo, era tremendo amigo, un hombre de valores y deja un legado extraordinario. Fue un privilegio contar con su amistad y hermandad durante estos más de cincuenta años”, indicó.
Por su parte, el doctor Jorge Iván Vélez Arocho, décimo rector del RUM y presidente de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, relató que Bayrón Toro también fue parte del claustro del Colegio de Administración de Empresas (ADEM) del RUM.
“Llegué a la Facultad de Administración de Empresas en el 1972, luego de dos años de fundación, y Fernando fue uno de los profesores fundadores de ADEM”, recordó.
“Me preguntaban: ‘¿Cómo recuerdas a Fernando?’ Lo primero, como un gran universitario y segundo, un gran amante de su familia, tenía devoción por su familia, ya que era parte integral de su vida. Además, está la parte profesional, cuando hacía esos estudios para la predicción de las elecciones y tenía algo que se llamaba los municipios barómetro o veleta, y yo decía: ‘qué capacidad de poder hacer cosas así’. Era profesor de Ciencias Políticas e historiador, y cuando me envió su última novela, le digo: ‘Fernando es que tú sorprendes a uno, cuando pensábamos que ya tenías cubierta todas las bases, ahora eres novelista’. La muerte de un ser querido siempre toca muy fuerte en la vida de sus seres amados y amigos. El testimonio es todas las personas que están aquí porque hay un sentimiento por la partida de este gran puertorriqueño. Estamos llamados a celebrar vida, aún en medio del dolor, porque fue un gran hombre, bueno, trabajador, profesional, historiador, político, mayagüezano, puertorriqueño, y dar gracias a Dios por esta vida buena y generoso”, expresó.
Su currículo en el Colegio incluyó desempeñarse como Decano de Administración en la década de 1970.
También, estudió en el CAAM, donde obtuvo su bachillerato en Artes un 2 de junio de 1963. Luego, completó una maestría en Administración Pública del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPR). En 1977, culminó su doctorado en Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid. Más adelante, concluyó el grado de Juris Doctor en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.
El legado de Bayrón Toro incluye varias publicaciones, entre estas, Historia de las Elecciones y Partidos Políticos de Puerto Rico, Manual del Derecho Electoral Puertorriqueño; Las leyes electorales, Labra, Mayagüez: Temas de su historia y geografía y, recientemente Un siglo después, relato novelado basado en lo acontecido a sor Teresa Frigoyen y Lastini, del que habló en su última presentación en el Recinto en febrero de 2018, con motivo de la exposiciónConmemoración del terremoto y tsunami del 1918.
En el 2014, el Municipio de Mayagüez le dedicó la Tercera Feria Internacional del Libro Eugenio María de Hostos. En ese entonces, dijo en entrevista con Prensa RUM que se sentía muy honrado.
“Te diría que es el reconocimiento más importante que he recibido en mi vida, porque he vivido para los libros. Desde que, precisamente allí, en la Oficina de Prensa y Publicaciones, comencé a trabajar en la historia de Anton, del Colegio, Since the Beggining of Times, y luego, muchas otras ediciones de libros, como Remembranzas colegiales, y en mis estudios, los productos de mis tesis de maestría y doctoral se tradujeron en libros. ¡Mi vida ha sido una de libros! Hasta tuve una pequeña editorial en la que publicaba textos de los compañeros profesores. Así que te dediquen una Feria del Libro, en tu ciudad y que lleva el nombre de Eugenio María de Hostos, el mayagüezano más ilustre de todos los tiempos, y que antes fue dedicada a Enrique Laguerre y a la doctora Josefina Rivera de Álvarez, eso constituye para mí un motivo de orgullo y satisfacción bien grande”, expresó en ese momento Bayrón Toro.
Nacido en Las Marías, el escritor fue declarado Hijo Adoptivo de Mayagüez, ciudad en la también se desempeñó como presidente de la Legislatura Municipal. Asimismo, ostentaba las distinciones de ser académico numerario de la Academia Puertorriqueña de la Historia y académico correspondiente de la Real Academia de la Historia de España.
Su hijo, el licenciado Bayrón Vélez, agradeció la muestras de cariño tanto de la comunidad colegial como del pueblo puertorriqueño.
“Agradezco al doctor Rullán y todos los decanos del Recinto Universitario de Mayagüez. El Colegio, para él, era uno de sus grandes amores, tan es así que, prácticamente, todos los Bayrón somos graduados del Colegio, mis hermanos, mis tres hijas, mis sobrinos. Para papi, el Colegio era parte de su familia. Nos honró la presencia del actual rector Rullán, dos exrectores, quienes además eran sus cercanos amigos, el licenciado Arrarás y el doctor Vélez Arocho, y más temprano tuvimos la presencia de los doctores Stuart Ramos y Pablo Rodríguez, también rectores. Gracias por venir, acompañarnos, y gracias a todos, su presencia representa mucho para nosotros”, indicó.
¡Descanse en paz, doctor Fernando Bayrón Toro!