Juramentan en la profesión de enfermería en tiempos de adversidad
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 25 de junio de 2021
La profesión de la enfermería
ennoblece al ser humano,
que se entrega en cuerpo y alma,
a tan noble menester.
Yesenia Matías Román
Poeta y egresada del RUM
Cuarentaisiete nuevos profesionales de la salud, en la rama de la Enfermería, se comprometieron con auxiliar al convaleciente, logro que completaron antes de atravesar un camino repleto de adversidades. Gran parte de ellos sufrió los embates de los huracanes Irma y María, sobrevivió los temblores de enero de 2020 y hasta tomó un papel protagónico en la pandemia del COVID-19. Como si fuera poco, en el último tramo de sus carreras tomaron sus cursos de manera virtual. Sin embargo, no renunciaron a sus sueños.
El Departamento de Enfermería del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), reconoció a este selecto grupo de colegiales con la celebración de la tan esperada Ceremonia de Iniciación a la Profesión de la Enfermería, en la que se tomó juramentación a 47 de los 92 estudiantes que completaron sus grados de bachillerato, en el anfiteatro Doctora Josefina Torres Torres. Este emblemático acto antecede a la entrega de sus diplomas en la centésima octava colación de grados, compuesta por la clase graduanda con la mayor cantidad de graduandos en su historia.
“Este es el magno evento del Departamento de Enfermería, que marca la iniciación a la profesión de los estudiantes que se han formado aquí durante sus últimos cuatro o cinco años. Nos sentimos muy orgullosos. Este juramento es similar al que realizan los médicos. Esperamos que ellos lleven este compromiso consigo para siempre y por siempre, mientras estén practicando su profesión”, manifestó la doctora Abigail Matos Pagán, directora interina de la dependencia universitaria.
Añadió que los graduandos de esta Clase 2021 “son bien especiales, los mejores de Puerto Rico, y no lo digo yo solamente, también lo dicen muchos patronos. Son estudiantes comprometidos, con mucho conocimiento, tienen un currículo extenso, conciencia con muchos otros cursos, que los convierten en ser seres humanos completos”.
La doctora Matos Pagán destacó que durante la pandemia, tanto el personal docente como los estudiantes del Departamento arriesgaron sus vidas a favor de la prevención en diferentes localidades en el país, así como en el Recinto.
“Estos estudiantes han sido extremadamente valerosos, porque a pesar de todo que han vivido durante sus años como colegiales, se enfrentaron al virus del COVID-19 realizando actividades de prevención, cernimiento y vacunación con la población necesitada. Ellos estuvieron bien activos desde el principio cuando el año pasado se desató la pandemia. Estoy muy agradecida por nuestro personal docente que se involucró en conjunto con nuestro estudiantado”, indicó.
Por su parte, la doctora Miriam J. Nieto Vázquez, directora asociada interina, explicó los signos distintivos que serían entregados durante la juramentación a esta nueva cepa de profesionales de la enfermería.
“Estos son los símbolos de nuestra profesión desde los tiempos de la antigüedad hasta el presente. La cofia representa el tiempo en que todas las mujeres tenían que ponérsela dentro de las casas y se usa como parte del uniforme color blanco. Tenemos también la lámpara que simboliza la luz y la esperanza para el enfermo, además nos recuerda a Florence Nightingale, quien fue la pionera de la enfermería moderna, cuando visitaba a los enfermos de la guerra de Crimea. Otro distintivo son las cintas que llevan nuestros estudiantes. Una es de color negro, que representa el grado de bachillerato en enfermería y la verde, a nuestra institución, nuestra alma mater. También utilizan el alfiler, con el cordero, el libro, en representación de la ciencia y la sabiduría”, detalló.
Por su parte, la doctora Lourdes Méndez Cruz, catedrática asociada, quien tuvo a su cargo el mensaje de la ocasión titulado ¿Héroes o mártires?, conminó a esta clase graduanda para que siempre recuerden que después de un momento de prueba surge un nuevo amanecer.
“Hace cuatro años cuando entraron a la Universidad como prepas, a las seis semanas presenciaron un evento meteorológico de la magnitud que conocíamos por los relatos de nuestros abuelos, un huracán categoría 5 llamado María. También enfrentaron una universidad cerrada, el país sin red eléctrica, sin agua, miles de muertos, algunos de los cuales nos tienen que haber tocado”, afirmó durante su alocución.
La oradora invitada recordó que “muchos de los que estamos aquí nos despertamos como a las 5:00 am y salimos corriendo de nuestras casas y eran las 6:00 y no nos atrevíamos a entrar… un remezón de casi 6 grados. Imposible no hablar del COVID-19, cientos de miles de afectados, murieron médicos, terapistas y enfermeros. En Puerto Rico han fallecido doce enfermeras. ¿Quién o quiénes son parte integral de los primeros en enfrentar los efectos de todos estos eventos? El profesional de la enfermería”, reiteró.
Nueva cepa de enfermeros que representa la resiliencia
Durante la actividad, PRENSA RUM conversó con algunos de estos profesionales, quienes tuvieron la oportunidad de vivir dentro de un laboratorio, como parte de los diferentes acontecimientos que conmovieron al mundo, así como a Puerto Rico.
Ejemplo de ello es la enfermera Mabelis M. Madera Cuevas, presidenta de la clase graduanda 2021, quien afrontó la difícil situación de ver colapsar su hogar durante los temblores que afectaron al país en enero del 2020. Nada de esto la hizo claudicar de cumplir la meta.
“Perdí mi hogar durante los terremotos. En el caso del COVID-19, en mi pueblo Lares, estuve trabajando como voluntaria en cada uno de los procedimientos de vacunación en los eventos del municipio. Aquí en la Universidad, estuve trabajando en los COVI-Veo, para realizar las pruebas de cernimiento y también en la vacunación. Espero comenzar pronto mis estudios graduados en enfermería médico-quirúrgica”, explicó la universitaria, quien en un principio inició sus estudios en Ingeniería y optó por cambiarse al campo de la salud.
Por otro lado, para Ricardo Rivera Caraballo, natural de Yauco, la experiencia de cursar estudios en el RUM ha sido beneficiosa y repleta de logros, pues ha podido reciprocar todos sus conocimientos a aquellos que más lo necesitan, en cumplimiento con el compromiso que inició Florence Nightingale. Este colegial ha puesto en función todo lo aprendido en clase, tanto dentro como fuera de Puerto Rico.
“Yo llegué al Colegio hace tres años, como parte del programa de traslado de la UPR de Ponce. Fue una experiencia bien gratificante, pero retante a la vez, realmente aprendí mucho. Como parte de las actividades que realizo, formo parte del grupo misiones en los países de Haití y República Dominicana. En esta próxima ocasión, voy con unos conocimientos nuevos que puedo implementar para darle la mano a aquellas personas que realmente lo necesitan, ya desde el aspecto de la salud”, subrayó.
Ambos colegiales continuarán estudios graduados e insistieron en la importancia de la vacunación para así erradicar el COVID-19, por lo que exhortaron a mostrar empatía como pueblo.
“Todos nos debemos vacunar, no solo por nosotros, sino por los demás y pensar en el prójimo, porque las vacunas son para bien de la humanidad”, puntualizó Ricardo.