Discuten el impacto del cambio climático en las costas
Por Alex O. Tubéns Plaza (alex.tubens@upr.edu)
Taller de Estudiantes Prensa RUM
viernes, 24 de septiembre de 2021
Los acontecimientos en el litoral de Rincón, con la construcción de una piscina en el condominio Sol y Playa, han puesto al descubierto, entre otros importantes asuntos, la urgencia de conversar y tomar acción sobre las repercusiones de la variación global del clima en las costas puertorriqueñas de cara a una futura planificación.
Con ese objetivo, el Centro Hemisférico de Cooperación en Investigación y Educación en Ingeniería y Ciencia Aplicada (CoHemis), junto al programa Sea Grant de Puerto Rico, con sede en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), realizaron la conferencia Impactos del cambio climático en las costas: Un reto que genera conflictos ambientales, como parte de su esfuerzo para educar a la ciudadanía sobre cómo este fenómeno mundial se manifiesta y qué hacer al respecto.
La reunión virtual contó con la participación principal de Ruperto Chaparro, director de Sea Grant, quien es experto en recreación marina, seguridad acuática, y desarrollo costero sustentable, así como conservación de recursos marinos y costeros. Su presentación: Efectos del cambio climático en las costas de Rincón, abordó un sinnúmero de problemas causados por este evento de transformación planetaria que no sólo afecta las costas de ese municipio, sino que también pueden ser extrapoladas al resto del país, como extremos climáticos, inundaciones causadas por eventos importantes de lluvia, y tsunamis y marejadas ciclónicas provocadas por súper tormentas y huracanes.
“El mundo está en constante cambio y Puerto Rico es especialmente vulnerable a todo lo que ocurrirá de aquí en adelante. Uno de los retos que estamos enfrentando es que nosotros, a pesar de ser un archipiélago, hemos vivido dándole la espalda al mar y pensando que podemos hacer lo que nos plazca con los recursos marinos y costeros sin consecuencias. La naturaleza se está dedicando a demostrar lo equivocados que estamos”, explicó el también asesor de organizaciones como la Junta Interagencial de Playas de Puerto Rico, el Programa de Investigación Subacuática de la NOAA, la Compañía de Parques Nacionales y el Programa Bandera Azul.
Según explicó Chaparro, la isla también enfrenta un serio problema de construcción desmedida en humedales, manglares y costas, que, al combinarse con alzas en el nivel del mar, responsables por la erosión costera, afectan seriamente la calidad de vida de los habitantes en estas áreas.
“En Puerto Rico no se ha tomado en cuenta el cambio climático en la planificación del futuro del país. Se otorgan permisos para construir en zonas que parecían no ser inundables, pero esta noción se desmiente cuando tenemos eventos importantes de lluvia o huracanes. Es triste que personas que invierten los ahorros de su vida en tener sus casas, lo pierdan todo en una inundación por mala planificación”, indicó.
Para establecer un trasfondo histórico, el conferenciante definió varios conceptos relevantes. Comenzó por subrayar que el deslinde en las costas es una operación que consiste en separar la propiedad privada en áreas costeras de lo que es la Zona Marítimo Terrestre, que es el Bien de Dominio Público, espacio que incluye arena suelta, dunas, y aterramientos, áreas que se forman cuando el mar trae arena, la deposita en la orilla, y el viento la mueve hacia arriba.
Agregó que cuando un terreno ha sido catalogado como propiedad privada, el dueño debe cederle al gobierno unos 20 metros conocidos como Servidumbres de Salvamento y Vigilancia, donde no se debe construir, ya que servirá para salvaguardar las playas en caso de eventos de oleaje más alto del registrado hasta entonces. Sin embargo, aseguró que esto no es siempre respetado y que las construcciones en estas zonas aceleran la erosión costera.
“Estas áreas son como si fueran parte de los bienes de dominio público, aunque sean servidumbres. Son parte de los reglamentos de la Junta de Planificación, por lo tanto, las propiedades construidas en esta zona representan un fracaso por parte de nuestro gobierno, y un desastre en potencia para las costas de Puerto Rico”, aseveró Chaparro.
Asimismo, el conferenciante aprovechó la plataforma para traer a discusión uno de los temas de impacto ambiental más notorios de los últimos años, la reconstrucción de una piscina en el condominio Sol y Playa en Rincón, que a su juicio, violenta las leyes de protección de costas y es un crimen ambiental. Explicó que el deslinde del condominio fue realizado erróneamente, pues, de acuerdo con leyes del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), estos delineamientos son dinámicos y deben ser ajustados de acuerdo al comportamiento del mar.
No obstante, señaló que la administración del condominio logró evitar la ley por medio de una Exclusión Categórica, que es la determinación por parte del DRNA y de la Oficina Gubernamental de Permisos (OGPE) de que la construcción no ocasionará daños ambientales. Chaparro argumentó que esta exclusión tampoco cumple con las estipulaciones, pues la construcción violenta las condiciones impuestas por el DRNA de que el área no sea vulnerable a inundaciones por marejada y no sea habitáculo de especies en peligro de extinción.
“Sea Grant participó desde el principio de toda esta situación, en las vistas públicas de la construcción de Sol y Playa, y les advertimos sobre lo que sucedería en esa área con evidencia científica. Seguimos vigilantes, pues no tenemos claro si el gobierno va a hacer cumplir las leyes y reglamentos. Hasta el momento, haber detenido la construcción es un ejemplo de cuán efectivo puede llegar a ser una ciudadanía unida al momento de combatir estas injusticias y luchar por preservar los espacios de dominio público para el disfrute de las futuras generaciones”, expresó.
Chaparro también mencionó algunas medidas de mitigación que se han adoptado en otras naciones como la compra de propiedades costeras por parte del gobierno con el propósito de demolerlas, o sistemas de incentivo monetario para ayudar a familias de escasos recursos a mudarse a hogares más alejados de la costa. Insistió en que la mejor opción es simplemente retirarse de las costas y construir exclusivamente tierra adentro.
“Es un proceso difícil y costoso, pero es lo que vamos a tener que hacer si queremos prosperar. Vemos el cambio climático como un fenómeno que vendrá en un futuro lejano, pero ya nos está afectando. Se acerca el tiempo de tomar decisiones difíciles, pero es lo que tenemos que enfrentar. Tenemos que resolverlo o la naturaleza se va a encargar de arreglarlo por nosotros a la fuerza. Nuestra generación le ha fallado al planeta y a las generaciones futuras porque nos enfocamos en pasarla bien sin pensar en todo el daño al desarrollo desmedido, ni en la sostenibilidad de los recursos. Es momento de sacar la cara por el planeta”, puntualizó.
La conferencia completa se encuentra en el siguiente enlace:
Impactos del cambio climático en las costas: Un reto que genera conflictos ambientales (https://youtu.be/AnusKdfoZQc)
Para las personas interesadas en aprender más sobre estos temas pueden visitar las páginas oficiales de Cohemis (http://www.cohemis.uprm.edu/) y Sea Grant (https://seagrantpr.org/es/).