Plantan su legado colegial
Prensa RUM
viernes, 5 de agosto de 2022
Tal como lo han hecho las pasadas generaciones por décadas, los recién admitidos estudiantes al Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA), del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), plantaron su arbolito en tierra de Juanas y Tarzanes, dejando así su legado como parte de la simbólica y tradicional actividad que realiza esa facultad al inicio de la Semana de Orientación.
Doscientos integrantes de la clase que debutó oficialmente esta semana en el recinto mayagüezano de la Universidad de Puerto Rico (UPR), sembraron un arbusto de cacao, en el espacio verde en el que predominan los árboles frutales, y que está cercano tanto al Edificio Piñero como al estacionamiento de área blanca. Ese será el nuevo hogar del ejemplar, cuyo nombre científico es Theobroma cacao, cuya altura puede alcanzar de 15 a 30 pies, y que se espera proporcione sombra y el fruto codiciado con el que se elabora el chocolate.
Como es costumbre, el doctor Nelson Pagán Suárez, consejero del CCA, dio la bienvenida a los ahora embajadores de ese Colegio, a quienes explicó que, con este evento, dejan un legado de su paso por el campus. Las principales autoridades universitarias también se dirigieron a los jóvenes durante el acto.
“Para nosotros es primordial que se sientan reconocidos y diferenciados del resto de los estudiantes del Recinto. Muchas de las actividades que ellos realizarán a lo largo de su carrera universitaria que estarán relacionadas con la siembra, la cría de animales y la cosecha. Estas se resumen en la siembra del árbol como comienzo de su trayectoria, que es muy importante para el país. Los profesionales de las ciencias agrícolas son cruciales para que Puerto Rico pueda garantizar la seguridad alimentaria”, aseveró el doctor Raúl E. Macchiavelli, decano y director del CCA.
Iguales palabras tuvo el decano de Estudiantes, doctor Jonathan Muñoz Barreto, quien el pasado martes dio la bienvenida a los 1,919 alumnos admitidos este año al Recinto, entre ellos, el selecto grupo que se inicia en las carreras de la facultad colegial más antigua.
“Esta actividad tiene un significado bien especial porque estos estudiantes están comenzando su vida universitaria en el RUM y la siembra es un simbolismo de que van a empezar como un árbol en crecimiento y se van a desarrollar hasta dar frutos, sombra y todo lo que representa el ecosistema. Estamos muy contentos de estar aquí y compartir tan significativo momento de sus carreras”, subrayó.
Por su lado, el agrónomo Francisco G. García, director de Ornamentación Panorámica de la división de Campos y Carreteras en Edificios y Terrenos, guió a los jóvenes en el proceso de siembra del cacao, al tiempo que reflexionó sobre su desarrollo desde que plantó su propio arbusto en el 2008, en su año de prepa.
“Es sumamente importante porque como estudiante puedes comparar que de la misma forma que va progresando el árbol, está creciendo tu vida, los conocimientos que te enseñan, y las experiencias que vas adquiriendo como futuro profesional. Además, es una aportación para toda la comunidad universitaria”, aseguró García.
Para las jóvenes Tainary Delgado Pérez y Adriana Machado Sánchez, dos integrantes de la clase entrante, se trató de un momento mágico que reafirma la ilusión que tienen en prepararse académicamente en las carreras que consideran su vocación.
“Pienso que mi futuro se va a forjar alrededor de las plantas y los animales. Siempre han sido dos ámbitos me han llamado y qué mejor que estudiarlo en el RUM y en Ciencias Agrícolas. Me parece muy bonito iniciar el año y mi carrera con un símbolo que pueda ver durante todos mis cuatro años, incluso más allá cuando vuelva aquí como egresada”, expresó Tainary, oriunda de Arecibo y admitida a Ciencias Agrícolas General.
Mientras, la vegabajeña Adriana, quien comenzará en el Departamento de Ciencia Animal, explicó que desde pequeña la apasiona todo lo relacionado con la flora y la fauna, por lo que es un sueño poderlo ejercer profesionalmente.
“Es una experiencia linda porque, como parte del programa, es nuestra primera responsabilidad como estudiantes y también es una manera de poder pasar por aquí, observar el árbol y mirar cuánto ha crecido mi carrera profesional, es como un tracker del tiempo”, reveló.
El grupo de estudiantes orientadores del CCA estuvo igualmente activo en la agenda de actividades programadas para sus pares. Así lo aseguró Retsel A. González Valentín, de Microbiología Industrial, quien originalmente fue admitida a Ciencias Agrícolas General, por lo que la considera como su casa.
“Muchos de estos jóvenes entran súper perdidos, ya que es una experiencia totalmente nueva; el cambio de high school a la Universidad es radical. Nosotros los guiamos, los orientamos en todos los aspectos, desde la vida social, hasta la académica, y contestamos sus preguntas para que puedan tener una muy buena vivencia en sus carreras”, aseguró la orientadora, quien recuerda la siembra de su arbolito como uno de sus momentos favoritos.
Además de los talleres y conferencias de la semana, la agenda incluyó visitas a la Finca Alzamora, y a la Subestación Experimental Agrícola de Lajas, entre otras.