Presentan libro sobre mujeres pioneras y transgresoras del arte puertorriqueño
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 16 de septiembre de 2022
Siento que somos depositarios
de una increíble cantidad de datos acumulados
desde antes de nuestro nacimiento.
El quehacer creativo nos permite
recrearlos en un comienzo constante
de prueba y error, duda y afirmación.
Susana Espinosa (1933-2022)
Declaración de la artista
MAPR
“Queremos que las pinturas de nuestras mujeres artistas permanezcan en las paredes de los museos”. Este fue el llamado que persigue la publicación Pioneras y transgresoras: Mujeres en las artes en Puerto Rico, que se presentó en el MUSA del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico (UPR). La presentación estuvo a cargo de su editora, la doctora Yamila Azize Vargas, y de las profesoras Melissa Ramos Borges y Rosario Méndez Panedas.
“Este libro surgió a raíz de unas jornadas educativas que se llevaron a cabo bajo el mismo nombre; la segunda se celebró en Mayagüez en el 2020. La pandemia nos hizo reestructurar todo el esfuerzo que habíamos hecho, las conferencias fueron aceptadas y muy exitosas. La Fundación Puertorriqueña de las Humanidades nos financió el proyecto a través de la Liga de Arte de San Juan, pues yo les propuse que como no se realizaría la conferencia magistral presencial, que entonces hiciéramos una publicación impresa”, expresó la editora.
Agregó que, se hizo una extensa investigación sobre las cinco artistas puertorriqueñas integradas: Luisa Géigel Brunet (1916-2008), Luisina Ordóñez Sabater (1913-1975), María Luisa Penne de Castillo (1913-2005), Cecilia Orta Allende (1923-2000) y Ana Margarita Bassó Bruno (1934).
Según la publicación académica, a muchas de estas artistas las consideraron como “locas, marimachos, raras, místicas”, entre otros epítetos, cuando en realidad fueron vanguardistas en las creaciones de sus obras, dentro de las artes plásticas, y cuyo legado no forma parte de las colecciones de arte en los museos del país.
“Este grupo de pioneras y transgresoras nacidas a principios del siglo XX fueron sobre todo mujeres muy independientes, viajeras por motivos de estudio y deseos de explorar el mundo. Todas recibieron gran parte de su entrenamiento artístico en el extranjero e introdujeron estilos pictóricos originales dentro del contexto del arte en Puerto Rico”, reza en el prólogo de Azize Vargas.
Además, incluye la aportación artística del Colectivo Moriviví, fundado en 2013, pionero en el quehacer artístico que escogió el muralismo como medio de expresión y se apropió de las paredes del entorno público para visibilizar la lucha de las mujeres en la comunidad. Este colectivo nació en los espacios universitarios como la Escuela Central de Artes Visuales y la Escuela de Artes Plásticas, que se inspiró en las Guerrilla Girls, fundado en 1985 por artistas feministas en Estados Unidos que denunciaban las desigualdades de las mujeres en las artes plásticas.
“Este libro se propone documentar, registrar la espectacular colaboración y contribución de estas mujeres artistas en la Historia del Arte en Puerto Rico, que no se ha documentado y que no se le ha dado el crédito que tienen. Nuestra Historia del Arte oficial o tradicional no atiende la producción de las mujeres como se debería, hay menciones muy breves, pero no hay profundidad”, explicó la autora de los libros La mujer en Puerto Rico y La mujer en la lucha.
Por otro lado, la doctora Ramos Borges, profesora en el programa de Historia del Arte en el recinto mayagüezano de la UPR, recordó el legado tan significativo que ha tenido este grupo de creadoras para el país y a nivel mundial.
“Durante mi charla, hice una reflexión para auscultar y contemplar las razones por las cuales estas mujeres artistas han sido omitidas de la historiografía del arte oficial de Puerto Rico y que viene atada al tema de la presentación de este libro, porque representa una aportación a esa área de estudio que tiene tantas lagunas y sirve de motivación para comenzar a incluir a esas artistas. La aportación mayor de la publicación deja como evidencia que esas mujeres existieron, además es un buen recurso para que futuros investigadores puedan utilizarlo como referencia para expandir, crear nuevas posturas y recursos sobre el arte puertorriqueño creado por mujeres”, sostuvo la también curadora independiente.
Por su parte, para la doctora Méndez Panedas, quien enseña en el recinto de San Germán de la Universidad Interamericana, es importante dar a conocer a este grupo de mujeres pioneras, como parte de la inclusión de sus obras en las colecciones permanentes de los museos del país.
“Esta presentación reafirmó la aportación extraordinaria de este libro a la historia del arte puertorriqueño. Estas cinco mujeres que se atrevieron a pintar, a crear, que fueron en contra del destino estrecho que la sociedad les tenía determinado y ahora es importante que se nombren, porque lo que no se nombra, no existe. La importancia y la aportación de este libro es, precisamente, dar a conocerlas y a un colectivo contemporáneo, es decir al Colectivo Moriviví para que todo el mundo sepa que su presencia es real, para hacer visible lo invisible, lo que no se dice”, indicó.
Durante el evento, se hizo la petición para que dos obras, En el estudio (1946) de Penne de Castillo y Dominga (1938) de Géigel Brunet sean sacadas de los depósitos del Museo de Arte de Puerto Rico y se exhiban en las colecciones permanentes.
“Si bien es cierto que discriminaron contra ellas porque fueron mujeres, ahora existe el valor artístico, deseamos que la reevaluación de ese valor se ocurra por la obra de arte y por el legado artístico que ellas hicieron. El libro también incluye una petición al Museo de Arte de Puerto Rico para que saquen del depósito estas dos pinturas, que son dos obras, de dos mujeres artistas con amplia trayectoria”, suscribió la doctora Azize Vargas.
El evento coincidió con la noticia del fallecimiento de la dibujante y ceramista Susana Espinosa, quien nació y se educó en Argentina y para el año 1968 se estableció en Puerto Rico. Algunas de sus obras más recordadas fueron sus murales cerámicos que forman parte de la Destilería Bacardí, así como en otros lugares alrededor de Puerto Rico.
“En la mañana de hoy nos notificaron el fallecimiento de la escultora Susana Espinosa, de quien tenemos una importante escultura en el museo del Colegio de Mayagüez. Su legado artístico será valorado por generaciones. Qué mejor que recordarla en este foro de mujeres transgresoras para reconocer la aportación y celebrar su vida”, concluyó la doctora Zorali De Feria, directora del MUSA.