Becas Calderón Colón en su novena edición
Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
jueves, 22 de diciembre de 2022
Los estudiantes Valentina Ramírez Ramírez, de Ingeniería Eléctrica (INEL); así como Valerie Pérez Medina, y Jeancarlos Meléndez González, de Ingeniería Mecánica (INME), fueron los recipientes de la novena edición de las Becas Dr. Andrés Calderón Colón, que perpetúan el legado del educador que laboró en el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) por cuatro décadas.
“Para mí es un honor recibir esta beca. Muchas gracias por creer en mí. Siempre ha sido una gran pasión poder enseñar a otros y ayudar a las jóvenes de la comunidad de STEM para que tengamos una mejor representación en el campo de la Ingeniería Eléctrica”, indicó Valentina.
“Es un privilegio recibir esta beca y haber sido seleccionada como una estudiante que emula las características positivas del doctor Andrés Calderón Colón, distinguido profesor. Aspiro a seguir destacándome profesionalmente, amando lo que hago y sirviendo a la comunidad, como lo hace un buen puertorriqueño”, expresó, por su parte, Valerie.
“Recibir esta beca representa un honor, ya que se otorga en la memoria del doctor Calderón, ya que su familia quiere mantener su legado siempre vivo. Es importante para mí ya que deseo hacer lo mismo y me gustaría hacer en el futuro para honrar a mis padres”, sostuvo Jeancarlos.
La beca se instituyó en el 2014 para honrar la memoria del catedrático, quien falleció en noviembre de 2013.
“Nos sentimos muy contentos de ofrecer las becas, especialmente ahora en navidades. Para nosotros es muy importante porque nos da la oportunidad de ayudar al estudiantado. Al mismo tiempo, recordamos cómo era mi papá y lo importante que era el Colegio para él”, señaló el doctor Andrés Javier Calderón Torres, hijo de Calderón Colón.
Por su parte, Rosie Torres de Calderón, quien ocupó el puesto de directora del Departamento de Servicios Médicos hasta su jubilación, rememoró la gesta de su compañero de vida.
“Andrés le buscaba el bien a todo el mundo. Cuando alguien venía a decirle un comentario negativo de otro, lo paraba y le pedía que le dijera algo bueno de esa persona. ¡Eso no es fácil! Él me enseñó eso a mí y yo he tratado de incorporarlo en mi vida. A veces he podido, otras no. Él sí podía, tenía esa capacidad y yo lo admiraba como esposa por eso”, sostuvo.
Como ya es tradición de este evento, el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM tuvo a cargo la semblanza del educador. En esta ocasión, no pudo estar presente mas dejó su reflexión en una grabación.
“Esta actividad sirve de espacio ideal para repasar las lecciones que nos dejó y que incluyeron su integridad, su entrega por los estudiantes y dar la milla extra por ellos, el amor por su vocación de educador, la destreza para la resolución de conflictos, y la calma y seguridad que lo caracterizaba. Era un excelente mediador y parlamentarista. Podríamos continuar nombrando esas bondades que lo hicieron un ser muy especial para el amado Colegio… sin embargo, también es muy importante seguir su legado que fue uno de entrega y compromiso. Los jóvenes hoy becados, ahora forman parte de este legado. ¡Los felicito por este honor de ser parte de los becados Calderón Colón! ¿Qué significa? En ustedes también esperamos la verticalidad, el compromiso y la pasión que tenía el doctor Andrés Calderón Colón. Ustedes ahora son multiplicadores de su gesta. ¡Mucho éxito!”, indicó.
Del mismo modo, el doctor Jorge Iván Vélez Arocho, presidente de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico, quien fue el décimo rector del RUM, recordó a su amigo.
“Conocí a Andrés en 1978 y desde entonces se inició una amistad que sigue hasta hoy porque para nosotros él sigue vivo. Fueron muchas las experiencias junto a él, pero quiero destacar unas características que resumen parte de su vida. Por encima de todo, él fue un gran educador. A mí me impresionaba de él, y se lo logré decir en vida, es que era una persona increíblemente íntegra. Además, era un gran hombre de familia. En su auto tenía en la parte de al frente un rótulo que decía ‘Abuba’, que era como le llamaban sus nietos. Era un universitario cabal que entendía la misión de la Universidad. Si fuera a sintetizar, diría que Andrés era un amigo fiel que buscaba el bien”, concluyó Vélez Arocho.