Victoria comunitaria que impactó a Mayagüez hace 30 años
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 12 de enero de 2024
Mayagüez no necesita
Una planta de carbón
Que trae contaminación
Más de la ya que tenemos
Por eso no la queremos
Y hay que decirle que no.
Canción
Para la década del noventa, en los terrenos cercanos a la bahía de Mayagüez se intentó construir una planta de incineración, cuyos resultados supondrían efectos contaminantes para la zona oeste y todo el país. Para abordar este histórico suceso, el Departamento de Ciencias Sociales (CISO) y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (CIEL) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) realizaron el conversatorio La lucha contra el carbón: A 30 años de la paralización de la planta de carbón en Mayagüez.
“Este es un conversatorio con el que estamos conmemorando los 30 años de la victoria comunitaria en contra del establecimiento de la planta de carbón Cogentrix aquí en Mayagüez. Tenemos como invitados a la doctora Julia S. Mignucci Sánchez, quien fue una de las principales líderes del movimiento. También, forma parte Jorge Fernández Porto, quien, en su momento, trabajaba con la entidad Misión Industrial. Era uno de los organizadores y trabajó con los grupos en esta lucha ambiental. Aquí se unieron varios sectores ciudadanos, asesores legales y técnicos científicos. Todo ese conocimiento y la organización colectiva, favoreció el que prevaleciera la acción comunitaria sobre la edificación de la planta de carbón”, manifestó la doctora Tania López Marrero, catedrática de CISO.
El evento inició con la intervención de la doctora Mignucci Sánchez, catedrática retirada del Colegio de Ciencias Agrícolas del Recinto, junto a un grupo de personas voluntarias que se dio a la tarea de informar a la ciudadanía de manera creativa, mediante campañas masivas de prevención ambiental. Según explicó la líder, cuando era residente en el barrio Algarrobos, su hijo se percató de una construcción cerca de la bahía, lo que motivó a esta colegial a investigar la procedencia con los posibles impactos negativos, que luego fueron revelados.
“Pienso que es una oportunidad magnífica para mirar toda la lucha que ocurrió hace tres décadas, que fue cuando comenzamos. Ahora se cumplen 30 años de no tenerla, de haberla evitado, pero estuvimos tres y medio haciendo una gestión comunitaria que no sabíamos cómo se hacía. Fuimos aprendiendo en el camino y cuando miramos hacia atrás decimos: ¿Cómo fue que lo logramos? No fue un grupito pequeño, eso fue creciendo y creciendo”, indicó.
La activista comunitaria reflexionó sobre aquella lucha, a la luz de la época actual, ya que no existían los recursos tecnológicos disponibles hoy en día. Recordó que la campaña de oposición a esta construcción contó con la distribución de calcomanías para los vehículos, publicación de material didáctico, anuncios en las guaguas con altoparlantes, rótulos por todas partes, así como visitas a las comunidades y hasta a empresas.
“La ganancia que, como sociedad, hemos tenido es todo lo que se educó en ese tiempo, porque había muchos educadores envueltos en los grupos acerca de los impactos que tienen las actividades industriales. Cuando se habló que no representaba un impacto solamente para Mayagüez, sino también a nivel regional, pues se llegó más lejos. En aquella época había reporteros, muchos programas de radio y oportunidades para expresarnos en ese medio y lo aprendimos a hacer en el camino. Entonces, la comunicación empezó a expandirse sin la tecnología de hoy día. Los periodistas nos buscaban, había reporteros asignados por toda el área oeste, que eso ya no existe. De esa manera, se movilizó la información de NO al carbón en ningún sitio en Puerto Rico. Ese era el mensaje potente, más allá de lo que ocurría en Mayagüez”, agregó la excatedrática, quien se encuentra activa con la labor comunitaria en la Reserva Natural del Caño Boquilla.
Por su parte, Fernández Porto, de Misión Industrial, también formó parte de la brigada ciudadana en aquel entonces e impulsó que no se construyera la planta de carbón.
“En este conversatorio, comparto cómo surgió Mayagüezanos por la Salud y el Ambiente, que fue la organización opositora de la planta de carbón en el oeste. Empezó con cinco personas y acabó con una marcha de más de 10 mil. Voy a hablar un poco de esa historia, porque, a mi entender, esa ha sido la experiencia más exitosa que ha habido en la historia en Puerto Rico para enfrentar un problema ambiental. Fue ultra creativa y masiva, involucró a todos los sectores de la ciudad de Mayagüez y se paró la planta de carbón”, sostuvo.
Mientras, para la estudiante Valeria Sarriera Acevedo, quien cursa su cuarto año de estudios en el programa de Sociología, este conversatorio resultó fundamental para comprender aquel acontecimiento histórico que todavía se recuerda.
“Este tipo de eventos son importantes debido a que tenemos que concientizar a la ciudadanía sobre las problemáticas sociales. La lucha de carbón fue de hace tres décadas. No obstante, todavía se ven los efectos hoy día. En la discusión se comentó que es muy difícil quitar esa planta, una vez ya se establezca. Se necesita la participación ciudadana para formar estos tipos de movimientos. Con la política se puede lograr mucho, pero los ciudadanos deben tomar el escenario para luchar contra estas situaciones”, afirmó.
La actividad, que se celebró ante una numerosa audiencia en el anfiteatro de Ingeniería Industrial, fue coauspiciada también por la secuencia curricular que se ofrece en el Recinto en Sociología y Política Pública Ambiental, el Programa Sea Grant, CoHemis y la organización estudiantil Conciencia Colectiva RUM.