Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 1 de marzo de 2024

El escenario simulado fue el siguiente: un fuego afectó el salón donde está ubicado el Ropero de Administración de Empresas (ADEM). Una joven resultó afectada por el siniestro que se desató en el tercer piso de la edificación en la mañana, mientras transcurrían las clases. Se trató de un simulacro en el que se planteó esta posibilidad para probar la respuesta de desalojo del Edificio de Administración de Empresas del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM); y el tiempo en que las autoridades atendían el ensayo.

“Llevábamos un tiempo sin realizar este ejercicio. Al principio, obviamente, hubo un poco de confusión de si salimos o no salimos, pero el equipo de emergencia entro rápido en acción y llegó la Guardia Universitaria. Entonces, empezamos a desalojar todo el edificio de acuerdo a las rutas que se habían predeterminado. Este tipo de actividad es importante para ver el compromiso de la institución hacia la seguridad, no solamente el estudiantado, sino de todo el personal docente y no docente. Uno nunca sabe cuándo va a ocurrir una emergencia y lo hacemos con la intención de estar preparados para esa posibilidad”, sostuvo el doctor Roberto Seijo Vidal, decano de ADEM.

Del mismo modo opinó Edwin González Arcelay, administrador del Edificio de ADEM, quien coordinó el simulacro.

“Estos simulacros son parte de los requisitos de seguridad de los edificios. Se deben llevar a cabo al menos dos veces al año. Quisimos hacerlo así, en gran escala, para que la gente vaya creando sentido y aprendiendo por dónde tienen que desalojar, dónde se tienen que reunir y qué pasaría en una emergencia real”, indicó.

La colegial Legnamara Jusino Barrero, del Departamento de Contabilidad, colaboró en la dramatización como la víctima que inhaló el humo del fuego, por lo que la situación simulada requería de ayuda de autoridades médicas. La joven reflexionó sobre su rol en el ejercicio.

“Desde el momento que me propusieron hacer este personaje, me atreví y quería hacerlo. Pienso que es muy bueno saber qué sucedería en caso de que esté en esa posición. Me sacó la Guardia Universitaria del cuarto donde yo estaba ‘quemándome’. Me ubicaron en las escaleras y ahí estuve esperando aproximadamente ocho a 10 minutos. Entonces, llegó la policía municipal y ellos me cargaron al hombro. Me llevaron a una ambulancia y empezaron a tomarme los vitales como el protocolo lo estipula. Para eso están los simulacros, para ir mejorando las cosas que no se realizan correctamente”, indicó Legnamara.

“Estos son ejercicios que son un avalúo constante, no son perfectos y nunca lo van a ser. Me siento bien satisfecho por la respuesta de los estudiantes, profesores, visitantes, empleados administrativos, de las agencias de gobierno, bomberos, policías estatales, municipales, Guardia Universitaria y Prensa RUM. También, de todos los componentes de seguridad de Planta Física y con el director de Electrónica. Todas las personas que fueron convocadas que, de una manera u otra, forman parte de emergencias y respondieron”, concluyó, por su parte, González Arcelay.