Una economista que piensa en el bien común
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 12 de julio de 2024
Cuando la doctora Gladys González Martínez recibió la noticia por parte del Decano del Colegio de Ciencias Agrícolas de que se le otorgó la distinción de Profesora Emérita del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), no lo podía creer y le produjo un cúmulo de emociones encontradas. Desde hace un tiempo se encuentra disfrutando de su jubilación, tras años dedicados a la enseñanza.
“Esta designación representa el honor más grande que una profesora universitaria puede recibir durante y después de su carrera. Se comunicaron conmigo y me informaron que la Universidad de Puerto Rico aprobó otorgarme el grado de Profesora Emérita. Paso a convertirme en profesora a perpetuidad. No lo podía creer, tampoco me sospechaba que alguien se le hubiera ocurrido nominarme para recibir esta distinción. La emoción fue tan grande que no me salía ni la voz, quería llorar. Me siento extremadamente honrada y agradecida por todo lo que la institución ha hecho por mi”, manifestó.
Cuando apenas tenía idea que su vida estaría estrechamente vinculada al RUM, fue su papá quien la motivó a realizar sus estudios y quien visualizó que su hija sería una catedrática del Colegio de Mayagüez.
“Convertirme en profesora del RUM fue el sueño de mi padre, quien siempre me decía: ‘Tú vas a ser catedrática de la Universidad de Puerto Rico’. Niña al fin, ni entendía lo que él me quería decir. Conversaba mucho con él, ya que leía mucho y discutía diferentes temas. Tenía tertulias en nuestro pueblo de San Germán y yo siempre lo acompañaba. Por las limitaciones del tiempo él solamente estudió un bachillerato en la Universidad. Sentía que a través de sus tres hijas, también se realizaba. Al ser yo la mayor, me ponían un poco de presión e insistían que debía seguir estudiando. Así ocurrió y poco a poco lo logré”, expresó.
Una vez terminó su cuarto año en la escuela superior Lola Rodríguez de Tío, solicitó admisión al Recinto, de donde se graduó del Departamento de Economía. Posteriormente, completó un grado de maestría en Economía Agrícola, más adelante ante la necesidad de un docente con doctorado fue enviada por el Recinto a la Universidad de Missouri-Columbia para completar el grado doctoral.
“Cuando me preguntan quiénes fueron esas personas del entorno académico que me motivaron a cumplir con mis propósitos siempre tengo que mencionar al profesor Alfredo González, quien fue uno de mis mentores cuando cursé el bachillerato y a quien admiro y honro cada vez que lo veo. Otra persona que fue bien importante en mi vida fue el profesor Roop hand Ramgolan, quien fue el primer egresado del programa de maestría en Economía Agrícola. Fui estudiante de sus cursos de Desarrollo Económico y me orientó a completar mi maestría en el Departamento de Economía Agrícola donde hoy trabajo. También, tengo que mencionar al hoy fenecido doctor George Pringle, quien fue el director del Departamento de Economía Agrícola y mi consejero en la maestría. Me encaminó para que continuara los estudios doctorales”, recordó.
Durante su desempeño como docente en el Colegio de Mayagüez, es muy extensa la lista de sus alumnos que hoy se desempeñan tanto en Puerto Rico como fuera del país en distintas ramas del saber.
“Por mi salón de clases han pasado muchos de mis discípulos con quienes mantengo una estrecha amistad. Tuve como mi alumna a Janet Alaín, viceministra de agricultura del gobierno de Panamá y fue mi primera estudiante graduada. Enseñé a la doctora Myrna Comas, quien fue secretaria de Agricultura de Puerto Rico. La doctora Carmen Álamo, quien ya se jubiló como catedrática de Economía Agrícola. Además, a la doctora Alexandra Gregory, quien también es compañera, colega mía en el departamento. He dado clases a estudiantes que han completado carreras en Química, en Ingeniería, que se han convertido en abogados, veterinarios, médicos y un químico licenciado, entre otros. Usted mencione y cuento con representación en prácticamente todas las carreras y programas que ofrece el Recinto”, indicó.
González Martínez ocupó varios puestos en el Gobierno de Puerto Rico. Asimismo, se desempeñó como directora del Departamento de Economía Agrícola durante casi 10 años y decana asociada del Colegio de Ciencias Agrícolas. Sin embargo, una de las iniciativas que más gratificación le ha dado, por su impacto social y que considera como su proyecto de vida, es el Centro Empresarial para la Mujer en la Agricultura.
“Para el año 2000, entendí que las mujeres de Puerto Rico y en el mundo entero son las que verdaderamente hacen agricultura y la que se ocupan de que haya alimento en una mesa de la familia en la comunidad y en la sociedad. Y si ellas eran las que atendían el negocio y se encargaban de la administración del negocio, entonces por qué se les excluía del proceso educativo. Así que decidí hacer un proyecto para mujeres en la agricultura. Comenzamos con un proyecto piloto, relativamente pequeño en cuatro pueblos de la montaña y nos dimos cuenta, de que ese proyecto sí era necesario, que había mucho espacio para educar y continuar mejorando. Hicimos un estudio de necesidades, luego conseguimos fondos externos”, explicó al destacar que de esa iniciativa surgieron Agro Mujer Incorporado y Agro Empresarias de Puerto Rico.
Más adelante, la vida le impuso más retos y enfrentó una situación de salud cuando recibió el diagnóstico de cáncer de seno, por lo que decidió educar a otras personas a sobrevivir durante ese periodo, como fue su caso.
“Me tocó vivir el cáncer en carne propia y hubo mucha gente que me ayudó, sobre todo mis hermanas, mis sobrinas, mis hijos, quienes me ayudaron a sobre llevarlo y también tuve en el camino a los mejores médicos que están en la vanguardia sobre ese asunto. Logré salir de ese proceso, vencerlo y decidí que como había tenido la oportunidad de continuar viva, pues entonces iba a dedicar parte de mis esfuerzos a apoyar ayudar a otras personas. Me propuse educar a la comunidad del RUM sobre la prevención del cáncer de seno. Para visibilizar el asunto, decidimos hacer una marcha durante el mes de octubre en el Recinto, y lideré tres de esos eventos”, recalcó.
En estos momentos disfruta de su jubilación, en la que es aficionada a la lectura de autores puertorriqueños e hispanoamericanos, la jardinería y mantiene un huerto en su hogar. Además, disfruta la compañía de sus dos hijos y nietos, quienes protagonizan su vida.
“Mis dos hijos son colegiales. Mi hija mayor se llama María del Mar y tiene un doctorado en Historia del Arte con especialidad en el arte puertorriqueño y es profesora en la Universidad de Utah. Mientras, mi hijo Jorge Antonio Enrique estudió un bachillerato y la maestría en Finanzas y Economía en el Recinto y trabaja para la empresa Honeywell en Aguadilla. Cada uno de ellos tiene su hijo, él tiene a Enrique Sebastián y mi hija a Aria del Mar”, destacó.
Asimismo, la doctora González Martínez hizo una exhortación a continuar fomentando la agricultura y en respaldo a nuestras agricultoras.
“Me considero una persona positiva y optimista. Creo y estoy firmemente convencida de que la agricultura es el motor del desarrollo económico de nuestro país. Si no la tenemos, carecemos del bien esencial para la vida que son los alimentos y sin ellos no podemos vivir. Es importante que el país produzca o tenga acceso directo a las fuentes de alimentación. De lo contrario, vamos a depender de otro país que nos los traigan. Tenemos que producirlos de una manera sostenible utilizando nuestros recursos y los conocimientos del agricultor con su ingenio y su sabiduría”, precisó.
Por último, reflexionó sobre el significado de lo que es ser una colegial y su mensaje al estudiantado que recién se graduó.
“Para mí ser colegial, es tener la sangre y el corazón verde. Siempre defenderé el Colegio, ya que académicamente es la mejor institución de educación superior que tiene Puerto Rico, en donde se producen los mejores profesionales, no solamente en términos de la materia técnica, si no que como profesional integral de esta institución sale mejor preparado”, concluyó.