El grupo que constituyen es tan homogéneo, que para ser en la historia lo que son en la geografía, les bastará organizarse según la naturaleza, obedecer a la naturaleza…
– Eugenio María de Hostos
Desde el corredor del Museo Eugenio María de Hostos de Mayagüez, los cantos, las imágenes y los relatos recogidos en un corto documental te introducían a decenas de historias colgadas sobre un fondo azul que completaba el cuadro caribeño.
Se trataba de “Entre islas: espiritualidad y arte en el Oriente de Cuba”, un proyecto de documentación etnográfica que comenzó la doctora Rosa C. Plá Cortés, etnógrafa, historiadora, fotógrafa y catedrática de Humanidades del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), en el 2010, luego de visitar el país y de conocer de cerca a varios artistas de la ciudad de Palma Soriano, ubicada en la provincia de Santiago, al oriente de dicha isla. Este primer acercamiento, presidido de experiencia etnográfica y de confianza que ganó, abrió una puerta que le permitió mirar de cerca diversos aspectos del trabajo cultural, artístico y ecológico que allí realizaban.
Además de fuertes lazos de amistad, surge una rica colección fotográfica y el documental The Loa’s Trace, donde la doctora Plá Cortés logra ilustrar la vida cotidiana, espiritual y artística de esta comunidad. Quedan de manifiesto además “algunos aspectos de la vida contemporánea y del entrecruce cultural de nuestras islas caribeñas a través del tiempo”, que permiten concebir mejor la historia y relación entre Antillas y la identidad de quienes las habitan.
Precisamente, “el asunto al que apunta el título de la exposición es a restablecer una reflexión de lo que significa ser caribeños”, señaló Plá. “Estamos separados por el mar y por muchas situaciones que tienen que ver con el contexto político; hay una historia política de desvinculación del Caribe que va desde los tiempos del descubrimiento de Las Américas, cuando Europa coloniza las islas y hay una repartición de este territorio”, explicó.
Entre islas “fue un encuentro con un grupo de personas que, por la trayectoria de trabajo etnográfico que llevo haciendo a través del tiempo, me permitió, y no sé si ellos estarán de acuerdo con lo que voy a decir, encontrar el espíritu del cimarronaje contemporáneo del Caribe”, manifestó. Los resultados de este encuentro también posibilitaron un diálogo, entre ella y otro grupo de personas, sobre “ese Caribe que no se conoce”, esa Cuba que existe más allá de los confines de La Habana.
Recientemente, la doctora Plá, el doctor Bernardo García Domínguez, de la Casa del Caribe en Santiago de Cuba, y profesor en la Universidad de Toronto, y el estudiante graduado de este Recinto, Sanon Antoine Lucker, natural de Haití, participaron de un conversatorio que tuvo lugar en el museo antes mencionado. En dicha conversación, “hubo una intención de tomar la exposición como punto de partida para nosotros repensar qué es lo que vamos a hacer como caribeños, cómo vamos a reconectar en el Caribe”, insistió Plá.
“Para mí, el comentario más importante hacia este trabajo fue el de Sanon”, señaló. Según expresó el estudiante, se sitió conmovido; en el documental de la doctora Plá, pudo encontrarse así mismo, pudo sentirse “dans ma peau” (“en mi piel”). Y es que para sorpresa de muchos, Sanon reconoció en el documental el mismo canto de batalla que realizaron los haitianos antes de su revolución de independencia. Ciertamente, este proyecto no solo invita a la reflexión, sino que propicia esa reconexión a la que tanto se aspira.
“Este trabajo que he realizado en Cuba, más que un trabajo, ha sido una trayectoria de vida, uno de esos múltiples pasos que he dado en mi vida para reencontrarme en el Caribe, reencontrarme a mí misma y reencontrarme como puertorriqueña”, expresó Plá, reconociendo que, “cuando descubres al otro, te descubres a ti mismo; no porque seamos iguales, sino porque encontrarte con ese Caribe te hace cuestionarte sobre tu propia realidad, establecer un diálogo y un intercambio”. Es esto precisamente la aportación más significativa del proyecto de la etnógrafa.
Ellos me abrieron una puerta que yo no sé cómo fue que me la abrieron, pero Bernardo García Domínguez me dijo: ‘tú no sabes la suerte que tuviste de entrar a Cuba de la mano de un negro, porque eso es de lo mejor que hay en Cuba’. Y ellos realmente han abierto, y cuando yo te digo su corazón, no solo es la cuestión de la generosidad, es que ellos me han permitido ver más allá, en lo que serían sus misterios, ese clandestinaje en el que todos vivimos, y no se trata del clandestinaje de guerrilla o político, sino que es un compromiso ético, social, moral, que se asienta en su cultura cubana, de afrodescendientes, haitianos, donde han rescatado lo mejor de ellos para diseñar un proyecto que lo han compartido conmigo. Yo lo único que he hecho es tocar un poco la superficie de lo que ellos son, para encontrarnos a nosotros mismos con unas voces que han sido marginadas, silenciadas, vapuleadas, en Las Américas, pero, en este caso, en el Caribe”.
En el 2014, luego de presentar una propuesta, la doctora Plá fue aceptada en el Faculty Resource Network (FRN) de la Universidad de Nueva York (NYU, por sus siglas en inglés), donde procesó los materiales de su trabajo, compuesto por gran número de fotografías, grabaciones, conversaciones, diarios de campo, notas personales y otros recursos que la universidad le proporcionó.
La doctora Plá agradeció al doctor Manuel Valdés Pizzini, decano de esta facultad, dado que, como aseguró, sin su apoyo “este proyecto no hubiera salido a la luz, porque él tuvo una confianza muy grande en mí y me apoyó para que yo me pudiera ir a Nueva York”. A partir de ese momento, la catedrática recibió gran apoyo e infinidad de recursos que distintas personas pusieron a disposición para que el proyecto pudiera darse. De la misma manera, requirió “mucha perseverancia” para poder completarlo, externó Plá Cortés.
Este proyecto de vida de la doctora Rosa C. Plá Cortés, que ha compartido con la comunidad puertorriqueña y el mundo, verdaderamente es de valor incalculable al estudio etnográfico, cultural e histórico del Caribe, sus islas y su gente.
“Entre islas” estará expuesta en el Museo Eugenio María de Hostos hasta el 31 julio de 2016.
Por Cynthia Maldonado Arroyo