Los carteles de Luis Abraham Ortiz
Por Mariam Ludim Rosa Vélez (mariam.ludim@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 24 de agosto de 2018
El arte de confeccionar carteles, como se practicaba antes de que las tecnologías permitieran hacerlos en una computadora, requería todo un proceso creativo, desde la investigación, conceptualización, hasta sentir en las manos las palabras, los dibujos y los colores.
Y así transcurrió la vida laboral del artista Luis Abraham Ortiz, profesor retirado de la Escuela de Artes Plásticas y Diseño, quien inauguró anoche su exposición Carteles, en la Galería de Arte del Departamento de Humanidades del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM).
La muestra recoge 52 carteles que datan desde el 1970 al 2013, y uno especial que hizo recientemente para anunciar la apertura de la exhibición que resultó en un lleno total.
“Yo traje una van completa de gente de San Juan porque pensé: ‘Allí no irá casi nadie, al menos tengo que tener cuatro gatos en la Galería’. ¡Es una broma! Cuando llegué y vi tanta gente fue muy emocionante”, expresó Ortiz.
Durante la velada, el cartelista no cesó de contestar las preguntas que tenían los jóvenes, quienes le rodearon para que él les explicara sus procesos artísticos.
“Nunca había visto tantos de mis carteles juntos. Al mirarlos, pienso que es un resultado final, un logro. Me siento muy agradecido que las personas los acepten y me encanta compartir con los estudiantes y hablarles sobre cómo se crean estos carteles”, expresó en un aparte con Prensa RUM.
“La magia del cartel es tenacidad, trabajo, paciencia y suerte, porque se corta una película; luego, la tienes que adherir y si se quema, tienes que cortar nuevamente. Requiere precisión”, destacó.
En el programa de la exhibición, se publicó el ensayo titulado Luis Abraham Ortiz, todo letra, toda forma, todo imagen, de la profesora Teresa Tió Fernández, catedrática del Departamento de Humanidades en la Universidad de Puerto Rico, en Cayey, y autora del libro El cartel de Puerto Rico.
“El cartelismo de Luis Abraham Ortiz nace de la escuela de su maestro, Lorenzo Homar. Desde la primera lección con su mentor, se observa la atención a la pulcritud en la impresión serigráfica… Ortiz ha alcanzado la maestría en la creación de textos donde la palabra asume una protagónica presencia, lección temprana aprendida e incorporada a su obra, tanto en el cartel como en el grabado”, expone en su escrito.