Brilla como veterinaria en Ohio
Por Ídem Osorio De Jesús (idem.osorio@uprm.edu)
Prensa RUM
jueves, 20 de diciembre de 2018
Natalie Marie Vázquez Rosa es una de esas colegiales tenaces y firmes en dejar su huella bien plantada sin importar el lugar en el que se encuentre. Así se lo propuso al ser admitida con dos becas a la Escuela de Medicina Veterinaria de The Ohio State University (OSU), de la que ya está a punto de graduarse. Aunque extraña a su cálido Aguadilla y a su querida alma mater en la Sultana del Oeste, ha sido en el frío invernal de Columbus donde ha desbordado su pasión por los animales y ha brillado en esta importante etapa de su carrera académica.
La egresada del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), en 2015, del Departamento de Ciencia Animal del Colegio de Ciencias Agrícolas, no puede más que sentirse satisfecha del logro que está a punto de conseguir y que es producto de una gran disciplina, talento y fuerza de voluntad.
A sus 26 años, es un ejemplo de que no existen imposibles, ya que es una de las pocas alumnas puertorriqueñas en realizar estudios en su disciplina con dos prestigiosas subvenciones que le cubren prácticamente la mayoría de los costos de una profesión muy onerosa y competitiva.
“La primera fue la que me concedió el Ohio State College of Veterinary Medicine de casi $90 mil para los gastos de matrícula durante mis cuatro años. Cuando he hablado con otros estudiantes colegas veterinarios, me doy cuenta de que existen muy pocas becas como estas. Usualmente, se solicita cada año para obtener fondos que van solo de $500 a $1,000. También gané la Saul T. Wilson Scholarship del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) y su división Animal and Plant Health Inspection Service (APHIS), Veterinary Services (VS) que consiste en una aportación anual de $15 mil para libros y materiales de laboratorios, entre otros expendios a cambio de que labore para ellos cuando me gradúe, la misma cantidad de tiempo que haya disfrutado el beneficio. Para mí cualquier ayuda es bien recibida, ya que estudiar Veterinaria es muy costoso. En mi caso, siento que tuve mucha suerte, trabajé duro y le doy gracias a Dios por haberlas recibido”, reiteró la aguadillana.
Su orgulloso mentor en el RUM, el doctor Esbal Jiménez Cabán, profesor de Ciencia Animal, resaltó la gesta de su discípula, quien realizó una investigación subgraduada bajo su supervisión que la encaminó hacia otra segunda oportunidad, y, a su vez, le sirvió de plataforma para su entrada a OSU, de donde el catedrático también es egresado.
“Natalie es una estudiante indudablemente excepcional. La conocí en mi curso de Fisiología de la Reproducción Animal y recuerdo que ese semestre utilizaba sus exámenes y pruebas cortas como clave para corregir. En sus años en el Recinto, además de mantener un promedio envidiable, se desempeñó como abanderada, actividad que todos sabemos requiere de una inmensa cantidad de tiempo. Su capacidad de retención de información y de análisis crítico es asombrosa. Ahora, mientras busca su sueño de convertirse en Doctora en Medicina Veterinaria, ha continuado su excelencia en varios internados y foros internacionales. Me siento muy honrado de ser parte, en alguna medida, de su éxito y le auguro un futuro brillante”, reveló el doctor Jiménez Cabán.
La ruta de esta emprendedora chica no ha sido fácil, pero sí llena de experiencias que han pavimentado un camino exitoso. En su tramo colegial, sacó máximo provecho de su preparación, al complementarla con proyectos investigativos. Uno de ellos estuvo relacionado con el tema de las vacas pelonas en Puerto Rico, con el que obtuvo un segundo lugar tras presentarlo en Texas como parte de una conferencia de MANRRS (Minorities in Agriculture, Natural Resources and Related Sciences). Igualmente, participó de un estudio similar durante su internado de verano con la USDA APHIS VS, en el que se concentró en las infestaciones de garrapatas en ganado bovino.
“Cuando me tocaba planificar mi último año académico en el RUM, busqué la ayuda de mi mentor, el doctor Jiménez. Quería terminar rápido para irme a estudiar el doctorado y él me aconsejó tomarlo con más calma y organizarme, de manera que ese tiempo fuera más productivo. Al final, me gradué del Colegio con dos investigaciones y un internado que me abrió una puerta que jamás pensé que tendría”, dijo la futura veterinaria al referirse al Summer Research Opportunity Program en OSU.
“Decidí solicitar para ir en verano e investigar sobre becerros. Durante mi estancia allá, visité la Escuela Veterinaria y me encantó, especialmente el hospital de animales de fincas. Otro factor fue el ambiente en la Universidad, las personas son muy buenas y me hicieron sentir bienvenida. Además, la ciudad donde ubica el campus tiene muchas áreas para ir a disfrutar fuera del salón de clases y despejar la mente. Una de las cosas importantes que debemos considerar a la hora de hacer la selección, es la salud mental y emocional, elemento clave cuando estudias esta profesión. Por último, me convenció que te dan la opción de convertirte en residente del estado después del primer año y eso te ayuda a bajar el costo de matrícula”, relató.
Esos retos económicos tuvieron un peso grande para la luchadora alumna, quien incluso llegó a tomar un préstamo para el proceso de pedir admisión en al menos cinco escuelas graduadas.
“No quería preocupar a mi madre con esos altos costos. Con el dinero que conseguí, pude solicitar a las universidades de Ohio, Cornell, Mississippi, Pennsylvania y North Carolina, y oré para que por lo menos una de esas me aceptara”, recordó, sin imaginarse que su entrada a OSU incluiría una merecida y considerable beca.
Según aseguró a Prensa RUM, la experiencia fue sumamente retadora, ya que se trata de un prestigioso programa, por lo que compitió con miles de candidatos para poder entrar. De hecho, contó que al inicio fue apadrinada por otro boricua que pertenece a una clase anterior a la suya y quien se convirtió en su Big Brother para apoyarla en el proceso de transición.
Natalie es la segunda puertorriqueña en su clase, compuesta por 162 estudiantes; mientras que la siguiente clase cuenta con cinco compatriotas, ya que la institución se está enfocando cada vez más en aumentar el número de representantes de minorías.
“Es un puro orgullo, especialmente, cuando somos pocos en un grupo tan grande y aún así resaltamos”, aseveró.
La egresada de Ciencias Agrícolas reveló que lo más que le ha costado acostumbrarse es definitivamente el clima, que nunca deja de sorprenderla. A nivel académico, confesó que fue estudiar sin parar para los 21 créditos que tomó por semestre. Y en cuanto a la parte social, admitió haber hecho nuevas amistades rápido por tratarse de una ciudad hospitalaria que acepta la diversidad. De igual modo, y aunque nunca sustituyen el calor de sus playas, su gastronomía y su cultura boricua, agradece la amplia oferta de actividades que tiene Columbus, así como las oportunidades estudiantiles que también ha aprovechado.
A sus pares colegiales, les recomendó buscar esas experiencias de investigación y labor extracurricular que los haga resaltar y a no conformarse solo con obtener buenas notas. La embajadora de sangre verde agradeció todo lo que recibió en su querido Recinto, del que extraña a sus amistades, los eventos de las distintas asociaciones de su Departamento, como el Festival del café, y bailar con las abanderadas.
Una vez se gradúe, en mayo de 2019, comenzará a trabajar con el USDA APHIS VS como parte del contrato que formalizó previamente y en el que la ubicarán donde necesiten especialistas de su área. Más adelante, le gustaría establecerse en Puerto Rico y explorar otras disciplinas que le interesan como la apicultura, la acuacultura y la oftalmología.
“Desde pequeña, siempre dije que quería ser veterinaria; era eso o la música. Con el tiempo, vi todas las diferentes áreas en las puedo trabajar, aprendí más de la agricultura y eso fortaleció mi interés con los animales de finca. Ahora que estoy en mis rotaciones, veo que no es un trabajo monótono; las personas que conoces son diferentes, así como los casos que atiendo. En fin, es una carrera en la que me visualizo todas las mañanas levantándome a laborar y en la que sé que no me arrepentiré de mi decisión”, puntualizó.