A todo vapor mejoras a la infraestructura en el RUM
Por Javier Valentín Feliciano (javier.valentin@upr.edu)
Prensa RUM
viernes, 6 de noviembre de 2020
El Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), de la Universidad de Puerto Rico (UPR), ha puesto en marcha este semestre un plan de mejoras enfocado en cuatro áreas principales: mantenimiento, limpieza, ornato e infraestructura, a un costo cercano a los $800 mil, provenientes de fondos institucionales de la UPR.
“Este plan abarca diferentes zonas del Recinto y toma en consideración las necesidades de la comunidad en general: personal docente, no docente, estudiantes y los visitantes. En lo referente a los proyectos de mantenimiento y mejoras, se delinearon varias áreas como prioridad. A esos fines, en este año fiscal, el Decanato de Administración presentó una propuesta, con el objetivo de administrar los fondos correspondientes al mantenimiento y la limpieza del campus principal y ésta fue avalada por el Rector”, expresó el doctor Omar Molina Bas, decano de la mencionada entidad universitaria.
Por su parte, el doctor Agustín Rullán Toro, rector del RUM, recalcó la importancia de realizar estas mejoras que redundan en beneficio de la comunidad colegial, en tiempos de grandes retos.
“Es imperativo cumplir con este plan, con la finalidad de que nuestros estudiantes regresen a un Recinto en condiciones óptimas, una vez salgamos de este periodo en el que nos encontramos. Aunque buena parte del personal de nuestra institución labora de manera remota, al igual que el estudiantado, aspiramos a contar con unas instalaciones en mejores condiciones de las que estaban antes de la pandemia del COVID-19. Agradezco a todo el personal administrativo, así como a los compañeros del Departamento de Edificios y Terrenos, por trabajar en equipo con un mismo objetivo en común y por su compromiso. De lo contrario, estas mejoras se no hubieran podido realizar”, expresó.
El presidente de la UPR, el doctor Jorge Haddock, destacó que estos trabajos en el Recinto permiten maximizar la experiencia educativa de cada uno de los estudiantes y de toda la comunidad universitaria.
“Desde la administración de la Universidad de Puerto Rico, continuamos trabajando para garantizar la mejor experiencia educativa a nuestros estudiantes. A la par, como principal centro docente y como institución pública, hemos iniciado una transformación en los procesos administrativos para dar visibilidad tanto a nuestra comunidad universitaria como al pueblo, a la labor que realizamos y en qué se invierten los recursos. Estamos enfocados en transformar la infraestructura del principal centro docente de Puerto Rico, mientras promovemos una sana administración de los fondos públicos. Agradezco al rector Rullán Toro, así como a todo su equipo de trabajo, por los grandes cambios que están gestando en el Recinto Universitario de Mayagüez, motor social y económico de la zona oeste”, indicó Haddock.
En lo concerniente al mantenimiento, Ángel F. Pérez, decano auxiliar de Administración, explicó que con el objetivo de agilizar los procesos, se aumentó el inventario, así como los controles sobre los materiales de uso recurrente en el Departamento de Edificios y Terrenos. De esta manera, la petición de estos productos esenciales por parte de las unidades, se atiende de forma expedita, evitando los retrasos provocados por los procesos de requisición y entrega provisto por los suplidores, ya que el almacén está abastecido con todo aquello que sea de uso frecuente y continuo.
“Tan pronto el personal de alguna unidad emite la orden de servicio y se determinan los instrumentos necesarios para completar el servicio, en la mayoría de los casos, éstos podrán estar accesibles en el almacén. Así que se procede a proveer el servicio y a completar el trabajo descrito en la solicitud. Entre las ventajas de este nuevo sistema, se destaca una disminución del tiempo de espera debido al proceso de requisiciones por órdenes de servicio, menor volumen en órdenes de compra y reducción en el tiempo de respuesta para resolver las órdenes de servicio, acciones que redundan en beneficio, tanto para las finanzas del Recinto, como para la comunidad a la que servimos. Previo a la implantación de este sistema, los procesos en el área de los talleres se atrasaban, ya que los empleados debían esperar todo ese protocolo de entrada de requisición, y conversión en orden de compra, hasta que el material llegara, lo que afectaba la coordinación de los trabajos”, agregó Ángel F. Pérez, decano auxiliar de Administración.
En lo referente al proceso de limpieza, ambos decanos explicaron que a partir del pasado mes de septiembre, comenzó a implantarse el Plan de Limpieza 2020, que, ante la presencia de la pandemia, contempla la división del Recinto en once zonas o grupos de edificios contiguos: ocho que comprenden el periodo de 6:00 a.m. a 2:00 p.m. y tres que cubren el turno de 2:00 p.m. a 7:00 p.m. Este proyecto tiene la finalidad de atender las áreas o deficiencias existentes en diferentes edificios en la zona, para que sean atendidos por un equipo de empleados y su supervisor. El encargado tendrá la responsabilidad de atender las necesidades de limpieza de los inmuebles adscritos a su zona, así como cualquier emergencia que se presente en el área.
Para cumplir con el objetivo trazado, los empleados fueron divididos en equipos de trabajo, que corresponden a las once zonas, las cuales cuentan con su respectivo supervisor, y, en total, suman cerca de 108 conserjes: 78 en el turno diurno y 30 en el turno vespertino.
“Para que el trabajo pueda ser realizado eficientemente, en conversación con el personal, se adquirió equipo para realizar las labores: escaleras, máquinas de pulir y de lavado a presión, entre otros, los cuales fueron ubicados en cada zona. Dentro de cada región se creó un espacio denominado zona cero. Ésta sirve como almacén para la distribución de materiales y del equipo de trabajo de cada área, además de ser el lugar desde donde se coordinan los trabajos de cada equipo. En este mismo espacio, se registra la asistencia de los compañeros, quienes, al estar localizados cerca de sus áreas de trabajo, los traslados del personal de un área a otra se minimizan y se aprovecha mejor el tiempo”, resaltó el Decano Auxiliar.
“En este punto, es valioso señalar que a mediados de octubre, se ofreció un taller de capacitación al personal de la Sección de Limpieza sobre cómo realizar sus funciones en las áreas comunes de los edificios. También se les adiestró acerca de temas relacionados con la desinfección de los baños y de las oficinas. En la misma línea de mejora continua, la semana pasada se ofreció otro taller de formación sobre la utilización de los productos de lavado. Estos talleres están enmarcados dentro de la situación actual que enfrentamos con la pandemia del COVID. Este plan, también contempla, cómo atender áreas y espacios comunes, tales como: aceras y pasillos”, sostuvo el Decano Auxiliar.
De igual forma, subrayaron, que ante la presencia de la cepa del coronavirus, se tuvo que incluir, de manera urgente en el presupuesto operacional asignado, la adquisición de mascarillas, dispensadores, gafas de seguridad, protectores o escudos de rostro (face shield), termómetros de pared, barreras de protección en acrílico, carteles informativos para la comunicación de riesgos, al igual que desinfectante de manos y de superficies. Estas inversiones suman cerca de $300 mil, pertenecientes a los fondos institucionales del Decanato.
Igualmente, desde el pasado mes de septiembre, se estableció el Plan de Ciclo y Poda, en un periodo definido de 60 días laborables, el cual incluyó la poda y recorte de árboles que ya tenían gran altura. Con este objetivo, ya no se dependerá de las peticiones de los departamentos para brindar continuidad a estos servicios, ya que éstos se calendarizarán con anticipación.
“En este Plan, la prioridad será las zonas identificadas con salones de clases, la pista, el natatorio, las canchas de tenis, el parque atlético y el campo de fútbol. Se contrataron a cinco empleados adicionales para brindar estos servicios en el taller de Campos y Carreteras. Además, estamos en el proceso de adquisición de nuevo equipo para mejorar los servicios”, afirmó el Decano Auxiliar.
Por su parte, el doctor Molina Bas reveló que el Decanato de Administración presentó propuestas competitivas para los fondos de mitigación de FEMA bajo el programa 404, para las cuales recibió una asignación de fondos extrapresupuestarios, los cuales superaron los 14 millones de dólares para cuatro proyectos de mejoras. Entre estos, se destacan los siguientes: la rehabilitación del sistema pluvial del Recinto y el sistema de apoyo para el abasto de agua potable en el campus.
Además, otras iniciativas incluyen: mejoras al mobiliario urbano del campus principal, el reemplazo de los bancos de la Plaza Klumb (frente a la Biblioteca General) y la rehabilitación de las paradas de los trolleys (éstas fueron pintadas y se colocaron imágenes emblemáticas del quehacer colegial). Asimismo, se continúa trabajando en la reparación de varias aceras y en el marcado del pavimento en los estacionamientos.
Recientemente, se completaron los documentos de subasta para el proyecto de repavimentación de varias carreteras principales del RUM. Este proyecto implica una inversión cercana a los $600 mil.
“Estamos realizando mejoras significativas en el Edificio Esteban Terrats, como por ejemplo, la rehabilitación de los servicios sanitarios, la sustitución de la terminación de los pisos en algunos de los espacios principales y la restauración de la terraza de acero que provee acceso a las ventanillas de pagaduría y recaudaciones”, resaltó el doctor Molina Bas.
“Asimismo, se efectuaron mejoras en el alumbrado de los edificios de Química, la Imprenta, el Ingeniero Antonio Luchetti, que alberga el Departamento de Ingeniería Mecánica, en los campos atléticos y en varias de las carreteras del Recinto. La inversión realizada tuvo un costo cercano a los $11 mil”, sostuvo el Decano.